Deseos Paradisíacos de un Vampiro(editando)

Capítulo 18 El Conde Lorvil

CAPÍTULO 18

 

La furia es el mayor enemigo de una persona.

Puede convertirte en alguien vacío y lleno de maldad, con incluso, el impulso de querer atentar contra alguien inocente.

 

 

1:35 AM, París-Francia.

Abrí los ojos de golpe. Estaba en una habitación prácticamente vacía, solo estaba allí la cama en dónde me encontraba. Las paredes pintadas de negro y la única fuente de luz era una lámpara de techo que iluminaba en escasez con unas cuantas velas.

De entre la sombras la silueta de... Leroy pude reconocer.

—¿Qué les sucede a todos ustedes? ¡No me dejan estática! —chillé.

—Lo siento Nova, era necesario.

—Ay por favor. —Otro perro guardián más.

Me levanté de la cama y me acerqué a él.

—No debías estar ahí, no era parte del plan. —se inclinó a mí.

—¿Cuál plan?

—Hay que deshacerse de ella, ¡ahora!—escuché detrás de mí.

Fuí alejada de Leroy con fuerza, me arrastró y me tiró al suelo.

—¿Qué estás haciendo, Everett? —rápido se acercó a mi auxilio.

—Él ya lo sabe. —gritó.

Dejó de sujetarme y se acercó al otro hombre en la habitación.

—Debemos esperar las órdenes de Evangelo.

—Evangelo esto, Evangelo lo otro. ¡Estoy harto de oír su nombre es todas partes!

—Es tu hermano ...

—No, no lo es y nunca lo será.

—Entonces si no lo es, ¿porqué te preocupas? ¿Porqué te preocupa lo que suceda si Nova se queda cerca suyo? porque te importa.

—No. Cómo la mayoría de vampiros, Leroy,  no quiero que Lorvil tome el mando total sobre nosotros. Si se vuelve inmortal completamente, será un caos. Todo lo hago por mí y para mí. Y sí evitarle unas nalgas a él solucionará todo, entonces lo haré. Además, ¿tú qué te metes? eres solo un sirviente más, no te creas la gran cosa por ser un esclavo con favoritismo.

—Cállate, no le hables de esa manera. Al parecer el está menos demente que ustedes dos juntos. —me interpuse entre ambos— ¿Qué es lo que sucede? al menos una explicación me deben de dar. Me llevan de aquí para allá y de allá para acá, estoy harta. ¿Tú estás harto? pues yo también.

—No es tan sencillo de explicar Nova. Es mejor que descanses, recuestate.

Lo aparté.

—No gracias. Quiero una maldita explicación ahora. ¡Dios! maldito el día en que pisé ese maldito edificio. Creí que sólo sería algo más... pero no. Y mi primera vez trabajando es una basura.

—Deja de quejarte. —soltó Everett.

—¿Tú me lo pides, Don quejas?

—Ya me hartaste.

Comenzó a acercarse a mí y yo comencé a caminar hacia atrás. Choqué con la pared y él me acorraló con sus brazos. Mi corazón estaba agitado.

—Cierra. La. Boca. —habló sobre mis labios.

—¿O sino qué, pedazo de murciélago?—No iba a dejarme de él.

—No voy a perder mi tiempo contigo.

—No eres capaz de acabar lo que empezaste, eres un idiota con síndrome de grandeza que se cree demasiado solo por tener unos colmillitos y fuerza de más.

—No sigas.

—O sino, ¿qué? ¿Qué podría hacerme un imbécil como tú?

—¡NO SIGAS! —Sus manos chocaron en un fuerte y ruidoso golpe contra la pared muy, muy cerca de mí rostro.

—Pero qué-...?

Me tomó de la cadera y me colocó en su hombro.

—¡Bajame!

No pude terminar. Me había tirado a la cama, cayendo de cabeza. Acomodé mi pelo quitandolo de mi frente, labios y de más.

Él me sonrió y sin más se largó, dando un portazo.

—Tú, ¡no te muevas de ahí! me vas a explicar. —¿Cree qué voy a dejar esto pasar?

—No puedo ser yo quién te lo diga, comprendelo.

—A ver Leroy, ¿Es tu nombre verdad? —asintió— perfecto. Leroy, ¿no te da pena conmigo que no entiendo nada de lo que sucede?

Rascó una de sus cejas e hizo una mueca, dándome a entender que me iba a decir todo menos eso.

—Pues no te dejaré ir de aquí hasta que lo hagas.

Me cruzo de brazos y él se encoge de hombros.

—De todas formas debo quedarme contigo querida. No puedo salir por más que quiera.

—¿Mmh? —giré unos centímetros, el rostro viendo a la ventana— ¿qué es eso, dónde estamos, Leroy?

Me levanté y me acerqué.

—¿París? —lo volteé a ver.

Colocó una mano en mi hombro.

—Exacto, precisamente en el departamento de Everett.

—¿Cómo me trajiste aquí?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.