Deseo Fugaz

2 parte

Dylan

Hemos pasado casi 2 años en búsqueda de esa estrella. He perdido algunos hombres, ya qué nos tuvimos que enfrentar a varios seres. Aunque mi equipo no pierde la esperanza, yo si la perdí.

-Creo que lo mejor es volver a nuestra manada- Les digo a mis hombres.Ya estaba cansado de toda esta mierda.

-Señor, aún hay esperanza- Me dice uno de mi manada.

-No lo creo, ya ha pasado mucho tiempo-

-Mi señor, disculpe pero aún falta encontrarla-

-¿Quien dice que ya no la han encontrado?-

-Mi señor, no creo que lo hayan hecho aun. Si alguien lo hubiera hecho, ya el cielo hubiera avisado- Según la leyenda, cuando alguien pide el deseo, el cielo empieza una lluvia de estrellas. Pero ninguna cae a la tierra.

-No lo se, ya me siento cansado y muchos de ustedes deben extrañar a su familia-

-Señor por usted somos capaz de hacer lo que sea-

-No quiero eso, ustedes son los pocos que quedan a mi lado. Además no podemos dejar mas tiempo el territorio abandonado- Se me acerca unos de mis guerreros.

-Mi señor, por que no deja a los más jóvenes, Quienes no tienen aun mate y seguimos buscando esa estrella- Me quedo pensando. Hace un año encontramos el cráter donde cayó la estrella y estaba vacío, eso me hizo perder las esperanzas pero al ver que no ha habido lluvia de estrellas donde avisa el cumplimiento del deseo. Mi equipo aún sigue con la esperanza.

-Eso son decisión suya, los que quieran venir no abra ningún problema-

-Yo seguiré con la búsqueda- Señala uno y varios que no han encontrado a su mate lo siguen. Sin objetar empiezo a despedirme y seguir el rumbo a nuestro territorio.

Pasan unos días, para llegar a nuestra manada. Donde quedaron algunos hombres y las mujeres e familia de los que me acompañaron.

Cuando llegamos, las mujeres nos reciben bien. Aunque llegamos con las manos vacías, en ellas aun hay ilusion.

Al llegar a mi casa. Una gran mansión, me sentía vacío. Pero algo despertó en mí. Sentía una energía extraña y más aún cuando la mujer del beta se encontraba algo nerviosa.

-Es bueno tenerlos en casa mi señor- Me dice Alexa, la mujer del beta.

-Gracias mujer, ¿alguna novedad?- La veo nerviosa.

-Ehh mi señor...- Antes que pueda continúa, siento un olor extraño.

-¿Quién está en mi casa?- Ella no dice nada, veo que su cuerpo empieza a temblar y se refugia en los brazos de mí beta-

-¿Qué pasa mujer, porque no le contestas al Alfa?- Le pregunta su marido.

-Es que después que ustedes se fu...eron llegó alguien...- Dice aun más nerviosa.

-Habla de una vez- Le digo brusco. No me gusta que me oculten nada. Cuando ella va a contestar. Aparece una mujer mayor y una joven quien se mantiene oculta a las espaldas de la anciana. Su presidencia me pone nervioso, en especial porque me llega el olor a brujas.

-¿Quiénes son ustedes? - Pregunto de mala gana. Odio a los extraños.

-Mi señor...- Antes que Alexa diga algo, levanto mi mano haciéndola callar.

-No te pregunté a ti- La miro duro y ella inquina su cabeza en forma de rendición.

-Señor Alfa, mi nombre es Dorotea. Pertenezco a las más antiguas brujas...- Antes que siga la he interrumpido.

-Me importa una mierda quien seas, no eres bienvenida a mí territorio- Digo muy molesto dirigiéndome hacia las escaleras ignorando su presencia.

-Señor por favor escúcheme- Me detengo y suspiro. Decido escuchar a Alexa. Por ser la mate de mi beta y una mujer que me ha demostrado lealtad.

Ella me explica de que ellas aparecieron poco meses después de nuestra partida. Pidiendo resguardo. Algo que no entendía es porque eran perseguidas.

-Mi nieta y yo vivíamos al profundo del norte del bosque. Sus padres jamás dejaron que mi nieta tuviera contacto con otros seres, cuando la estrella cayó...- Hizo un silencio la bruja. - Muchos seres empezaron aparecer en nuestro territorio. Como mi nieta tiene un alma tan pura no pudimos quedarnos en ese lugar. Solamente pido protección señor, usted es un ser muy poderoso. También se que usted no le gusta los extraños, pero mi deber es proteger a mí nieta- En eso se hace un largo silencio, cuando me doy cuenta había varios habitantes de mi manada. Con su mirada sabia lo que quería, así que decidí darles una oportunidad.

-Muestra te muchacha- Le digo a la joven, quien se ha mantenido oculta a espaldas de su abuela. -¡Vamos mujer! que quiero llegar a descansar de una vez- Le digo brusco. Mi paciencia se ha mantenido ha su limite. La joven se acerca y tiene oculto su rostro con un manto. Cuando ella se lo quita, me quedo sin respirar. Es la mujer más hermosa que nunca he visto. Su piel parece de porcelana, sus ojos son tan azules y claros que te pierdes en su mirada, su cabello es tan negro como la noche y como tengo mi corazón. Pero lo que me sorprendió fue su mirada.

En eso entendí lo que hablaba la bruja. La pureza de su corazón. Una mujer así es blanco fácil para sacrificio o para los chupa sangre. No pude decirle que no. No solo era por las miradas de suplica de mi gente, algo en mí había despertado y era la ansiedad de protegerla.

Otro capítulo escrito desde mi celular. Espero que les guste.




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