Koliére
Existía calma después de su partida
Un tipo preciso de calma
Como un eco de deseo
Un instante suspendido en la espera.
Soñaba entre los susurros, con la calma inmediata de una despedida
Que nunca llegó.
Un cierto tipo de calma,
más cerca de la contemplación, que del alivio
más cerca de la tierra, que del cuerpo.
La silueta de una sonrisa atada al destierro,
inmemorable, definitivo.