Cuando desperté no vi a Nadia por ningún lado. Tomé mi celular, eran las 8 de la mañana, tenía 10 llamadas perdidas de un número desconocido.
Oh oh.
Ese número desconocido... era el que me había llamado antes. ¿Puede ser Charles?
Esto no puede estar pasando ahora.
Salí rápidamente de la habitación buscando a Nadia, pero me choqué con Matt.
-Buenos días flaca... ¿Estás bien? Estas... pálida como la anterior vez.- regresó a ver mi celular en mi mano y lo tomó. Frunció el ceño. -Il ¿Quién es?
-M Matt... yo emm.- no podía pronunciar bien las pablaras. Me aclaré la garganta.- Matt creo que es ... creo que es mi ex.- puse una mueca, él me miró sorprendido. -Yo.. le tengo miedo y sólo espero que no sea él. Aquí estoy prácticamente sola y...
Me cortó Matt. -Il, flaca, tranquila. Yo estoy aquí para ti. Te protegeré en todo momento, no pienso permitir que alguien te lastime ni mucho menos te toque.- lo regresé a ver sorprendida.
Él me rodeo con sus brazos y continuó. - Soy y siempre seré el demonio que jamás podrás sacar de tu vida.- Me dejó un beso suave y delicado sobre mi mejilla. La sangre subió a mis mejillas. Me dedicó una sonrisa.
¿Qué acaba de pasar?
-Flaca no estás ni estarás sola. Te acompañaré por el resto de nuestros días. No me importa si no me quieres de la misma forma como yo lo hago, pero te aseguro que lo que yo siento por ti no lo he sentido por nadie más.
-Estás loco Matt.
-Puedo estar loco, loco por ti, pero este loco daría lo que sea para estar junto a ti. - tragué grueso, no sabía ni que decir. Sin embargo, todo esto me ha encantado. Estaba abochornada y mis latidos apresurados.
Matt redujo el espacio entre nosotros con su mano en mi cintura.- Déjame besarte en tus más profundas heridas, amar tus defectos que para mí son perfectos y despertar los demonios que nadie conoció.
No podía evitar sonreír, esto era algo que no me lo esperaba. Me gusta Matt, pero ahora creo que me encanta. Simplemente, es perfecto.
La llamada entrante hizo que reaccione, tomé mi celular y vi que la llamada era proveniente del número desconocido. Ahora me encontraba menos asustada, me sentía segura con Matt.
Matt seguro de sus actos tomó mi celular y descolgó. -Diga.- tenía la mandíbula apretada.
-No, equivocado.
-Buen día.- dijo finalmente con un tono serio.
Me quedé con la boca abierta. ¿Qué le habrá dicho? ¿Era mi ex? ¿Le debería contar mi vida a Matt? todas esas preguntas me rondaban por la cabeza. ¿Dónde está Nadia?
Por Dios, mi cabeza va a explorar. Alguien que me salve.
-¿Qué te dijo Matt? ¿Quién dijo que era?
-Il no creo que sea una buena notica, pero dijo que era un tal Carlos Grey...¿Él es tu ex?
Oh no... no puede ser.
-Sí él es mi ex. Y es Charles Gray.
-Lo mismo.- puso una mueca y no pude evitar reírme.
-Matt yo...
-Tranquila flaca.- me besó mi frente. -Ven, vamos a comer.
Nos fuimos a la cocina y me senté en la barra. Ahí estaba Nadia y Damon, apurando a Dave que les pase las tortitas que él cocinaba. Olía muy bien. Me ofreció una tortita y en cuento la probé recordé a mi padre preparando tortitas con sirope de mora.
¡Sí que sabe cocinar este galán!
-¡Delicioso! Están muy buenas.- dije tomando jugo de naranja que Matt me sirvió.
-Viste Matt, una receta de YouTube sirve.- le guiñó un ojo.
Entonces... ¿Cocinaron por nosotros? Que tierno. Estos chicos me fascinan.
-Didi.- enarcó una ceja.
-¡Ey! no me llames así Mochi.
¿Qué? ¿Didi? ¿Mochi?
-Se nos hace tarde para el recorrido por el campus.- dijo Matt cambiando de tema. -Llamaremos luego al cerrajero para que les ayude con su puerta, mientras tanto pueden usar ropa que... bueno si tenemos más ropa para que se cambien.
Sospechoso.
-¿Qué? Pero... -Nadia estaba confundida al igual que Damon y yo.
-Pero nada.- Dave hurgó en el armario que estaba en la habitación donde nosotras dormimos y sacó una blusa pequeña, casi de la talla de Nadia. Nadia la aceptó y se puso la blusa, demasiado rosa para mi gusto, pero le quedaba bien. Dave le ofreció entre un pantalón y una falda, ella prefirió el pantalón.
-¡Perfecta!- Dave le dijo con una sonrisa de lado.
Era mi turno, me fui a bañar y Matt me prestó un calentador pequeño y una camiseta, me quedaba grande pero no tenía otra opción, las prendas de mujer que había, en cambio eran algo reveladoras y muy llamativas, así que acepté la ropa de Matt. Toda su ropa tenía impregnado su agradable aroma que me gusta tanto.
Damon usó su propia ropa, porque la había lavado en la mañana. Damon era el más preparado para ir a un lugar nuevo. Me sorprende.
Salimos de su departamento y pasamos por helados en la tienda que había en el primer piso del edificio donde ellos vivían. Era un día muy caluroso.
Nos subimos al auto y fuimos al campus. Allí vimos a más estudiantes, todas esas caras me eran desconocidas. Estaban los nuevos aspirantes, y los guías. Se los podía distinguir fácilmente, los aspirantes tenían una cara de asombro y los guías, noté, iban de un solo color para poder distinguirlos.
Matt estaba a mi lado indicándome las instalaciones mientras Dave iba con Nadia y Damon. Matt iba hablándome acerca de algunos chicos... los populares y los raritos. En el grupo de los raritos había una cara que ya había visto antes, era Adrien, el mesero que nos atendió la anterior noche en el restaurante de comida china.
-Ni lo piensas Il. No te juntes con él.
-No estoy pensando eso.
-Il ¿Cuándo vas a entender que mentirme no es una opción?
¿Tan mal miento? Pero tampoco pensaba meterme con él... solo quiero conocerlo y saber por qué Matt actúa así.
-Matt yo... ¿Por qué no quieres que socialice con él, con Adrien?
Editado: 16.12.2021