Katsuki miraba con cierta inquietud a su novio que continuaba observando su comida sin siquiera tocarla, estaba seguro de que ya se había enfriado. Había estado esperando que el peliverde le hablara de lo que sea que le estuviera preocupando, pero ya llevaba varios días así y hasta el momento no había dicho nada. Si no lo hacía, Katsuki comenzaría a explotar cabezas una tras otra hasta poder recuperar la tranquilidad de su pareja. Si alguien lo estaba molestando ahora que había comenzado con sus prácticas como profesor, lo haría pedazos sin ningún tipo de piedad.
— Izuku, juro que si no me dices pronto qué es lo que te pasa, voy a tirar toda tu colección de All Might. — Para esas alturas, Katsuki se había desesperado a tal grado de ponerse de pie y quitarle los cubiertos de las manos al peliverde que evidentemente no había usado para nada.
— Lo siento, Kacchan… Calentaré la comida. — Mencionó el pecoso al notar su comida aún intacta, sonriendo un tanto apenado al notar el rostro preocupado de su novio.
— Tsk… Olvida la comida, idiota. — Mencionó al rubio un poco molesto por la respuesta evasiva de su pareja, sentándose a su lado. — ¿Confías en mí?
— ¡Claro que sí, Kacchan! — Respondió de inmediato el peliverde sin dejar de observar al rubio.
— Entonces dime qué es lo que te está preocupando tanto.
Izuku suspiró, dudando un poco antes de hablar. — Tengo un nuevo alumno… no tiene quirk. Ahora es muchísima más rara esa condición, lo sé. Pero no tengo idea qué podría aconsejarle, quiere saber si puede llegar a ser un héroe incluso sin poseer un don.
— Bueno, no tendría que ser muy difícil aconsejarle, nerd. Tú pasaste por algo similar.
Izuku mordió con suavidad su labio inferior, negando con ligereza sin dudarlo. — Ya no soy un héroe, Kacchan.
— Eres el jodido símbolo de la paz, Izuku. Eres mucho mejor que ser sólo un héroe.
Izuku lo meditó un poco antes de responder. — Pero eso fue porque All Might me otorgó su quirk. Me dio la oportunidad de cumplir mi sueño, pero solo era un don prestado. Ahora que ya no tengo un don, me convertiría en una carga para todos, ¿acaso ya olvidaste lo que pasó en el derrumbe del edificio donde quedé atrapado y casi muero?
— ¡¿En verdad sigues creyendo que necesitas un quirk para ser un héroe?! — Katsuki se cruzó de brazos molesto, sorprendiendo al pecoso cuando pateó la silla que se encontraba a su lado. Izuku ya tenía tiempo que no era testigo de esos arrebatos de ira del rubio, pensaba que su novio ya lo había superado. — ¿Quién fue el único que corrió para intentar salvarme del villano de lodo?... ¡Y creo recordar que en ese tiempo aún no tenías un quirk!
— ¡Pero no te salvé! ¡Fue All Might! Tu fuiste el único sorprendente que soportó todo ese dolor hasta el final. — Izuku también se levantó, pero en lugar de encarar al rubio, le dio la espalda. — ¿Qué debería aconsejarle a un alumno bajo esas circunstancias? — Murmuró al final mientras se abrazaba a sí mismo. Si no había querido hablar con su pareja, había sido por esa misma razón, porque no sabía qué era lo mejor. Cuando su mamá y All Might le confirmaron que era imposible que se convirtiera en héroe, se sintió tan devastado… No quería que ese sentimiento surgiera en su alumno. Pero si le decía que siguiera esforzándose, que podía convertirse en un héroe ignorando las posibles consecuencias… quizás le estaría diciendo una mentira e incluso lo podría poner en un peligro potencial.
— No seas tan estúpido, nerd. — Katsuki suspiró con ligereza para después abrazar al peliverde por la espalda. — ¿Sabes por qué me permití enamorarme de ti a pesar de saber que era un desgraciado que no te merecía?
— No eres un desgraciado, Kacchan.
— ¡Shhh!… déjame continuar… — Para asegurarse de que Izuku no le interrumpiera, cubrió con su mano la boca del pecoso sin dejar de abrazarle. — Izuku, no creo que exista alguien que pueda definirse como un héroe más que tú. Aceptaste un don sabiendo todos los riesgos que tendrías que cargar sobre tus hombros. Quebraste tus huesos una y otra vez sin parar, a pesar del dolor. Y lo hacías no porque quisieras probar algo, sino porque pensabas que era lo correcto. Lo sacrificaste todo, incluso tu propia vida para poder regresarnos a todos esa paz que nos arrebataron. Tienes un poder que va más allá de la definición de un quirk. No lo necesitas para ser un héroe Izuku porque ya naciste siéndolo, tú mismo eres la definición de un héroe. Te preocupas por los demás, incluso más que por ti mismo, intentas ayudarlos sin esperar un agradecimiento, los cuidas, los alientas. Incluso fuiste capaz de perdonarme a pesar de todo el daño que te había hecho. Me jactaba de ser el número uno, de que sería mejor que All Might, pero te trataba con la punta del zapato, pero tú siempre fuiste el mejor de todos. Yo no me habría perdonado. Aún no lo hago, pero me he comprometido conmigo mismo con cambiar para ser alguien digno de poder estar a tu lado.
Izuku se estremeció entre los brazos de su pareja, apenas conteniendo las ganas de soltarse a llorar. El nudo en su garganta era tan grande que no era capaz de hablar, aunque quisiera, pues el rubio seguía cubriendo su boca.
— Izuku, yo sé que extrañas ser un héroe más que nadie, que tu mayor sacrificio fue perder tus poderes. Siempre lo he sabido, y admiro demasiado la manera en la que estás afrontando las cosas. Cada día puedo ver como la nostalgia aumenta en tu mirada cuando observas las noticias y puedes vernos ahí. Tu deberías de estar ahí con nosotros. —El rubio quitó su mano de la boca de su novio y giró al peliverde para que ambos pudieran quedar de frente. — Eres el mejor héroe con o sin don. Deja de dudar de ti mismo. Todo lo que has hecho te ha convertido en un héroe honorable. No puedo pensar en nadie mejor para guiar a ese mocoso de la mejor manera para que pueda ser capaz de cumplir su sueño. Justo como tú te estás esforzando para poder cumplir el tuyo de la manera que mejor consideras.