NÚMERO DOS

—Entonces… ¿Ya está listo?—preguntó Sehun al técnico automotriz.

—Así es joven Oh, está como nuevo.

—Perfecto, entonces los llevaré al aeropuerto.

—¿Y si yo me quedo? —dijo Hyo abrazándome y haciendo un berrinche.

—¿Para qué o qué?, Estoy seguro de que tus padres ya te extrañan. Dales el gusto—dije haciendo énfasis sarcásticamente en la última palabra—de verte.

Luego de ése momento incómodo decidimos que lo mejor para ir al aeropuerto en paz era que Hyo-yeon se fuera en el auto de Sehun y el técnico conmigo en mi Jeep.

Al llegar al aeropuerto nos reunimos nuevamente en la sala de espera, luego Sehun y yo los llevamos hasta la aduana para que les revisaran sus documentos y pudieran proceder a abordar el avión. A la hora de despedirnos Hyo me miró con ojos suplicantes diciendo »No me quiero ir Chennie...«, ante lo cual yo tomé sus manos y acerqué mi rostro lenta y peligrosamente al suyo. Al estar lo suficientemente cerca como para besar sus labios dije: “pues yo sí quiero que te vayas”.

Luego de esto, tomé sus hombros y le di media vuelta hacia la puerta para luego darle la espalda y dirigirme rápidamente a la salida. Al estar con Sehun nos despedimos y cada quién se fue por su cuenta hacia su departamento.

Al llegar la noche sentí una extraña necesidad de ver a McClane, era como si una parte de mí se quedara con ella cada vez que nos decíamos adiós. Entonces, decidí que lo mejor era llamarle por teléfono y quedar con ella para tener una cita al otro día. Al marcar el tercer tono ella respondió.

—¿Sí?, ¿Hola?

—McClane, qué bueno que recuperaste tu celular. Buenas noches, por cierto.

—¡¿Chen?!, Ammm hola, qué inesperada sorpresa.

—Sí, lamento molestarte a estas horas… Pero quería saber si…—titubeé unos segundos pensando si realmente debía decírselo o no

—¿Querías saber si qué?

—Si… te gustaría tener una cita conmigo—dije finalmente aparentando seguridad absoluta en mi voz a pesar de mi nerviosismo interno.

—Mmm, ¿Cuándo?

—Mañana, si es que te parece bien.

—Bien, ¿A dónde iremos?

—Yo elegí la vez pasada, es tu turno.

—Bien… creo que lo pensaré.

—Claro, espero tu respuesta.

A la mañana siguiente casi no podía contener los nervios, pasaban por mi mente las ideas como: “¿Y si ella dice que no?” “¿Qué demonios debería ponerme hoy en caso de que ella dijera que sí?.” Mientras me debatía internamente en la regadera, mi celular sonó, me fue imposible contestar la llamada pero tenía la esperanza de que hubiera sido Jordana para aceptar mi invitación, así que respiré profundamente y me dispuse a salir del baño.

Una vez afuera revisé rápidamente mi celular y me di cuenta de que sólo se trataba de Sehun, así que marqué su número rápidamente pero no obtuve respuesta alguna. Luego de esto me dispuse a hacer un análisis de mi closet y elegí un pantalón color marrón de algodón, una playera color crema en cuello uve y una gabardina color arena que combiné con mis tenis casuales blancos.

Tomé una taza de té chai y puse otro poco en un termo para meterlo en mi mochila antes de irme.

Al llegar a la escuela, estacioné el Jeep junto al auto de Sehun y luego entré corriendo a la F.I para no llegar tarde a clase mientras buscaba con la mirada a mi amigo del cuál no sabía aún el motivo de su llamada. Cuando estuve en el salón, noté que Sehun todavía no había llegado, pues la clase actual era una en las que nuestros horarios coincidían. Media hora después él llegó y se sentó en el asiento contiguo diciendo »¿Me perdí de mucho?«, a lo cual yo respondí »un poco, ¿dónde estabas?«, entonces me explicó que se había encontrado con Andrea en la mañana y se detuvieron a platicar, por lo cual llegó tarde. También me explicó que el motivo de su llamada fue que quería hacer una cita doble hoy con Andy y McClane, entonces quería saber si yo estaba de acuerdo.

—Bueno… realmente planeaba salir a solas con ella hoy.

—¿A solas?, ¿Qué es lo que pretendes Chen?

—Quiero decirle lo que siento por ella, es que no quiero que piense que sólo es un juego para mí o algo así.

—¿Desde cuándo te importa lo que piensen las chicas de ti?

—Desde que “ella” apareció en mi vida.

Al terminar mi jornada escolar, me dirigí hacía la F.N con Sehun que también planeaba tener una cita hoy y cuando localizamos a las chicas nos dirigimos hacia ellas. Se encontraban sentadas en una banca, riéndose a carcajadas de algo que parecía un chiste privado. Cuando estuvimos frente a ellas, sus rostros se tornaron serios repentinamente y se pusieron de pie para saludarnos. Luego de unos diez minutos de plática grupal, fuimos juntos hasta el estacionamiento y luego nos despedimos para poder irnos en parejas cada quién a su cita correspondiente. Jordana lucía realmente hermosa el día de hoy, llevaba puesto un pantalón claro de mezclilla, un suéter color palo de rosa y una chaqueta de mezclilla que combinó perfectamente con unos ugly sneakers Bershka blancos y una mochila de cuero color marrón.

—Te vez hermosa hoy McClane.—le dije mirándola a los ojos una vez que estuvimos dentro del Jeep.