Capitulo 26

—¡Levántate, carajo!

Cubro mi rostro con mi almohada hundiéndome más en mis desgracias.

—Delanie, por favor, vamos—Clara me mueve de un lado a otro

Me aferro a mi cama, a mi lugar tranquilo; mi habitación, el único entorno capaz de hacerme sentir segura, cómoda y relajada. Además de que no me juzga si lloro, grito, canto desafinando o río sola.

—No iré, ya dije—Decreto con firmeza, mi voz sale distorsionada gracias a la presión de mi rostro contra la almohada

—No dejarás que eso te derrumbe ¿O sí? ¡Blake y Drake nos esperan abajo! —Continua mi amiga

Ok, ¿Cuál es la situación?... Bien, ¿Recuerdan dónde nos quedamos?

—Orgullo y prejuicio

Sí, ahí. Rebobinemos un poco al día anterior, justo en el momento en dónde bese a Dustin

Vamos, vamos y…

—¿Qué? —Inquiere aturdido el chico

Mi sonrisa tiembla en mis labios, pero el atisbo de la suya la mantiene firme

—Lo que escuchaste, Murray—Alzo el mentón como me enseñó Clara

Niega divertido mirando el libro en su regazo y luego a mí

—Estás loca, rubia—Sus labios tiran en una ancha sonrisa que hace que las mariposas en mi estómago revoloteen

—Sí, un poco—Me encojo de hombros

Se levanta obligando a mi metro sesenta y seis a elevar el rostro para apreciar todo su metro ochenta… Tan grandote y parece un oso de felpa.

—¿Qué fue eso? —Cuestiona entornando sus ojos y logrando que el sonrojo no me abandoné, al contrario, se vuelve aún más notorio es obvio que habla del beso

—No sé de qué hablas—Miro hacia otro lado evitando el magnetismo que envían sus ojos a los míos—En realidad, sí—Bufo—Te entregué tú libro, el mismo libro que te tiré el día que nos conocimos ¿Recuerdas Dustin?

Explaya sus ojos

—No sé de qué hablas—Me imita logrando que ría

Junto mis manos al frente y tomo una gran bocanada de aire obligando a mi timidez a hacerse a un lado y darle paso a mi osadía… ¿Tengo de eso? No lo sé. Lo miro, se mantiene expectante a lo que diré y sin más solo lo suelto

—¿Quieres ir conmigo al viaje?

Sonríe de manera taimada

—¿Me estás invitando a un viaje al que ya estoy invitado? —Pregunta con burla, solo está disfrutando de verme pasar vergüenza conmigo misma—Explícate mejor, Adams

Muerdo mi labio inferior, este es el lado de él que quiero aniquilar… A quien engaño, también me gusta

—¿Quieres ir como mi pareja? —Mascullo de manera inaudible

—¿Mmm?

—¿Quieres ir como mi pareja? —Repito entre un balbuceo que sé que escuchó, pero aún así continúa con la tortura

—Mas fuerte, por favor—Pide

Le doy una mirada helada

—Olvídalo, Clara tiene un gato y está soltero, seguro nos divertiremos—Giro sobre mis pies

Su mano se enrosca en mi antebrazo y me voltea

—Delanie yo…

—¡Dustin, ahí estás!

Parpadeo un par de veces atónita, tanto el pelirrojo como yo nos centramos en la morena que corre en nuestra dirección, trae una gran carpeta llena de hojas mal organizadas que en cualquier momento saldrán volando, tan Delanie Adams de su parte.

—Miranda, ¿Qué ocurre? —Cuestiona el chico

Mi sangre comienza su proceso de ebullición, no voy a dar pie para que vuelva a hacer lo mismo de la cafetería. No estoy para estos juegos, he sido paciente como se lo prometí a Drake, pero merezco que me tomé como prioridad en este instante, sobre todo ahora que deje ver una parte de mí con él que jamás pensé que nadie vería…

—Dustin…—Lo tomo del antebrazo logrando que se centre en mí por unos segundos

—Tienes que venir, la profesora Turner alega que mi trabajo de geometría no lo entregue eres testigo de que sí lo hice—Canturrea la morena tomándolo de su mano libre, y está vez no lo escondo, vuelco mis ojos

—Claro—El pelirrojo se voltea por sus cosas soltándose de ambas

No lo hagas, no me hagas esto… Esta vez, solo está vez elígeme

Mi corazón comienza a bombear la sangre de mi cuerpo de una manera sumamente rápida…

—Dustin—Vuelvo a llamar con un hilo de voz, casi como una súplica

Me mira con suavidad unos segundos

—Lo siento Delanie, debo ayudar a Miranda… Luego lo hablamos—Lo veo marcharse con la morena

Justo así es como se me partió algo, porque así se siente el abandono… Me sentí desplazada, como que si mis sentimientos no importarán… No tengo nada en contra de Miranda, al contrario, la admiro por tener que hacer tantos trabajos a última hora y entiendo que Dustin la esté ayudando, pero ¿Por qué en ese momento? ¿Por qué tenías que hacerme sentir como nada, Murray?

En el día de hoy, último día de nuestra vida de instituto, una de mis clases es literatura, la única clase que comparto con Dustin y me niego a darle la cara estoy tan dolida con él porque luego de eso no llamó, no me buscó… Nunca lo hablamos

—¡Que no voy, ya lo he dicho! —Grito lanzándole la almohada en la cara a Clara

—¡Oye! —La esquiva—¡Vamos a calmarnos! No eres la única con problemas, Delanie… ¡Te recuerdo que soy la burla del instituto, solo quiero a mi amiga conmigo para no sentir como me hunden en el lodo! —Exclama con fuerza

—¡Pues entonces mejor no vayas! —Contesto de igual manera—¡Porque hoy no seré tu pilar, hoy estoy más hundida que tú y no te sirvo como apoyo! ¡Estoy harta de que todo el mundo quiera entrar a mi vida y luego irse como se le de la gana! ¡Estoy malditamente cansada de tener que quedarme en espera, porque no es importante pensar en Delanie, y sé que me oigo exagerada o dramática! —Se me quiebra la voz—Papá se fue, y me cerré más… Llegó Dustin y me mostró una nueva perspectiva, me enseñó a reconectar con una nueva Delanie, y ahora él también se va—Muerdo mi mejilla interior—No quiero tener que pasar por lo mismo, Clara. Viví con depresión una vez no quiero que se repita… No quiero levantarme en las noches llorando de nuevo, parecer un zombi y lamentarme como anima en pena… Me hastía tener que ver cómo los demás avanzan y son felices ¿Y yo qué?