8 parte

Dylan

Mi cabeza es un lio en este momento. No sé en que estaba pensando al momento de dejarme llevar por la pasión. Mi parte loba estaba arrepentido por tomar posesión de un cuerpo que no era mi mate, pero mi parte humana se sentía satisfecho y deseaba volver hacerlo.

La confusión, el deseo y las ganas de volver a estar con ella crecían a diario. Mi manada estaba encantada con ella, las mujeres, los niños y hasta mis hombres la buscaban a ella como si fuera su luna. Eso termino de desconcertarme ya que ellos solo tenían una y mi deseo era traerla de vuelta.

No habíamos vuelto a tener visitas inesperadas, tampoco habíamos vuelto a saber sobre la estrella. Poco a poco me fui olvidando de ella, poco a poco me fui perdiendo en su cuerpo, en sus besos. Ya teníamos una rutina, en la noche ambos escapábamos y nos entregábamos en la cascada, luego volvíamos y cada uno por su lado como si nada hubiera pasado.

Un día después del entrenamiento con mis hombres, veía como ella se acercaba a cada uno para ofrecerle de beber. Me quede como idiota observándola reír con ellos y como ellos le hacían pequeñas bromas que con el tiempo ella dejo de caer y ser tan inocente.

-¿Vas a seguir con la búsqueda de la estrella?- La bruja se me acerca. Aunque aun me incomoda su presencia, puedo torearla.

-No tengo porque decirte mis planes- Le digo seco. Me levanto dispuesto a irme pero ella me detiene.

-Me concierne saber porque si no te has dado cuenta- Hace una pausa mirando a su nieta –La que va a sufrir es ella- Me detengo y ambos contemplamos a la misma mujer.

-No sé qué hacer- Suelto un suspiro. Es verdad no se qué hacer, mi mente es un caos.

-Sabes que después que pidas tu deseo la estrella desaparece- Miro su perfil. Ella no le quita la vista a Amy.

-¿Qué quieres decir con esto?- Ella me mira y se voltea para irse pero antes se detiene y de perfil me contesta.

-Cuando pidas tu deseo, ella desaparecerá... morirá- No entendí nada. Cuando estaba dispuesto a seguirla para que me explicara, escuche un grito. Voltee a ver y vi a mis hombres recibir a los que estaban en la búsqueda de la estrella. Al buscar a la bruja ella ya había desaparecido.