CAPÍTULO SEIS: El Destino

Al cruzar esas puertas a quien veo parada frente a mí fue a la mismísima Briseida y con ella estaban Thelma y Alue que también pertenecen a las fuego. Mientras caminaba con mis amigas bajando los escalones para salir de la escuela y llegar a la vereda, Briseida grita

- ¡Ahora chicas!

En ese momento veo a Thelma y a Alue que agarran dos tarros, llevaban uno cada una, y me lo lanzaron encima, uno lleno de pintura violeta y el otro lleno de agua, tierra y lombrices, toda mi ropa quedo arruinada, mi pelo, mi rostro, mis zapatos, todo lleno de tierra, pintura y lombrices.

- Date prisa, vas a llegar tarde a tu cita - me dice Briseida burlándose.

- Esta vez sí sobrepasaste los limites perra – Le grito Samira mientras caminaba hacia ella para hacerle frente.

En ese instante se ponen al frente de Briseida, Greta, Zara leño, Nicole, Alue y Thelma, claramente nos superaban en número, nosotras solo éramos cuatro.

- ¿Estas segura que quieres esto? ¡Ridícula! – Le dijo Greta a Samira mientras ambas estaban frente a frente, recordándole su pelea en el baño minutos atrás.

Recuerdo que la mayoría de los alumnos de la escuela habían armado una rueda que no encerraban en el medio y decían -el grupo de Briseida está peleando contra el grupo de Melania Cook-

Y la realidad era que yo no era líder de ningún grupo, pero ese momento era el comienzo de la oposición a esa organización nombrada Las fuego.

Luego de una pequeña discusión con ellas, convencí a mis amigas de dejar todo allí, no me gusto y no me gusta las peleas, me considero una chica pacifica, mi signo es Libra, e intento tener siempre la balanza equilibrada.

Después de eso, decidimos seguir caminando hacia adelante, mientras yo chorreaba pintura y lodo, Briseida a los lejos me grita

- ¡Melania!

Al darme la vuelta, me vuelve a gritar – Acá no termina, acá comienza todo – y con sus manos hizo una señal de juramento.

- No le des importancia – me dijo Nef mientras tomaba mi mano.

- Lo que menos hago es darle importancia amiga – conteste

Además de que me estropearon la ropa, lo que más me lamentaba eran los zapatos nuevos que me prestó mi madrina y la gargantilla de mi madre que tenía guardada, era lo único que me quedó de ella, y todo está estropeado.

Mientras íbamos caminando hablando sobre lo que paso con las fuego, escuchamos que alguien nos silbaba por atrás.

- ¡Chicas! – Dice Nef - ¿Escucharon? – pregunto.

- Si – contestamos unánimemente.

- ¿Quién se da la vuelta? – pregunte.

- ¿Y si son ellas otra vez? – pregunta Dana.

- No, no creo que sean ellas otra vez, yo vi cuando el director las hizo entrar a la escuela –Contestó Samira.

- Date la vuelta Nef – Susurre

Al darse la vuelta dice – Es un hombre y viene corriendo hacia nosotras.

En ese instante se escucha – ¡Melania con A!

Rápidamente reconocí esa voz tan dulce, y en realidad solo existe una persona en el planeta que me llamaba así, Izaro Baker. Al ver como corría hacia mí no sabía con qué manera reaccionar, estaba toda sucia, llena de lombrices en mi pelo.

- ¿Qué te sucedió? – me pregunto Iz.

- Me siento muy avergonzada de que me vieras así – conteste.

- ¿Pero qué fue lo que te sucedió? – Insistió.

No me animaba a contarle lo sucedió, no sabía cómo iba a reaccionar, lo que menos quería es que el piense que yo quería ponerlo en contra de Briseida, y eso jamás estaba en mis intenciones.

- Lo que pasó fue que me choque con un tacho de residuos y me enchastre toda. – conteste.

- Eso es mentira – afirmó Dana.

- ¿Mentira? – pregunto Izaro mientras tenía sus ojos fijos en mí.

- Lo siento amiga, le voy a contar la verdad de los sucedido, ya que él debe estar al tanto de lo que estás pasando – Me dijo Dana.

- Dana, yo soy el mejor amigo de tu hermano y lo sabes, por favor, te pido que me lo cuentes, tú me conoces – Le dijo Iz a Dana.

- Si, lose, sé qué clase de chico eres y por eso te lo contaré, pasando por encima de mi mejor amiga, lo que sucedió fue que Briseida y sus soldadas atacaron a Melania con el fin de arruinar la cita que tenían ustedes esta noche, al salir del establecimiento, nos estaban esperando afuera, con Briseida a la cabeza dando órdenes, las fuego le tiraron a Melania lodo, lombrices y pintura.

Hasta hoy recuerdo su cara, totalmente transformado, se podía ver en sus ojos la ira que cargaba en ese momento. Un silencio nos invadió, fue Izaro quien cortó ese lapso de silencio diciendo.

- Ahora entiendo todo – Dijo Iz.

Ninguna entendíamos a qué se refería y yo no me animaba a preguntarle. Tomando a Samira del brazo le susurre disimulando.

- Pregúntale a que se refiere.

- Dice Melania a que te refieres – Le dijo Samira en voz alta.

Me puse roja como un tomate, eso ya era habitual en mí en momentos incomodos como ese.

- Es que hoy no pude asistir a la escuela porque casualmente alguien pincho las dos ruedas de mi motocicleta – dijo Iz.

- Fue Briseida – Le dijo Nef.

- Eso es una acusación muy grave Nef – Le dije mientras la miraba a la cara.

- No, no lo es – contestó Iz y agrego – Yo conozco a Briseida más que nadie, por un motivo me aleje de ella, se de lo que es capaz, pero no voy a darle el gusto, nuestra cita no está cancelada Melania.

- ¿Cómo es eso?- pregunté

- Bueno, en realidad, solo si tú quieres, sigue en pie la cita de hoy – respondió Izaro Baker.

Entonces decidí alejarme unos centímetros e hice una ronda con mis amigas para ver que sugerían, obviamente ellas me decían que acepte. No voy a mentirles, mi corazón latía a mil por horas, sentía mariposas en mi estómago, era la misma sensación como cuando te subes a un columpio y sientes ese cosquilleo en el estómago producto de la gravedad del ir hacia atrás y adelante.

Luego de hablarlo con mis amigas, finalmente tomé la decisión de que la cita siga en pie esa noche, ropa tenía en mi bolso que era la de la escuela, solo había un problema, debía bañarme. Izaro se ofreció a llevarme a la casa de sus padres para que yo pueda quitarme toda la suciedad que tenía.