Amy
Me siento un poco desorientada, no sé donde me encuentro. Poco a poco abro los ojos y observo a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en una habitación. No sé qué está pasando hasta que la puerta se abre y entra Dorotea quien llora de felicidad cuando me ve tirándose en mis brazos.
-Ohh mi niña, pensé que jamás te volvería a ver- Estoy en shock, no se qué ha pasado y mucho menos porque estoy aun en la tierra.
-¿Qué paso nana, porque aun estoy en este lugar?- Dorotea se calma y se sienta a mi lado tomando mis manos.
-El joven Alfa ha pedido su deseo- La miro sin entender –El deseo fuiste tú mi niña- Abro los ojos sorprendida.
-¡No puede ser!- Ella me sonríe, pero yo en verdad me siento es furiosa. – ¡EL NO TENIA PORQUE DESPERDICIAR SU DESEO CONMIGO NANA!- Me levanto furiosa de la cama y siento un mareo por mi cuerpo. Nana me alcanza a tomar de los brazos para no caer y me lleva a la cama.
-Debes tener cuidado mi niña, con tu estado no es bueno sobresaltarte- La miro sin entender. –Esta embarazada mi estrella- Mi corazón se agita y de nuevo caigo en la oscuridad.
Siento como alguien acaricia mi rostro. Cuando abro los ojos lo observo, el es tan hermoso y perfecto.
-¿Por qué desperdiciaste tu deseo conmigo?- Dylan, me sonríe pero no dice nada –Contéstame por favor-
-A veces las cosas no la podemos cambiar Amy-
-No entiendo, tu deseo es tener a tu esposa y a tu hijo de nuevo- Susurro mientras lagrimas caen.
-La diosa Luna sabe muy bien como he amado a mi familia. –Hace una pausa –Pero cuando tu apareciste me hiciste sentir cosas que jamás pensé en volver a sentir, además sin tener de por medio una conexión- Se acerca para besar delicadamente mis labios. –Ahora mi deseo fugaz fuiste tú- No aguanto más y rompo en llanto, Dylan envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo mientras me mese.
Cuando pudimos controlar y salir de la casa. La manada me tenía una fiesta para celebrar que me quedaría con ellos. Dylan no deja de contemplarme, y más aun cuando terminamos de hablar, Dorotea le informo que yo estaba embarazada se puso más feliz.
-No puedo creer que si hubiera pedido el otro deseo, no solo te hubiera perdido a ti, si no a nuestro hijo- Dylan se arrodilla para besar mi estomago –Aunque me pregunto porque no lo sentí hasta este momento- Empiezo a reír mas fuerte ya que sus besos me provoca cosquillas.
-Por que el bebe no quería que lo descubrieran- Dorotea se acerca y me pasa una taza –Bebe cariño, es un té para que no te vaya a dar las maluqueras fuertes- Lo tomo y bebo de él.
-¿Qué quieres decir con eso Dorotea?- Le pregunta Dylan.
-Ohh es que cuando concedieron a su hijo, Amy era una estrella. Eso quiere decir que ellos si quieren se dejar ver o sentir- La miro preocupada.
-¿Quieres decir que mi bebe será una estrella?- Me preocupa porque eso quiere decir que podrá cumplir un deseo y desaparecerá.
-Tu hija será especial, ella es mitad estrella y mitad licántropo- Dylan y yo nos miramos sin entender, Dorotea rueda sus ojos. –Su hija va ser especial, tendrá las habilidades de ambas especies, no cumplirá deseos- Suspiro aliviada –Aunque si va ser blanco fácil-
-¿Qué quieres decir con eso mujer?- Dorotea suspira.
-Que su hija va ser un ser poderoso, pero debe tener cuidado ya que su sangre y su poder va ser deseado por todos los seres-
-No voy a permitir que alguien se meta con mi familia- Dylan gruñe apretando sus manos.
-¿Cómo sabes que va ser niña?- Le digo mientras acaricio mi vientre.
-Es mitad estrella, y las estrellas son mujeres- Escuchamos a Dylan gruñir.
-No te preocupes, ella sabrá defenderse- Dorotea le advierte a Dylan quien se ha puesto nervioso. Toma mi rostro y besa mis labios.
-Jamás pero jamás voy a permitir que alguien se les haga daño, ustedes son mi familia- Me dice mirándome a los ojos – Ahora lo que importa es que seas mi mujer legalmente y la luna de esta manada-
Tiempo después.
Observo como mis hijos entrenan con su padre. Después del nacimiento de nuestra hija Liah. Una hermosa niña parecida a mí, su cabello como la noche, su piel blanca y sus ojos tan azules que cada vez que tiene cambios de humor cambia de colores. Es tan hermosa y su corazón es tan puro.
Dylan y yo teníamos mucho temor de que alguien se atreviera hacerle daño a mi hija, pero ella es tan poderosa que no hemos tenido que preocuparnos mucho, mi esposo se ha dedicado a entrenarla para que ella sepa defenderse. Un año después nació nuestro hijo Duan, es de sangre Alfa y físicamente como su padre. Ambos hijos son poderosos y nadie se atreve a cruzar a nuestra tierra.
Hemos construido un hogar hermoso. Dylan cada vez demuestra su amor por mí y por sus hijos. Cada vez que podemos escapamos a nuestra cascada entregándonos uno al otro.
Hay algo que nos tenía muy preocupados. Unas de las visitas de Dorotea, ella nos informo que había visto en el futuro algo que pondría nuestra felicidad en riesgo. Tendría que ver con la próxima aparición de la estrella, con nuestros hijos y nuestro futuro. Que debíamos entrenar con más esfuerzo ya que vendrá un enemigo muy fuerte, unos de los más fuertes que han podido existir. Él fue uno quien había tomado a unas de las estrellas y su deseo fue volverse invencible, él fue quien mato a la primera esposa de Dylan junto a su hijo, el iba a ser el mate de mi hija…