EXTRA

Continuación del extra anterior (⁠^⁠.⁠_⁠.⁠^⁠)～⁠>

—No creo que funcione.

—Eso esperamos todos. A pesar del miedo en las calles la gente aún quiere revelarse en contra de él, ¿tú qué piensas?

—Somos muchos pero sigo creyendo que es una pésima idea, además no tengo ánimos de dirigir una guerra que terminará mal.

—Hablas con tan poca fé, ¿porqué hermano?, ¿tan mal te ha dejado el alejamiento de esa mujer? no puedes seguir sufriendo. Ella escogió que camino tomar y no hay nada que puedas hacer ahora.

—Lo sé pero es que realmente no comprendo como pudo hacer esto. —coloqué ambas manos en mi cara con frustración.

—Es simple. El poder que él puede ofrecerle la segó.

—Yo también puedo darle poder. —lo encaré.

—Pero siempre será menor que el de él.

Luego de mil intentos hubo uno catastrófico en la montaña Dioforius. Luego de ese accidental evento no se supo nada de Beatriz. Se dice que murió en el intento o que escapó de Lorvil.

—Amo cada parte de ti. —Coloqué una mano en su mejilla y la besé.

—Amo cada parte de mí. —dijo con gracia.

—Siempre arruinando los momentos, ¿no?

—Es mi mejor etapa, ¿no lo crees?

—Si él se entera de que estamos aquí me mataría.

—¿Tan así?, ¿No eres uno de sus hijos? nuestro conde es un hombre puro y amable, bondadoso que jamás dañaría a uno de sus hijos.

—No soy su hijo de sangre.

—Pero aún así. Creo que no sería capaz, menos por una mujer como yo.

—¿Cómo eres tú?

Suspiró.

—Deberías de saber cómo es la mujer a la que dices amar, si ese fuera el caso... la pregunta ofende. —rió.

—No quise ofenderte corazón, eres lo más preciado que tengo, Beatríz.

Volví a besarla.

—Seguramente usted encontrará en uno de sus tantos viajes por el mundo a una doncella esbelta y carismática que lo haga suspirar.

—Ya la he encontrado y la tengo frente a mí.

Nos sumergimos en un apasional beso. Que desde el inicio se percató que las ropas estorbaban en su momento.

La tomé de la cadera e introduje mi miembro en su vagina. Se sentía estrecha y muy blanda. La sensación de tener relaciones con ella era algo fascinante. Perdía mis sentidos y la cordura al tenerla desnuda a mi lado. 

Hasta que ella se volvió en mi contra y me traicionó. Cuando realizaron por milésima vez el hechizo todo fue un caos y abandonaron el castillo, se alejó y se largó después del suceso en la montaña Dioforius, luego de eso no supe más de ella. Quedándome con la duda de sí realmente le importó mi amor. La Beatríz vampiro no era mi Beatríz, mi Beatríz era una mujer pura, de buen corazón, de alma serena y muy terca, sin embargo la Beatríz vampiro era una altanera, sin inocencia ni escrúpulos, traicionera que solo pensaba en su bienestar.

El ritual es básicamente una sortija en las manos del Demonio. Él quiere la vida eterna y gobernar todo, es lo que se ha propuesto. La existencia de los cuatro libros son fundamentales para el ritual, todos contienen algo que ninguno puede igualar, su contenido. Es importante, en relevancia; supremo. Todos prometen dictar a la perfección cada detalle del hechizo

¿Cierto o quizá no? 

Todos los libros han sido escritos por alguien ajeno pero con un vínculo a algún "inmortal

El cuarto libro será escrito con la sabiduría del último vampiro pero no será por él. 

—A la calavera se le da vueltas hasta encontrar la vera perfecta y allí será glorioso o tal vez consiga la penumbra eterna.—alguien.

El ritual consta de ciertos pasos e ingredientes pero también de algo único en su clase, el diamante en bruto de nuestra mina, junto a la sangre escogida. Una sangre única que solo la posee el elegido al sacrificio. 

Cada elegido trae consigo un diario, manual con las instrucciones de cómo llevar a cabo el conjuro. No puede existir alguien con sangre elegida sin que con él venga el diario.