Desperté Queriendo Soñarte

Capitulo 8


Mi cabeza va a explotar, estoy más cansada de lo normal. He pasado tantos días despertando a tan tempranas horas que ya perdí la cuenta. Para el pelirrojo como si fuese poco llevarme a trotar a un parque en el que no hago más que caerme más de cinco veces por minuto también incluyó un estúpido cronómetro y un silbato. Al principio creí que era para utilizarlo en el parque, pero no.

El muy imbécil creó una rutina, palabras de él no mías, ¿Cuál es su rutina?.

Bien, sin contar mi reloj de mesa en total tengo unos cuatro más, y todos suenan al mismo tiempo, esto es para levantarme a las cinco de la mañana en modo ogro. Mamá se encarga de abrir mi ventana aunque ambas sabemos que el sol apenas comienza a salir a esas horas. También como la cómplice en la que se ha convertido ha tomado la manía de encender la aspiradora dentro de mi habitación aunque no esté limpiando nada y lo único que logra es hacerme morir de frustración al no poder conciliar de nuevo el sueño

Luego Dustin llega con su estúpido silbato, y cronómetro. ¡Esta demente! Y es ahí cuando tengo que levantarme como una loca tratando de no tropezar (Lo cual siempre pasa) correr, bañarme y vestirme. Todo como si fuese un flash de cámara. Luego bajar las escaleras y salir trotando junto a ambos rumbo al parque, el regreso es más de lo mismo salvó que tengo que desayunar tan rápido que no me da tiempo de masticar cinco veces mi bocado. Y por último estar lista unos treinta minutos antes del instituto.

¿Funciona? Sí, pero no conmigo. Creo que estoy maldita o algo por el estilo ya que aunque hago todo lo que Dustin me obliga a hacer, siempre llego tarde. O bueno, llegamos. Me distraigo fácilmente así que pierdo tiempo en pequeñas tonterías como les llama el pelirrojo. Además de que el dolor en mis articulaciones no es normal, a eso se le suma la molestia en mi hombro.

Luego del incidente con Xan, nadie quiso decir nada, todo estuvo demasiado raro con el rubio. Clara me dijo que no habían hablado y no era para menos la había gritado y acusado con toda la intención de ofender, justo frente a casi medio instituto. No era el mismo chico de sonrisa deslumbrante que te hacía babear por él de tan solo verlo. Era diferente.

—¡Delanie, no te duermas viene la mejor parte!—La castaña me sujeta de los hombros para traerme a la realidad.

—¡Voy!—Me levanto, y en mi mente esta impresa la carrera hasta el baño para poner en marcha la rutina de mi despertador humano

—¡Oye!, ¿A donde vas?—Pregunta, dándome una mirada curiosa.

La miro, luego veo mi habitación, las palomitas, las gaseosas y la televisión. En la cual trasmiten nuestra película Disney favorita: Buscando a Nemo.

Rasco mi nuca, y dejo salir un bufido.

—Me siento como un cachorro que hay que domesticar—Me quejo, me pone de malas todo el cambio que mi mamá ha hecho. Sobre todo Dustin, cada vez que lo veo lucho una guerra interna para no matarlo—¡Es irritante!—Exclamo, tirándome de nuevo en la cama al lado de mi amiga.

—A mí me parece divertido—Sonríe la castaña.—Además, no puede ser irritante pasar tanto tiempo con ese bombón.—Clara deja salir un suspiro soñador. Sabrá Dios en que clase de sucia situación imaginó al pelirrojo.

No, Dustin no es horrible (Físicamente) ya lo he dicho y aceptado, pero ¡Vamos! Se mete con mis gloriosas horas de sueño. Eso lo ha convertido en el centro de mi odio. Además es muy egocéntrico, idiota e inmaduro. Pocas veces es amigable... Bueno en realidad es amigable siempre, pero cada vez que le veo lo asocio con la palabra: Arruinar. Sí, porque me arruina mis mañanas. Es frustrante tener que hacer una carrera olímpica antes de ir al instituto. Sobretodo tener que aguantar a un mandón cada que abro un ojo.

Debo confesar que aunque llego tarde (Porque lo hago) no es como antes, ahora son diez o veinte minutos de retraso. Y además sigo sin llegar sola como solía hacer, ahora mi martirio va conmigo. ¡Yupi! *Insertar sarcasmo aquí*

—Lo quiero matar—Lloriqueo, mientras meto un puñado de palomitas a mi boca—Ni siquiera lo conozco bien. ¿Cómo carajo mi mamá puede confiarme en las manos de un chico que no conoce?—Pregunto. Desconcertada—¡Esta loca! ¿Es la menopausia?—Vuelvo a preguntar, pero nuevamente interrumpo a Clara y me respondo yo misma—Sí eso, menopausia.

—¡Delanie por el amor a Dios!—Grita Clara, y me lanza una almohada—No me dejas ver como están iniciando a Nemo—Se queja—Y tu mamá no está loca, seguramente ha investigado a Dustin o que sé yo. Pero si algo sé es que Lena Adams no le confía su hija a nadie—Me explica. Lenta y pausadamente, como si esa fuese la única manera de poder procesar sus palabras en mi mente colapsada por la falta de sueño.

—Pero aún así creo que están locos los dos—Susurro, tan bajo que creo que no me escuchó.

Pero sí, lo hizo.

—La única lunatica aquí, eres tú. Delanie llegas una hora tarde al instituto ¡Una! Y a veces hasta más—Chilla. Irritada—Que Dustin te ayude a mejorar es muy bueno, sí, tal vez su método no es el mejor. Pero es ayuda, ni siquiera cuando yo te quise ayudar pude hacerte llegar aunque sea unos diez minutos tarde... ¡Ese chico es un milagro!—Decreta.

Me resigno a seguir la conversación, Clara es imposible... Pero sé que lleva la razón. Dustin me está ayudando. De una loca manera, pero lo hace.

•••

Me tiro en el sofá de la sala, Clara se fue hace unos minutos y estoy sola con los recuerdos nuevamente. Inhalo profundo, toda la situación con el despertador humano, el conflicto de Clara con Xan y mi debate diario con mi madre porque aleje a Dustin de una patada en el trasero han mantenido a mi mente lejos de lo que hace semanas atrás no podía dejar de pensar. Pero estoy sola, otra vez.

Y eso solo me deja una sola cosa por hacer, permitir que mi mente divague y creé los escenarios que quiera, cuando mamá está en casa no me acerco a la puerta al final del pasillo, no la miro, no la pienso. No quiero que ella sienta mi dolor y vacío. Pero cuando no está, toco la madera, dejando que mis manos la acaricien porque cada vez que estoy frente a ella y giro el pomo cierro con fuerza mis ojos y contengo la respiración esperando oír un:



#2082 en Otros
#527 en Humor
#5233 en Novela romántica

En el texto hay: novela juvenil, amigos y amor

Editado: 20.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.