Desenmascarando a Alice Walker.

11. Esto te va a salir caro.

CAPÍTULO XI

≫ ──── ≪•◦ ★♡✸♡★ ◦•≫ ──── ≪

≫ ──── ≪•◦ ★♡✸♡★ ◦•≫ ──── ≪

 

Mack y yo acabábamos de terminar nuestra pequeña travesura cuando Stacey se acercó a nosotras.

"Entonces, ¿lo hicieron? ¿no hay vuelta atrás?" Nos preguntó.

"¡Sí! ¡Ha sido increíble!", dije emocionada.

"¡No me lo puedo creer!", gritó Stacey, dando saltos.

"Estoy de acuerdo con ustedes, chicas", dijo Mack, asintiendo con la cabeza. "Está bien poder vengarse de la gente que se lo merece".

Las tres estábamos nerviosas, pero también emocionadas. Era nuestra oportunidad de demostrarles a todos el tipo de persona que era Rebecca.

Habíamos decidido revelar lo que descubrimos sobre ella ahora que era demasiado tarde para que pudiera hacer algo al respecto sin quedar como una tonta. Estábamos listas para que todos en el instituto supieran lo que realmente era: ¡una perdedora a la que le gustaba maltratar a los demás para sentirse mejor consigo misma!

En los carteles poníamos lo que habíamos averiguado sobre ella y Jones y, por supuesto, sobre su aventura con un pretendiente misterioso en el Granero de los Sustos. También nos aseguramos de colocarlos en lugares estratégicos para que la gente pudiera leerlos fácilmente y no se perdiera nada importante.

"¿Creen que descubrirán quién lo ha hecho?", preguntó Stacey ansiosa.

Mack sacudió la cabeza y dijo: "¡Ni hablar! Nadie sabrá nunca que fuimos nosotras".

"No te preocupes, Stacey", le pongo la mano en el hombro para tranquilizarla. "Estaremos bien".

"Eso espero", dijo Stacey con ansiedad. "Si lo hacen, ¿nos obligarán a abandonar el instituto?".

"¡Claro que no!", replicó Mack, frunciéndole el ceño. "¡No pueden hacer eso!".

Las tres nos miramos ante este comentario, no muy convencidas.

Minutos más tarde, cada una de nosotras hacía cola después de que la directora nos comunicara que ya podíamos volver a nuestras habitaciones y empezar las clases.

Nuestras miradas se dirigieron en dirección a la puerta principal y al pasillo, por donde todos los demás alumnos cruzarían en unos segundos y descubrirían jugosos detalles sobre su animadora favorita.

"Llegó el momento", nos susurró Mack. "Esperemos que nadie nos descubra".

Asentí con la cabeza, pero no respondí: ¡estaba demasiado nerviosa!

Stacey hizo lo mismo poco después, dejándome a solas con mis pensamientos mientras esperaba mi turno para salir. Estaba tan tensa que creía que iba a echarme a correr en cualquier momento.

Miré a mi alrededor y no había más que silencio. Los alumnos cuchicheaban, pero no entre ellos. El único sonido que se oía era el de los pies arrastrándose mientras nos dirigíamos lentamente hacia el interior del instituto, pisando los talones a los prefectos.

Pronto, el silencio fue suplantado por los gritos de adolescentes arrancando carteles de las paredes o agolpándose en grupos para poder leerlos. 

Stacey, Mack y yo observamos cómo Rebecca era una de ellos, haciéndome pasar al olvido, convirtiéndose ahora en el nuevo tema de conversación.

Las tres fingimos hacer lo mismo y nos quedamos charlando con Stephen y Rose, que se reían y se preguntaban quién había hecho semejante cosa.

"Esa tal Rebecca debe de ser una bruja", dijo una chica de otro curso, encogiéndose de hombros. "Si no, ¿por qué haría alguien algo así?".

Su amiga negó con la cabeza y se rió. "No lo sé", respondió con una sonrisa en la cara. "¡Pero seguro que tiene a todo el mundo hablando!".

Las dos chicas soltaron una risita y se dirigieron hacia la multitud de estudiantes reunidos que hablaban de ello.

Mientras los prefectos intentaban recuperar la compostura y llevarnos a todos de vuelta a nuestros dormitorios, escuchamos cómo muchos de los alumnos empezaban a difundir sus propios rumores sobre Rebecca: como que el año pasado le había robado el puesto de capitana a su mejor amiga, Abigail Thompson, y que, no habiendo sido suficiente, también había ido por su novio.

Todos estábamos tan distraídos con lo que ocurría que ninguno reparó en Abigail hasta que se levantó y señaló a Rebecca con el dedo. "¡Lo sabía!", gritó. "¡Eres una zorra!".

Rebecca se encogió de hombros y sonrió con suficiencia a Abigail antes de apartarse de ella. "No tengo tiempo para esto, Abi", dijo despreocupadamente como si no hubiera pasado nada, "Ahora voy a cambiarme". Y se dirigió al edificio de dormitorios.

Todos nos quedamos con la boca abierta. Antes de que pudiera decir algo, sentí que alguien tiraba de mí por detrás.

"Ustedes fueron las que pusieron los carteles, ¿no?". Era la voz de Jones.

Jadeé sorprendida y abrí mucho los ojos.

"No fuimos nosotras, Jones", le dije. Llevaba una expresión que decía que conocía mi culpabilidad.

"¿Estás segura?" Me preguntó, enarcando una ceja. "Porque estoy bastante seguro de que las vi salir de la habitación con carteles".

"Muy segura... Eran unas hojas de estudio para Stephen", dije en voz baja, bajando la mirada a mis pies como si me hubieran traicionado de alguna manera al no poder protegerme de esta situación.

"Miren, si fueron ustedes, no hay nada de qué preocuparse; sólo manténganme fuera de sus dramas". Jones me guiñó un ojo y se alejó.

"¿Va todo bien?" preguntó Mack en cuanto dio conmigo, notando la preocupación en mi rostro.

"¿Dónde estabas?" preguntó Stacey. "Te perdiste más rumores". Las tres empezamos a caminar rumbo a nuestra habitación, despidiéndonos de Stephen y Rose. Steph se había quedado parado analizándome, le había estado sacando el cuerpo durante un buen rato.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.