Hace media hora llegaron los amigos de María y debo decir que me cayeron super bien, nos encontrábamos sentados en los muebles en una ronda tomando, bueno ellos, yo no podía ingerir casi nada de alcohol por mi trabajo, solo podía limitarme a tomar un cóctel que es mas frutas que alcohol pero no importaba, estaba bien con eso. Los chicos eran muy divertidos, me contaban anécdotas de ellos en el pasado que daban mucha risa, habían tres chicos y una chica, la chica se llama Lele y es hermosa; su cabello es color rubio similar al mio solo que ella lo lleva por los hombros, ojos verde azulados, sonrisa encantadora, su tono de piel es bastante bronceado y su cuerpo esta bien definido, es la típica chica californiana. Por otro lado los chicos no se quedaban atrás; Michael era blanco con cabello negro y ojos azules, su cuerpo estaba bien trabajado al igual que el de sus amigos y tenia un piercing en los labios, los otros dos no se quedaban atrás; uno rubio y el otro castaño ambos de ojos verdes y piel bronceada hacían suspirar a cualquier chica, menos a mí, claro está.
—chicos vayamos a bajo para bailar —propuso Lele y todos estuvieron de acuerdo. Nos pusimos de pie y caminamos directo a las escaleras que daban a la primera planta, todo estaba más que prendido, música electrónica resonaba en todo el lugar y Lele nos tomó a María y a mí de las manos y nos jaló hasta el centro de la pista de baile, me moví a como pude y comencé a bailar, no era muy buena bailarina pero al menos lo intentaba para divertirme, aunque aquí eso no parece importar; cada quién está metido en lo suyo y no tienen tiempo de andar juzgando a los demás.
—el baile no es lo mío —comenté a las chicas.
—¿cómo? ¿acaso escuché decir a una latina que no sabe bailar? —pronunció Lele y yo me encogí de hombro.
—no soy cien por ciento latina, de todos modos.
—solo sigue como vas, lo haces más que bien —dijo, en realidad si me comparo con los demás en el salón; lo estoy haciendo normal y eso es algo que me alivia, en Colombia las chicas bailan súper bien lo cual me hacía ver a mí como una no buena bailarina, las formas de mover las caderas allá es impresionante y no llego ni a la mitad, pero me alegra que aquí no tengo que preocuparme por moverme más.
—¿bailaban sin nosotros? —preguntó Brando, uno de los chicos. Michael comenzó a bailar con María y el otro cuyo nombre no recuerdo comenzó a bailar con Lele— ¿bailamos? —invitó Brando y acepté, empezamos a movernos al ritmo de la canción y me dejé llevar, hace tiempo no me entretenía tanto y lo único que sentía era estrés.
Una hora después dejamos de bailar y fuimos a la barra a tomar algo, Michael estaba insistiendo en que tomará una cerveza y yo me negaba rotundamente—vamos, es solo una, no te pondrás obesa por eso.
—debe ser difícil ser modelo, no poder tomar es algo... horrible —comentó Lele— ¿cómo haces para pasar tus penas de amores?
—está bien —acepté la cerveza y Michael soltó un grito en afirmación e ignore la pregunta que me hizo Lele, jamás había pasado por una pena de amor, si había tenido novios pero nunca llegué a enamorarme profundamente de alguno, le di un trago a mí cerveza e hice una mueca en la cara, los cócteles saben mejor a mí parecer.
—¿ese no es tú hermano? —preguntó María, me giré a mirar hacia el lugar que me señalaba y pude ver efectivamente que era mi hermano.
—si, pensé que no había venido —dije.
—¿Nicolás es tu hermano? —preguntó Lele.
—si ¿lo conoces? —pregunté.
—si, él es el mejor amigo de Thomas que supongo que conoces —dijo y asentí— bueno, he salido ido a fiestas de ellos un par de veces y he salido con Thomas, aunque aún no somos nada.
—¿Porqué no me habías dicho nada? —le preguntó María a Lele y esta sólo se encogió de hombro.
—no sabía que los conocías.
—oh —eso es todo lo que pude decir, no esperaba tener amigos en común con Nicolás, ni tampoco esperaba que Thomas estuviera saliendo con alguien, así no sean nada aún, aunque debí imaginarme pues es muy lindo. Nicolás comenzó a caminar hacia acá y en poco tiempo se encontraba frente a nosotros.
—hola Nico —lo saludó Lele dándole un beso en la mejilla.
—hola Lele —dijo este correspondiendo al saludo sonriente. Luego se acercó a Brando y le dio la mano y luego unos leves golpes en el hombro— bro.
—Nicolás hombre, no sabía que Sam era tu hermana —dijo Brando y por primera vez en la noche Nicolás me miró.
—lastimosamente si —hizo una mueca de pesar.
—idiota —murmure.
—con que no se llevan bien ¿he? —observó Brando y luego se echó a reír.
—solo tiene envidia de mí —comenté con autosuficiencia, Nicolás enarco una ceja y se acercó a mí.