Deseo Fugaz

3 parte

Dylan

No sé en que mierda me estaba metiendo. Esa mujer me llenaba de curiosidad, es como si fuera un imán para mí.

Los primeros días. Solo la mantenía vigilada. Le había dicho a Alexa, que no quería que ninguna de las brujas cerca donde está enterrada mi familia. Lo que me sorprendió es ver a mi comunidad atraídos hacia ella. Al parecer no era el único.

Todos la trataban súper bien. Se la pasaba jugando con los niños, ayudaba a las mujeres con sus deberes y era sanadora. Alexa me comento que ella curaba con solo un toque a los guerreros que llegaban mal heridos de nuestra búsqueda.

Ella en ocasiones se comportaba como una niña pequeña. Siempre preguntaba ¿Y porque? ¿Qué es? Cosa que me irritaba al máximo, aunque los jóvenes y niños se divertían con su inocencia.

Su abuela se mantenía al margen mio, por lo menos en esa parte me sentía tranquilo. Pero había ocasiones que se ponía muy nerviosa y empezaba a mirar hacia el bosque y hacer algún tipo de oraciones que solo ella las podía escuchar.

-Después que encuentra su mate, ellos se entregan- Escucho a unos de los jóvenes de mi manada. Algunos están reunidos junto a la joven bruja.

-¿Qué es entregar?- Algunos rie por la pregunta de la chica.

-Es Follar- Le responde.

-¿Qué es Follar?- Se hace un largo silencio. Uno momento a otro estallan a carcajadas.

-Vaya Amy. De verdad sos muy inocente- Le dice una chica. Ahora se su nombre.

-¿Acaso tus padres o abuela, jamás te han hablado de sexo?- Amy se queda en silencio y antes que pueda decir algo, la chica de al lado de ella abre los ojos.

-¿Dime por favor que sabes lo que es sexo?- Amy baja su rostro enrojecido.

-¡Ohh por la diosa Luna! ¿Acaso nunca has sido besada?- Ella niega.

-¿Qué es besar?- Pregunta ella tímida. Todos abren sus ojos aun mas sorprendidos.

-¿Qué edad tienes Amy?- Antes que ella conteste, salgo de mi rincón.

-¡Basta!¿Acaso no tienen algo mejor que hacer?- Los chicos me miran asustado y en un parpadeo desaparece. Veo a Amy confundida, la ignoro y sigo por mi camino. Un momento a otro siento su presencia a mis espaldas.

-¿Qué quieres?- Le digo en tono seco.

-¿Por qué salieron ellos así?- Pongo mis ojos en blanco. Ya empezó ella con sus preguntas.

-Porque no mejor vas y ayudas en la cocina. La ignoro y sigo caminando. Cuando estoy muy estresado me gusta ir a la cascada que queda a unos kilómetros de la casa.

-Esto es hermoso- Escucho decir de nuevo a mis espaldas. Veo a Amy mirando con maravilla la cascada, en ella por el reflejo del sol, se refleja un arcoíris. Lo que no entiendo como no la sentí que me seguía y lo más curioso es su velocidad.

-¿Quién te dijo que podías venir?- Ella no dice nada. Solo se acerca al agua y empieza a desvestirse.

-¿PERO QUE HACES MUJER?- Ella ni se inmuta por mi grito y se sumerge en la refrescante agua.

-¿Acaso no tienes pudor?- Le digo dando la espalda. No la quiero ver desnuda, ya que siento que mi cuerpo se empieza a calentar.

-¿Qué es pudor?- Gruño y la volteo a ver. Me quedo sin habla al ver el reflejo del sol en su cuerpo. Es como si ella brillara, su cabello negro brilla junto a su piel. Me empiezo a estremecer y mi boca se vuelve agua. Antes que salte sobre ella me he transformado y salido corriendo.

Con la única mujer que me había sentido de esa manera era con mi esposa. Definitivamente tengo que mantenerme lejos de esa mujer y pedirle a la diosa Luna que encontremos pronto esa estrella.




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