- ¿A dónde iremos? - pregunté.
- ¿A las estrellas? - contesto con una pregunta Iz.
- Contigo hasta el fin del mundo - susurré a sus oídos mientras él manejaba la moto.
- Todavía no logro creer que estés aquí conmigo - dijo Izaro mientras miraba mi reflejo en el espejo de la moto.
- Juro que yo tampoco - conteste y sonreí mientras sentía como el viento rozaba mis meguillas.
Después de pasear con el en su moto y ir hablando cosas de nuestras vidas, finalmente decidimos ir a la cita tan esperada, pero antes de eso me ofreció ir a su casa ya que según el no había nadie allí y podía bañarme y cambiarme para poder ir a la cita, estaba sucia después de la maldad de las fuego.
- ¿Ves esa casa verde? - pregunto Iz señalando una casa gigante.
- Si, la veo - contesté.
- Bueno, allí vivo yo con mi madre.
- Wow, que hermosa casa tienes - contesté asombrada ya que la casa se veía muy pero muy bonita, hasta diría que pareciera una mansión.
Finalmente estaciono la moto en la vereda de su casa, y ambos empezamos a caminar hacia la puerta de la entrada.
- ¿No hay nadie, verdad? - pregunté un poco nerviosa.
- No, mi madre hoy iba a salir, puedes estar tranquila, tomate el tiempo que necesites para arreglarte, aunque así ya estas hermosa.
Con una sonrisa lo mire, y me sonroje. El empieza a buscar las llaves en el bolsillo de su pantalón, al encontrarlas las coloca en la cerradura de la puerta y da dos vuelta y se abre.
- Bienvenida a la casa Baker, Melania Cook.
- ¡Muchas Gracias sr Izaro Baker! - conteste y añadí - ¿Me dices dónde está el baño?
- Si, claro, sígueme - contesto Izaro.
Pasamos el Living y el comedor, hasta que por fin dice - La puerta, a la derecha tienes el baño.
-Muchas Gracias, ¡voy a darme una ducha, aunque la única ropa que tengo ahora es el uniforme de la escuela! Exclame!.
Puedo jurar que ese baño era más grande que mi habitación, todo blanco, todo brillaba.
En fin, luego de ducharme, me seque y empeze a cambiarme, hasta que se escuchó muy a lo lejos -¿Iz? - -¿Estás en casa? Soy mamá.
No sé imaginan como me puse, solo a mi me sucede estas cosas, empeze a susurra -Iz, Iz- Pero no obtuve respuesta.
Mientras tanto a lo lejos empiezo a escuchar ruidos de tacos acercándose cada vez más cerca, y más cerca, y mucho más cerca, hasta que se escucha el ruido de la puerta que alguien golpea.
- ¿Estás lista? - Pregunta Iz.
Ya más relajada al saber que era el, abro la puerta, y si, claro, era el, pero con su madre alado. Nuevamente mi cara se volvió rojo fuego, mis meguillas delatadoras se encendieron tal bombilla de luz.
- Hola mamá de Izaro Baker.
- ¿Tu eres? - pregunto su madre.
- Yo soy Melan - Iz me interrumpe.
- Mamá, ella es Melania, es una amiga y estamos por salir justamente ahora, tuvo un accidente, cayó en lodo y le ofrecí nuestra ducha para que pueda bañarse y así poder salir como habíamos planeado hacia días - Dijo Iz.
- Oh, pobresita ¿Y te encuentras bien? - pregunto su madre y añadió- Ah por cierto, mi nombre es Soraida King de Baker - Estiró su brazo derecho para saludarme.
- Mucho gusto señora Baker - Y al igual que ella extendí mi mano.
- Bueno, ya no quiero interrumpir, pueden seguir con sus planes de salir, a mi me espera mucho trabajo aquí.
- Bueno, ¿Vamos Mel? - preguntó Izaro.
- Si - Contesté. - Adiós Sra Baker.
- Adiós -contestó y luego añadió - Izaro, ten cuidado al manejar y no llegues tarde.
- No mamá, adiós.
Sin querer había conocido a la madre del chico más guapo de la escuela, no lo sé, estaba como en las nubes, no podía creer lo que estaba viviendo.
Finalmente fuimos a un parque, muy hermoso a decir verdad, nos sentamos en un banco que estaba pintado con Lila y Blanco, y ambos nos pusimos nuevamente a charlar de nuestras cosas, nuestras vidas y también de nuestro pasado.
- ¿Así que te gusta la literatura? - Pregunta Iz.
- Si, me gusta mucho leer, meterme en cada historia que leo, me gusta mucho la poesía y el género romance ¿Y a ti?
- Sinceramente, no tanto.
- ¿Cómo que no? - pregúnte asombrada.
- Debo ser honesto - Dijo Iz y se recostó en el banco mirando al cielo- Al salir del salón, tu no me viste pero yo si, tus ojos me llamaron mucho la atención Melania, tus cabellos tan hermoso que tienes, quedé como hechizado y dije dentro mío, voy a tratar de hablar con ella. Si bien varias veces nos habremos cruzado, jamás nadie me llamo tanto la atención como tú ese día, entonces te vi entrar a la biblioteca y pediste un libro, cuando te lo dieron fuiste y te sentaste junto a la ventana y entonces pedí un libro y me senté atrás tuyo, tu no me viste pero no me di por vencido, hice lo mismo varios días, seis para ser exacto, busque la manera de que me vieras, hasta que finalmente lo hiciste, fui visible para ti. Y se que dirás, ¡Que chico tan idiota! Pero debes creerme cuando digo que quede encantado contigo.
No me salían las palabras sinceramente, Izaro Baker busco una estrategia para que lo viera, no lo podía creer.
- La verdad, me dejas sin palabras.
- Solo quiero que me digas si te pasa lo mismo Melania Cook.
- Pues mira, no puedo decirte que iría seis días seguido a un hobby tuyo que no me gusta solo por qué me vieras, pero si puedo decirte que me gustas y que contigo me siento bien.
- ¿Y que sientes cuando estás conmigo? - preguntó Iz.
- Que no existe nada, solo tu y yo. Siento que vuelo en el aire cuando escucho tu voz. - Respondí.
- Entonces, te invito a que volemos juntos ¿Aceptas? - Preguntó el.
- ¿Y como sería eso? - Le pregunté.
- Cierra los ojos - Dijo Iz.
Y así lo hice, derrepente empeze a sentir su respiración muy cerca de mi, en ese instante mi corazón empezó a latir más de lo normal, mi estómago me daba cosquilleos.
¿Puedo? - Me preguntó Iz.