Los días pasaron, Naruto hizo las respectivas denuncias contra el padre de Gaara, presentando las pruebas que había logrado reunir.
Para ello recurrió al abogado llamado Shikamaru Nara, quien era infalible en cuestiones penales. Él se presentó ante el juez con las pruebas necesarias, pidiendo la libertad de Gaara y acusando al padrastro de doble homicidio.
Por supuesto que todo tardó en salir, pero al final lograron el objetivo. Gaara era libre al fin, su nombre quedó limpio porque se probó que todo fue planeado por su padrastro, por tratarse del fruto de la infidelidad de su esposa.
Atraparon al psiquiatra y acusaron a Minato Namikage de cómplice por haberle facilitado el acceso a las pruebas.
Por más que Minato aludió haber sido una victima más, por haberle creído al adulto, no pudo evitar ser condenado a tres años de prisión.
Pero el padrastro de Gaara se escapó justo antes de ser atrapado. Ahora la policía lo buscaba. Los hermanos de Gaara no daban credido a lo que oían ya que su padre siempre fue todo para ellos.
Sin embargo eso no hizo que acepten a Gaara como hermano, al menos no al principio. Todo empezaba a normalizarse, al menos al principio.
Pasaron cuatro meses y el padrastro de Gaara seguía sin aparecer. Karin estaba embarazada de Menma y era felíz. Naruto y Gaara se habían casado y ambos vivían en la gran mansión donde solía vivir Gaara.
Sus hermanos estaban viviendo en sus respectivas casas alejados de ellos. Durante esos meses ambos eran felices. Gaara recuperó en parte su vida, estudiaba medicina y amaba su carrera.
Karin salía, esa tarde, del médico. Acababa de ver a su bebe, era un hermoso varón. Ella esperaba que se le paresca a su padre.
Pero al caminar dos pasos un auto pasó mientras la ventanilla bajaba y aparecía un arma que disparó contra ella dos disparos. E inmediatamente asceleró y desapareció de la escena.
El caos se hizo presente, todos empezaron a gritar. La ambulancia llegó al poco tiempo. Momentos luego Karin estaba entubada y conectada a una maquina que la mantenía viva.
Naruto fue llamado al instante quien llegó junto con Gaara. Ella estaba en como porque una de las balas llegó a su cerebro.
Solo podrían salvar al bebe manteniendola viva hasta que puedan hacerle la cesaria. Naruto no podía creerlo, aquello le dolió tanto que de no ser por Gaara que estaba a su lado, se habría desplomado allí mismo.
Sentía que todo lo relacionado con su querido hermano gemelo estaba siendo destruído. Eso lo desesperaba a más no poder.
—Menma....todo lo suyo está siendome arrebatado....y....y...
— No todo amor — dijo Gaara abrazándolo — Aún queda su hijo que puede salvarse.
— ¿Hablas en serio Gaara?
— Totalmente. ¿Quieres que...?
— Si, por dios. Si
Así pasaron los meses, pero investigaron arduamente el asesinato de Karin hasta llegar el momento en que debían hacerle la cesaria. El detective privado que Gaara y Naruto contrataron pudo encontrar las pruebas que acusaban al padrastro de Gaara como el que disparó a Karin.
El abogado Shikamaru presentó todas las pruebas al juez mientras en ésta ocasión si era capturado por la policía. El juez lo condenó a perpetua en una prisión de maxima seguridad.
Dos días después nacía el hijito de Menma. Era igualito a su padre. Karin era desconectada y al fin podría descansar en paz.
Naruto sujetó a su sobrino en sus brazos con ternura. Era tan felíz que prometió a su gemelo cuidar a su hijo como si fuese propio.
— Descansa en paz Menma, nosotros cuidaremos a tu bebé.
— ¿Y cómo se llamará el pequeño? — preguntó Gaara abrazandolos a los dos.
— Boruto Namikage.
— Hermoso nombre mi amor.
El día del funeral de Karin estaba particularmente lluvioso. Naruto la hizo enterrar junto a Menma y les dijo adios a ambos.
Su vida de dolor había quedado atrás con ese funeral. A partir de ese momento empezaría una nueva vida tanto él como su amado esposo y su sobrino al que quería como hijo.
Se subieron al auto, Gaara conducía. Naruto estaba a su lado sosteniendo a Boruto. El pelirrojo acarició a su amado dorado con amor.
— Somos una familia ¿cierto Gaara?
— Muy cierto mi amor. Y tenemos la dicha de tener un hijo.
— Gaara Namikage suena bien ¿verdad? — decía Naruto sonriendo.
— Suena perfecto.
Ambos se besaron con pasión, pero el bebe empezó a llorar en esos momentos y ambos tuvieron que separarse.
— Ya mi amor, tranquilo. Tú siempre serás el número uno para tus papis. — decía Naruto haciendo que Gaara sonría, mientras encendía el auto y desaparecían del cementerio.