DÉsolÉ: cuídate de mí.

XXII: Evocación de traumas.

Después de aquella triste historia, traté de calmar a la señora Daphne, descansó otra vez en su cama y verifiqué su temperatura, había bajado, lo cual, me trajo un gran alivio. Revisé mi celular por primera vez durante horas y me di cuenta que recibí mensajes por parte de Olympia.

 

¿Por qué no viniste a clases?

 

Ella debería estar acostumbrada a que faltara en algún momento, pero por lo le leí en el siguiente mensaje, su preocupación tiene sentido:

 

Es por mí, ¿verdad?

¿Es porque fui yo la que envió esos bombones?

Te lo puedo explicar.

 

Me siento demasiado tranquila para pensar en los bombones, no me parece un problema grave a comparación de la historia que me ha contado la señora Daphne. Olympia me envió esos mensajes hace una hora, suspiré ante mi pequeño descuido, así que decidí contestarle de inmediato:

 

No es por eso.

Mi vecina se enfermó y no había nadie que pudiese cuidarla.

Por eso falté a clases.

No estoy enojada por los bombones.

Aún así me debes explicaciones sobre los bombones.

Está bien.

Te lo diré mañana.

 

Hoy vendrá Lilly Hoffman a la casa de Frederick, es algo que no puedo olvidar, si fallo, es algo que se escapa de mis manos, tendría que decirle a Malcom que no me presione tanto para conseguir la información que la AC quiere. Se me hace un poco extraño que ningún Consejal de la AC se ha comunicado conmigo desde que empecé esta misión, tendré que preguntarle a Max, él suele comprender mejor las reglas de la AC que yo.

Me quedé con la señora Daphne, mostró bastante mejoría antes de que viniese Lysander por mí, tal parece que le explicó ciertas cosas a Frederick, aunque, conociéndolo un poco, no debió enojarse, parece ser una persona que le costara hacer eso.

―¿Cómo te ha ido?

Sentí que estaba delirando, ya que no puedo creer que el mismísimo Lysander me esté preguntando aquello, normalmente no le importa lo que hago, pocas veces se ve interesado en algo que realizo, pero solo es eso: pocas veces.

―Muy bien, le ha bajado la fiebre y ha mejorado un poco. ― Aún así, le pregunté a Eddie si ya salió de su reunión para que pueda cuidarla en mi lugar.

Sentí la mirada de Lysander a través del espejo, como si quisiera decirme algo a través de ella, no sé interpretar muy bien las miradas, pero presiento que tiene la necesidad de decirme algo.

―¿Ocurre algo, Lysander?

―¿Ocurre algo contigo, Simons?, estás más metida en tu mente de lo usual.

―Nada, solo estaba pensando en cosas triviales. Por cierto, Lysander, si una persona te regala bombones con una edición romántica, ¿significa que le gustas a esa persona o es ofrecer tu amistad?

―No sé de relaciones humanas, mucho menos las actuales, no soy experto sobre el tema de sentimientos, así que es mejor que se lo preguntes a Frederick.

―¿Frederick tiene más experiencia en el romance y la amistad que tú? ―La pregunta no tiene qué ver sobre lo que me contestó, pero me parece curioso que un hombre de quinientos años no sepa nada de eso.

Hubo un silencio bastante largo, manejó por un tiempo, hasta que dijo:

―Sí, tiene más experiencia en eso que yo.

Tal vez por eso Lysander nunca se le confesó, no sabía qué hacer, es cierto que yo tampoco sé mucho sobre el tema, lo que he aprendido fue gracias a los libros, tal vez tenga experiencia con la amistad, pero no en el romance como Erika y Max. Lo único parecido al enamoramiento que he sentido, fue cuando era una niña de once años, por un niño de mi edad que se llamaba Francisco.

Sé que Lysander siente algo por Frederick, si yo me he dado cuenta en tan poco tiempo, ¿él ya lo habrás sabido durante años?

―Lysander.

―¿Sí?

―¿Nunca te has confesado a nadie?

―No, ¿por qué haces preguntas extrañas?

―Tu fuiste el primero en buscar plática, no te quejes.

Él suspiró con resignación, parece que ya no tengo miedo de recibir una bofetada por Lysander, porque sé que nunca haría eso, parecía poner los modales por encima de todo, algo bastante admirable.

―Es mejor que le preguntes a Frederick después de su reunión con lady Hoffman… o mañana ―lo dijo casi como una preocupación.

―¿Por qué?

―Tú no conoces a lady Hoffman, haría lo que sea para tener a Frederick de su lado, confío en que él no se va a dejar engañar, no es alguien tan crédulo, pero ella tiene muchas herramientas bajo la manga.

 

[…]

 

Al llegar, fui recibida por una buena comida en la cocina que preparó Frederick en ese momento.

Charles saludó y se acostó a mi lado, por lo que puedo ver, el poni sabe que no puede acompañar a Frederick para su reunión, es como si pudiese presentir lo que sucedería.

Estuve muy hambrienta, así que me sentí satisfecha con la comida y con el postre, el cual era un buen yogurt con trozos de fresas, debería pedirle a Frederick que me enseñe repostería mientras vivo en este lugar. Lo único que me incomodó al comer fue la vigilancia rigurosa de Lysander, si sigue así, no podré escuchar la plática de Frederick con Lilly Hoffman.

―Comes muy lento.

―Estoy disfrutando de la comida, no como yogurt de fresa todos los días.

Lysander suspiró, pude ver que movía mucho el pie, se nota un poco angustiado y no precisamente porque yo estuviese comiendo lento.

―Ya terminé ―dije.



#17832 en Otros
#6152 en Joven Adulto

En el texto hay: vampiros, lgbt, discriminacion

Editado: 20.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.