Desnuda

Uno

AVERY CLINTON.


Hay gente buena y gente mala en este mundo.

Y justo vengo a enviarle una foto mía desnuda a la persona más mala que he conocido, James Maslow.

Lo conozco desde los cinco años y se muy bien como es.

— Por favor James, borra la foto.

Le suplico de rodillas en el suelo mientras abrazo una de sus piernas.

Si, soy una patética, pero en serio necesito que borre la maldita foto.

— No pienso borrarla, ahora te tengo en mis manos, esto va a ser muy divertido. —Hablo con una sonrisa malévola en el rostro.

Ahora sí estoy jodida.

Y aunque ya se que no va a borrar la foto, aún así sigo insistiendo.

— Pedime lo que quieras que lo hago pero borra esa foto.

Se lo piensa un segundo y enseguida me responde.

— Vas a ser mi sirvienta por tres meses y luego de eso borro la foto.

¿Sirvienta? ¿Tres meses?

¿Quien me manda a mi a mandarle fotos desnuda a mi novio? Nadie, así que no me queda de otra.

— Está bien lo que quieras pero mientras tanto no se la podés mostrar a nadie.

— Como si alguien quisiera verte desnuda.

Un golpe directo al corazon.

— De acuerdo, que es lo primero que tengo que hacer. —Hago como si lo que me dijo no me hubiera lastimado, pero si lo hizo y mucho.

— Tráeme algo de comer. —Me ordenó y empujó de mi para que empezará a caminar.

Dios, esto va a ser un infierno, lo digo por tener que estar cerca de él.

















 

(…)


















 

Si, esto es un infierno.

Ahora me encuentro en la casa de James cortándole las uñas de los pies con la boca.

¿Porque me pasa esto a mi?

Empiezo a tocer y me alejo de él.

Mierda, me trague su uña.

— Sos un cerdo James.

— Tampoco es para tanto.

— ¡Me acabo de tragar una uña de tu pie!

Me acerco a él quedando a escasos centímetros.

— ¿Tantas ganas tenés de besarme? —Pregunta burlón.

Estoy por contestarle pero el se me adelantó.

— Porque yo me muero de ganas de besarte.

Sin más me sujeto de la nuca y presionó sus labios sobre los míos, para seguido empezar a moverlos.

Cuando me di cuenta ya le estaba siguiendo el beso.

Y lo que es peor es que me está gustando.

Me siento en sus piernas y coloco mis brazos al rededor de su cuello para seguirle mejor el beso.




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