Desde que te conocí amor

17. La decepción

Sábado haciendo deberes y el domingo arreglando el departamento. Uf qué bien la pasamos -sarcasmo- 

Es lunes por la mañana y no hay señal de Matt ni de Dave.

Estoy enojada con Matthew. 

No lo estás.

Sí, sí que lo estoy. Se supone que son nuestros guías y nada. No hay señales de vida. 

Frustrada busco a mi mejor amiga por el departamento. -Nadia ¿Sabes algo sobre nuestros queridos guías?

-Ily no te enojes con ellos, pero me dijeron que no podrán llevarnos a conocer la ciudad. Dijo que nos lo compensarán otro día.

La miro con una sonrisa pícara. -¿Y sí salimos a conocer la ciudad por nuestra cuenta?

Ella me mira confundida. -Ily no quiero ser aguafiestas, pero es mejor quedarnos en el departamento... te recuerdo que aún está suelto el que disparó a tu padre, el que te amenaza y Charles.

-No lo he olvidado, pero hay que salir un rato. No podemos vivir encerrados todo el tiempo.- suspiro dramáticamente.

-Ily no creo que sea buena idea...

-Hermanita mejor nos quedamos en casa.- dice Damon apareciendo por el pasillo.

-¡Agh!- ruedo los ojos. -no apoyan a nada. Saldré sola.- digo finalmente. 

Me dirigí a mi habitación, me puse un top y unos pantalones cortos. El clima está muy bueno como para quedarse en casa.

No me molesto en despedirme de Nadia y Damon; voy caminando cerca del campus, iba al parque que solía ir con Matt, pero en mi camino veo que alguien conocido se acerca a mí.

-Hey.

-¿Hola?

-Debes ser la amiga de Nadia, ¿Iliana, verdad?

-Sí... ¿Tú eres?

-Maddy Morrison.

Lo que me faltaba.

Ella continúa. -No estoy segura de lo que voy a decirte, pero necesito ir a una cafetería para poder hablar.

-Bien.- después de todo, no tenía nada que hacer. 

Y claro que me interesa saber cómo ella supo de la muerte de los padres de Nadia, y también escuchar su versión de lo que pasó con Charles.

Llegamos a una cafetería cercana, un mesero nos atiende, Maddy pide un mocaccino. Yo no tengo ni ganas de comer, y la razón es ella. No me causa confianza, así que no pido nada para mí. Después de unos minutos le traen el mocaccino a Maddy. La cafetería estaba casi vacía, sin embargo, Maddy regresaba a ver a todos lados para asegurarse que nadie nos vea.

-¿Y bien?- rompo el hielo. Dándome cuenta que Maddy sigue buscando a alguien con la mirada.

Ella reacciona y habla. -Sí, lo que vas a escuchar será algo complicado de decírtelo, es más posible que me creas loca o algo así. Pero en fin, no pierdo mucho. No me tienes que creer de todas formas.

-Entiendo.

-Nadia es mi hermana.

¿Qué? ¿Qué acabo de escuchar? ESTÁ LOCA. Ni se parecen, o talvez sí. Pero no creo que sean hermanas. Me quedo paralizada al escucharla decir eso. Simplemente, no puedo creerlo. 

-Bien.

-Me alegro que lo hayas tomado a bien.- me dice con una sonrisa.

Le doy una sonrisa falsa. La verdad no me lo tomé a bien, pero puedo fingir que sí.

-Nadia no lo sabe, así que es mejor que no se lo digas.

-Bien, bien. Guardaré tu secreto.- Obviamente iba a contarle a Nadia, esto ya es muy raro.

-Y respecto a lo de Charles. Yo lo besé, pensé que me correspondería, pero no lo hizo. Lo siento.

-Okey, no te preocupes.

-Iliana siento mucho que tengas que pagar la cuenta, no traigo dinero.- se levantó y se retiró del lugar.

Por suerte traigo conmigo algo de dinero. Pagué la cuenta, no fue mucho, y me fui corriendo al departamento. Quería contarle a Nadia lo que acaba de decirme Maddy.

¿Qué estará haciendo Matt?

No es momento para pensar en ello.

¿No te da curiosidad?

Tenemos que centrarnos.

Parezco loca hablando conmigo misma.

Entro apresuradamente. -Nadiaaaa.

-Aquí estoy Ily. ¿Qué pasa?

-¿Nadia tienes una hermana?

-No que yo sepa. ¿Por?

-Cuando salí, encontré a tu amiguita esa la española, Maddy, ella se acercó y me dijo que era tu hermana.

-Está loca. ¿Cómo va a ser mi hermana?

-Eso fue lo que me dijo ella, que está loca.- hago una pausa, tranquilizándome. -Quería asegurarme de eso Nadia.

-Bueno Ily.

Ahora ya tenemos tiempo para pensar en Matt.

Qué no.

-Nadia

-Dime

-¿Sabes algo sobre Ma... sobre nuestros guías?- corrijo inútilmente.

-No Il, no sé nada de ellos. ¿Quieres que les llame?- me mira con una sonrisa de complicidad.

 -Nadia no los llam...

Y antes que pudiera decirle algo, se lleva el celular a su oreja.

-Hola Dave.

-Mmmm, Il salió, nada del otro mundo.

-¿Qué?

-Bueno.

-Dice Il que cómo está Matthew.

-Okey, yo le digo.

-Está bien- ríe.

-Igual Dave, Bye.

Y silencio. ¿Qué pasó? Tengo ganas de escuchar qué le dijo, me mata la curiosidad.

-¿Y bien?

-La primera pregunta fue de Matt, parecía que estaba cerca de Dave. Preguntó que si hemos salido.

-Ajá ¿Y entonces?

-También dijo que no vuelvas a salir sola a la calle.

-Pero él no es mi mamá para que me diga qué hacer.- frunzo el ceño.

-Bueno, pero no te pongas de intensa.

-Bien. Sígueme contando ¿Qué más te dijo?

-Matt está bien. Es lo que te interesaba saber.

-¿Sólo bien?

-¿Y cómo quieres que esté?

-Eh... yo... no lo sé.

-Ay Ily. Bueno, también dijo que en unos días estarán acá y nos mostrarán la ciudad.

-Mmm, ya.

-Y finalmente dijo que nos cuidemos.

-Okey. Gracias Nadia.

-Para eso estamos.- me guiña un ojo. -Para ayudarnos con las personas que nos gustan.

-¿Qué? No me gusta Matt.

-Seguro que no. Por eso te brillan los ojos cada vez que alguien menciona su nombre.

-Yo no...¿Me pasa eso?



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En el texto hay: misterio, juvenil, amor

Editado: 16.12.2021

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