Te hallé con el alma rota, triste, herido y destrozado...más no pude resistirme en reparar, lo que otros habían dañado.
No sé que debilidad, tengo por esas cosas, y es que me empeño y no paro, hasta dejarlas hermosas.
En fin, esa decisión, me ha costado la vida pues fue tal tu ingratitud, que ahora soy yo la herida.
Es que aveces nos entregamos y nos vendamos los ojos, creemos en cualquier cosa...para no sentirnos solos.
Y a ti...si alguna vez me encuentras.. sola, errante y marchitada...te acordarás de mis versos y que me deje la piel....en nada. Más no cometas el error, de acercarte a mi persona...porque una vez que lo haces....el karma no lo perdona...