Desierto

5

Las ideas de escapar se quedaron olvidadas esa noche y es que Viktor redobló la seguridad a los alrededores de aquella habitación, los tres estaban sanos y salvos aunque habían sido escarmentados de alguna manera, la enorme cama los hizo quedarse profundamente dormidos hasta que por la mañana Mila los despertó con un grito de buenos días.

- ¡Despierten dormilones!- los movió.

- ¿Qué tanto gritas bruja?- Yurio gruño sentándose en la cama.

- No me digas así gatito...- dijo con una sonrisa la mujer- El rey les manda el desayuno y espera que lo coman caliente.- mostro la mesa llena de comida.

- Chris dijo que nos quedaríamos un día sin comer como castigo por escapar anoche.- Phichit fue el primero en levantarse.

- El no es el rey, Víktor les manda a que sacien su hambre.- sonrió con aparente inocencia.

- Nos quiere engordar como puercos para después darnos a sus tigres.- comento Yurio levantándose también.

- Yuuri, levántate a comer.- dijo Mila al ver que el chico solo observaba desde la cama.

- No tengo hambre.- se dio la vuelta ignorando a la mujer.

Yuuri no dejaba de pensar en su familia y en la propuesta de quedarse a vivir en aquel lugar, todos sus años de estudio al final no iban a servir para nada ya que estaba cautivo por un rey del cual no sabia sus intenciones verdaderas, Mila no dijo nada mas y solo se retiro para informarle la situación al rey.

- ¿Qué te pasa Yuuri?- Phichit se acerco a la cama para verlo.

- Somos tres prisioneros.- comento cabizbajo.

- Al menos nos están tratando bien y corremos con la suerte de que nos han dado nuestro espacio.- comento Yurio acercándose también.

- Aunque la jaula sea de oro no deja de ser jaula, aunque no estén tratando bien no dejamos de ser prisioneros ¿Hasta cuando nos atenderán? tarde o temprano tendremos que trabajar para seguir comiendo.- dejo escapar un suspiro pesado.

- Eso es verdad, no sabemos cuales son las verdaderas intenciones del rey.- Phichit vio la mesa llena de comida.

- Apuesto lo que sea que seremos sus esclavos.- Yurio se dejo caer en la cama viendo el techo.

Las puertas de la habitación se abrieron de golpe dejando entrar a Víktor que llevaba un semblante serio, vio a los tres sentados en la cama y la mesa de comida intacta.

- Retiren los platos de comida, si no desean comer no comerán en todo el día.- vio directamente a Yuuri.

- ¡Alto... era yo quien no tenia hambre, no puede dejarlos a ellos sin alimento!- se levanto de un salto de la cama.

- Rechazan mis atenciones y mi buena voluntad, si quieren que sea un tirano con ustedes lo seré.- no cambio su expresión.

- ¡Nos tienes prisioneros!- Yurio alzo la voz.

- Saquen al enano y denle diez azotes para que suavice su carácter.- ordeno a los guardias.

- ¡No!- Yuuri se puso en medio- Fui yo quien ha rechazado sus gestos de buena voluntad, si quiere castigar a alguien seré yo.- se sintió culpable.

- Camina entonces.- se hizo aun lado.

Phichit trato de detener a Yuuri sin embargo no pudo evitar nada, Viktor solo quería una excusa para sacar a Yuuri de sus aposentos y llevarlo a conocer parte de su palacio aunque no espero hacerlo de esa manera, dejo la mesa con la comida y las puertas se cerraron cuando el rey salió. Yuuri llevaba su cabeza gacha mientras seguía al rey por aquellos amplios pasillos pensando en lo que estaba a punto de pasar y con las palabras tan firmes del hombre le daba terror imaginar ser azotado, salieron del palacio y les estaba esperando Mila con un caballo blanco.

- Todo lo que pidió va en la bolsa.- dijo la mujer con una sonrisa.

- Gracias, vuelve al palacio y has tus labores... ah, y asegúrate de que Chris no se pase de atrevido.- la vio asentir y retirarse, sus ojos se posaron sobre Yuuri quien estaba confundido así que subió al caballo- Dame tu mano para que subas.- extendió la suya.

Yuuri le vio con desconfianza aunque al final decidió tomarla ya que no tenia mas opciones, Víktor lo levanto del suelo y lo dejo sentado frente a el aunque con ambas piernas hacia un lado, animo al caballo a caminar y este lo hizo.

- ¿A donde me lleva?- pregunto Yuuri viendo el camino.

- A un lugar que me gusta mucho.- dijo el mayor sin apartar su vista del frente.

- Creí que recibiría azotes por mi insolencia.- Yuuri iba jugando con sus manos gracias al nerviosismo.

- Jamás dejaría que alguien hiciera un acto así...- suspiro cansado- Puedo imaginar que ustedes me tienen como un tirano que solo busca tenerlos como esclavos, pero las cosas no son así y debes confiar en mi cuando te digo que pertenecen a mi reino.- consiguió la mirada de Yuuri.

- ¿Por que? nosotros pertenecemos al mundo exterior, nacimos ahí.- Yuuri frunció el ceño.

- Aun cuando hayan nacido ahí, ninguno pertenece...- sonrió mientras admiraba la belleza del chico- Tu fuiste enviado a este mundo por los dioses y ellos concedieron en ti el don de la vida, eres un doncel y fuiste echo para mi.- dejo que el caballo siguiera su andar ya que el animal conocía muy bien el camino.

- ¿Qué quieres decir con que soy un doncel?- Yuuri estaba confundido.

- Un doncel es un joven que puede traer vida a este mundo en su vientre.- no quería ser tan grafico.

- ¿Hablas de concebir un bebé en mi vientre?- de verdad le estaba costando mucho el asimilar aquellas palabras.

- Así es... el que la tormenta los separara de los demás no fue coincidencia, al principio no lo vi, pero ahora se que los dioses los enviaron a mi reino.- la expresión de Víktor no dejaba dudas de que no era una broma.

Necesitaba saber porque se sentía tan atraído hacia un chico que recién había visto una vez en su vida, consulto su magia y los libros de historia encontrando una profecía que encajaba con aquel momento. Tres jóvenes donceles serian llevados al reino por una tormenta de arena y uno de ellos le daría vida al siguiente monarca, Víktor estaba mas que seguro de que Yuuri era quien llevaría a su descendencia en su vientre, pero para que esa descendencia llegara debía ser digno y su destinado debía aceptarlo.




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