Dylan
Me siento al frente de la tumba de mi esposa e hijo. Aún después de una década me sigue doliendo su muerte, más porque en ella perdí no solamente a mi mate e hijo, sino que también se llevaron mi alma.
Suspiro pesado. No he muerto porque soy una Alfa de sangre fuerte, si no ya estuviera junto a mi familia.
Miro al cielo, rogando a la Diosa Luna que me de una oportunidad de volverlos a tener a mi lado. En eso escucho un grito y de inmediato salgo de mi jardín donde está la tumba de mi familia.
Veo a los pocos de mi manada que quedan conmigo ponerse nerviosos y es cuando siento una energía extraña fluir por mi cuerpo.
-¿Qué esta pasando? - Mi beta señala al cielo.
-Por fin mi Alfa. Por fin nuestras súplicas se está cumpliendo- Lo miro sin entender que le sucede y es cuando me señala el cielo. En ella veo una enorme bola de fuego.
-¡ESTÉN TODOS PREPARADOS!- Grito y veo como todos se empiezan a transformar al igual que yo.
Todos conocen la historia de la estrella fugaz. Cuando cae a la tierra, ella te concederá cualquier deseo. Mi deseo es revivir a mi familia y mi manada me ayudara a encontrarla.
Empezamos a perseguir a la bola de fuego que va cayendo, mi corazón se agita y siento mi cuerpo temblar.
Hemos salido de mi territorio, nuestra respiración es agitada. No sé cuanto tiempo llevamos corriendo, solo sé que no podemos rendirnos ahora.
Empezamos a escuchar los gritos de algunas brujas, que están saltando por los árboles siguiendo a nuestra estrella.
-No se rindan muchachos, los necesito ahora más que nunca- Les digo a mi equipo por nuestra conexión.
-¡Jamás Alfa!- Me responden.
-¡Tenga cuidado!, no podemos confiar de nuestro alrededor. No somos los únicos en búsqueda de esa estrella-
- ¡Si señor!- Seguimos corriendo. Aún agitados y escuchamos como las brujas pasan burlándose de nosotros. Gruño y seguimos avanzando sin perder de vista a la enorme bola de fuego.
Un momento a otro el cielo se ilumina dejándonos no solamente a mi equipo ciegos. Escuchamos los gritos de las brujas y de otros seres.
-No puedo ver Alfa- Me gritan. Trato de ver algo y me es imposible. Un momento a otro la tierra se empieza a sacudir fuerte, es como si se fuera a partir.
-¡LA ESTRELLA HA CAÍDO!- Grita una de las brujas.
-¡NO VEO NADA!- Escucho como otra bruja le responde. Aún estamos ciegos por la ráfaga de luz.
-¡PRONTO LA VISTA VOLVERÁ! TENGA CUIDADO CON LOS PERROS- Grita de nuevo al parecer la líder. Gruño y trato de olfatear a mi alrededor.
Pronto la vista se está aclarando. Primero veo borroso y después todo vuelve a la normalidad. Veo una figura a mi lado y cuando trato de atacarla, ella grita y sale corriendo para subirse a un árbol.
Empiezo a buscar a mi manada y poco a poco voy distinguiendo a mi alrededor.
-¿Alfa esta bien?- Mi beta se acerca preocupado.
-Si estoy bien, ¿Y todos lo están? - Pregunto, mientras trato de distinguir donde nos encontramos.
-Si señor, aunque no sabemos por donde se fue la estrella- Maldigo internamente.
-¿Dónde cayó? - Se escucha él murmuró de una de las brujas.
-No lo se. La estrella siempre despista su aterrizaje- Escucho decir.
Sin perder tiempo le digo a mi grupo continuar. No se cuanto tiempo nos lleve, pero tenemos que continuar y por lo que he previsto, no somos los únicos en su búsqueda.