Después de clases

Perdón

Permaneció llorando un momento. Nicolás se había extralimitado, pero ella también lo había dejado. Pensó en eso, tal vez había reaccionado exageradamente. ¿Qué debía hacer ahora?, no quería ver a su maestro de nuevo, no podría soportar verlo a los ojos y que él la rechazara; era eso lo que más le preocupaba, que la rechazara después de lo ocurrido; que se buscase otra como le había dicho Daniel. Se sentía tan tonta... aún peor sabiendo que todo había sido un juego para él, que al no haber podido utilizarla la abandonase como a un objeto.
Después de meditarlo decidió que no le daría el gusto. No dejaría que la viese llorar por él, haría como si nada de eso le importara aunque la estuviese matando por dentro. Se secó las lágrimas y salió derecha, con la pose de superioridad que Vanessa le había enseñado. Al cruzar la puerta se encontró con Alex apoyado en la pared. La estaba esperando. Deseaba quería que se la tragara la tierra. Mantuvo la compostura y le dirigió una mirada arrogante al pasar por su lado.
—Espera ¿estás bien? —La detuvo preocupado. La había esperado mucho rato y sabía que había estado llorando.
—Sí, ¿por qué habría de estar mal? —le respondió con una fingida indiferencia, tratando de alejarse de él lo más pronto posible.
—Tú sabes por qué. De verdad lo siento, por lo que pasó y por haber sido tan inoportuno. Alison me dijo que querías hablar conmigo y que me esperabas ahí, no pensé que los encontraría...
—¡Alison te dijo eso! —gritó furiosa yendo a buscarla.
Ella se encontraba hablando con sus nuevas amigas en el aula, esperando que comenzara la clase de historia cuando apareció Thaly seguida por Alex.
A Thaly no le importó con quien estaba y se aproximó a desquitarse.
—¡Eres una basura! ¡Cómo pudiste!
Alison la empujó fuera del salón, no le pareció prudente discutirlo en presencia de sus compañeros. Thaly enojada era capaz de decir cualquier cosa, incluso delatarse sobre su relación con el profesor.
—Thaly lo siento, de verdad —se disculpó.
—¿Ahora me vienes con disculpas? ¿Después que me trataste como a una cualquiera y enviaras a Alex para que me descubriera?, olvídalo, no quiero ser más tu amiga. —Volvió al aula—. Por cierto, ya no estoy con él, espero que estés feliz —añadió entrando y cerrando la puerta.
Alison se sentía peor que antes. Había perdido a su mejor amiga, sus palabras retumbaban en su cabeza y las sentía como puñaladas. Thaly tenía razón, no la había apoyado cuando lo necesitó, incluso había desconfiado de ella por motivos que desconocía.
Durante el almuerzo Thaly decidió contarle lo sucedido a Daniel. Sabía que le recriminaría, pero era el único amigo además de Alex con el que contaba. Entonces se dio cuenta de que Alison era su única amiga cercana mujer. No es que no fuera amiga de sus otras compañeras, pero con ninguna se sentía en confianza, no como con Alison y Daniel. Alex era un buen amigo para algunas cosas, solo que desde lo ocurrido en la mañana, parecía querer ayudarla, no se separaba ni un momento de su lado, dándole palabras de aliento y convenciéndola que terminar con su profesor era lo mejor.
—¿Y no vas a decir «te lo dije»? —interpeló Thaly a Daniel después de explicarle.
—No es necesario, sabes que tenía la razón, no voy a echártelo en cara.
—Me lo estás echando en cara ahora —masculló, mientras Alex le acariciaba el cabello y le apretaba el hombro en señal de apoyo.
—Perdón, ¿Qué piensas hacer?
—Qué crees que va hacer —intervino Alex—, vamos a buscar como vengarnos.
—No, no haremos nada —repuso Thaly—. Solo lo ignoraré y haré de cuenta de que nada de esto me molesta. Darle importancia es darle poder sobre mí.
—¿Estás segura? Podemos hacerle una maldad. —Alex picaba el lado vengativo de Thaly, nada mejor que una gran maldad para finalizar de forma definitiva esa relación.
—¡Que no Alex!, eres más irritante que él. —Se levantó para ir a la clase de biología.
Al finalizar el día Alex se ofreció para acompañarla a casa y al escucharlo Daniel se ofreció también, sabía que su amigo se traía algo entre manos y que se aprovecharía de la situación. Dejarlos solos empeoraría las cosas para la joven.
Se dirigieron a sus casilleros antes de salir. Thaly abrió el suyo y estiró la mano para guardar un libro, cuando sintió un pinchazo. Se asomó a ver qué era y encontró una rosa roja atada con una cinta a un sobre.
—¿Y eso? —preguntó Alex mirando sobre su hombro.
Thaly levantó los hombros en señal de desconcierto y lo abrió. Había una carta dentro.

"Thaly, no sé cómo expresarte lo arrepentido que estoy por lo que pasó esta mañana. Quisiera pedirte disculpas personalmente, pero si quieres mandarme a matar y lanzar mi cuerpo a una zanja te juro que estarías en todo tu derecho. Te esperaré a la salida del colegio si quieres hablar.

Te quiero

       Nicolás"

—Por favor, como si con una carta tan cursi fueras a ir corriendo a perdonarlo —dijo Alex al terminar de leer.
Thaly no habló, guardó la carta en el sobre, cerró su casillero y salió corriendo con una sonrisa. Al verla Alex la siguió y la detuvo en el camino.
—Thaly no; no me digas que caerás con eso —le reclamó molesto.
—No tengo tiempo de hablar contigo —respondió casi ignorándolo. Continuó hacia la salida haciéndole recuerdo del almuerzo con sus padres—. Nos vemos mañana a la hora del almuerzo, no lo olvides.
Alex quedó estático viéndola irse hasta que Daniel lo alcanzó caminando con calma.
—¿Qué diablos tiene ese sujeto para tener a Thaly tan idiotizada? —cuestionó todavía hecho piedra.
—Ni idea, pero si Thaly es feliz ¿qué podemos hacer? —Daniel hablaba tan sereno como siempre, levantando los hombros en señal de resignación.
—Podemos hacer que terminen, si encontramos algo realmente sucio sobre ese sujeto seguro Thaly abre los ojos. —Una idea surcaba la mente de Alex, estaba dispuesto a hacer lo que fuese porque Thaly volviese con él.
—A mi ni me metas —Daniel caminó a la salida.




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