9. Probablemente deberíamos volver

CAPÍTULO IX

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Jones me sonrió mientras hablaba. "No quiero que pienses algo que no es", me dijo. "No soy un tipo con dos caras como esos otros, que siempre están intentando meterse en los pantalones de las chicas".

"Te prometo que no pienso eso", respondí, no muy segura. "Es solo que nunca alguien se había tomado la molestia de hacerme un detalle como este y de ti me lo esperaba mucho menos" Le dije con sinceridad.

Él asintió, entendiéndome. "Lo sé, pero ya no hablemos de eso" Me dice mirando hacia el frente.

"Vale... ¿De qué quieres hablar?" Le pregunto.

"De nosotros..." Me dice. Abro los ojos casi cayéndome de espaldas sobre la mesa para picnic.

"¿De nuestras vidas?" Pregunto.

"Sí... ¿Has pensado ya a qué universidad vas a ir cuando acabe el curso?". Frunzo el ceño tratando de encontrar la respuesta en el fondo de mi mente.

"Vaya... Es la primera vez que no sé qué contestar". admito. "¿Y tú?".

Jones se encoge de hombros. "Mis padres quieren que vaya a la Universidad Central".

Lo miro con una expresión llena de sorpresa y curiosidad. La Universidad Central es una de las más prestigiosas del país: "¿De verdad tienen tanto dinero para pagarla?". Pregunto.

"Sí que lo tienen. Para pagar por eso y mucho más". Me asiente con la cabeza, lo que hace que mi mandíbula caiga aún más que antes como si la gravedad tirara de ella hacia abajo; luego añado: "¿Y es eso lo que quieres?"

"Eso creo" Me responde, volviendo a escudriñar en mi vida. "Entonces... ¿No tienes ninguna universidad en mente?"

"Con todo lo que ha pasado, la he guardado en el último cajón de mi vida", suspiro.

"Supongo que enviaré la solicitud a alguna universidad pública". Nos quedamos en silencio unos segundos. Luego vuelvo a tomar la palabra: "O pediré una beca en una privada si el promedio me lo permite".

"Seguro la conseguirás". Acerca su hombro al mío, mirándome con una sonrisa en la cara.

El viento silba suavemente mientras estamos sentados en silencio, mirando el horizonte. Ha sido un día largo pero ha merecido la pena: estar aquí sentada con Jones en esta fresca noche de primavera es uno de los mejores momentos de mi día.

"Gracias por esto", le digo en voz baja. "Ha sido genial". Siento mariposas en el estómago mientras hablo.

"Ha sido muy agradable poder olvidarme de todo lo que ha pasado con Rachel y los demás", continúo. "Y centrarme en otra cosa durante un rato".

Jones asiente; sus ojos no se apartan de los míos. Llevamos toda la noche hablando de cosas como la universidad y lo que queremos de la vida, cosas que parecen tan alejadas de todo lo demás en mi vida ahora mismo, pero al mismo tiempo, ¡están tan cerca porque se trata de nuestro futuro!

Se mira las manos un momento antes de volver a girarse hacia mí y decir: "De nada... Yo también me lo he pasado muy bien esta noche".

Jamás pensé que hablaría con alguien como Jones Duncan de algo tan serio como nuestro futuro o que se podría tener una conversación interesante entre dos personas que apenas se conocían.

Jones aparta la mirada de mí un momento. Tras unos segundos de silencio, pregunta: "¿Nos vamos?". Asiento.

Ya es tarde y está muy oscuro, así que las farolas están encendidas. Emiten un suave resplandor que le ilumina la cara mientras me mira. "Sabes", me dice en voz baja, "No mentía cuando te dije que estás muy guapa esta noche".

Mis mejillas enrojecen al instante. "Gracias", le digo, tratando de mantener la calma aunque mi corazón se acelera y siento que me arde la cara.

Jones y yo caminamos hasta el aparcamiento y subimos al coche. Durante todo el camino le veo mirarme de reojo, porque yo también le estoy mirando.

Es difícil no quedarse mirando a alguien tan guapo como Jones, pero también es difícil no ruborizarse cuando sabes que esa persona te está devolviendo la mirada.

Noto cómo mis mejillas siguen ardiendo.

"Así que..." Digo torpemente después de unos minutos de silencio entre nosotros.

"Así que..." Jones responde con una sonrisa. Me pone la mano en la rodilla y me la aprieta suavemente antes de volver a apartarla rápidamente... ¡pero no sin antes provocarme escalofríos por todo el cuerpo con un solo roce de sus dedos contra mi piel! ¡Oh, Dios!

Mi mente está en blanco excepto por la imagen de la mano de Jones apretando mi rodilla; fue sólo un momento, pero se quedó conmigo a través de todo el silencio y la incomodidad. Fue suficiente para hacerme sentir algo que no había sentido en mucho tiempo: deseo.

"Lo siento", dice antes de reírse nerviosamente y rascarse la cabeza con la otra mano. "Perdona".

"No pasa nada", le digo, riéndome nerviosa yo también. "Quiero decir, no es como si fuéramos a casarnos o algo así".

"Sí", Jones asiente con una carcajada. "Eso sería raro". Los dos nos reímos, despejándonos de toda tensión... ¡o eso creía hasta que vuelve a tocarme! Esta vez coloca su mano sobre la mía.

Se me corta la respiración cuando aparca en medio de la carretera, me aprieta ligeramente la mano y me acerca a él.

No estoy seguro de adónde va esto, pero sé que no quiero que termine... todavía no. No ahora.

"Eres preciosa" Me sonrojo por el cumplido mientras las palabras de Jones resuenan en mi mente una y otra vez. Jones se da cuenta y me coge suavemente la barbilla con la mano, obligándome a mirarle.