Día de gala

— ¡Kacchan! ¡Deberías contestar! ¡Con esta ya van veinte veces que Best Jeanist te llama!

— Sólo ignóralo, debe ser algo sin importancia. — Bakugo hizo un gesto desinteresado con la mano izquierda, sin despegar la mirada de la partida de videojuego que se mostraba en el televisor de la sala. Con su mano libre sostenía el control del play dándole órdenes a su avatar. Aquel se había convertido en su pasatiempo favorito desde hace un par de meses atrás. Desde la perspectiva del rubio, comprar la consola de play station había sido una excelente inversión.

— P-Pero… — Izuku se estremeció un poco cuando se escucharon los fuertes toques en la puerta de su departamento, indicando que alguien deseaba entrar. Alguien realmente insistente pues no dejaba de tocar cada vez con más fuerza.

El peliverde observó cómo su pareja ignoraba todo completamente concentrado en el videojuego. Bufando con incredulidad, Izuku se dirigió a la puerta para abrirla. En cuanto lo hizo, sintió que alguien lo empujó seguido de otra persona que no conocía.

— ¿Dónde está? — Para sorpresa de Izuku, quien había entrado al departamento no era nadie más ni nadie menos que Best Jeanist seguido con el que suponía era el gerente publicitario de la agencia. Parpadeó ligeramente confundido al no saber qué era lo que estaba pasando, pero señaló en la dirección en donde se encontraba el rubio.

— Sala.

Sin esperar una invitación como tal, Best Jeanist pasó a su lado caminando con calma, seguido del agente. Izuku suspiró cerrando la comitiva con más curiosidad de la que quería admitir.

— Dios de las explosiones, Dynamight, alístate.

— ¿Ah? — Bakugo arqueó su ceja con cierta irritación. Pausó el juego y se le quedó viendo a su jefe y mentor. — ¿Por qué estás aquí?

Izuku no mencionó nada, pero observaba el intercambio de palabras un poco alejado de todos en silencio.

— Sabes muy bien por qué, tienes que asistir al evento. Acabemos con esto pronto y vayamos. — Mencionó Best Jeanist con una expresión que dejaba en claro que no iba a aceptar ninguna negativa por parte de Katsuki.

— Tsk. — Katsuki se cruzó de brazos, acomodando sus piernas sobre la mesa de centro con semblante desafiante y con toda la intención de no hacer caso. — Jodidamente no.

— Emmm… — Intervino Izuku al fin, intentando mediar alguna posible discusión que estuviera a punto de iniciar. — Disculpen… pero, ¿a dónde tendría que ir Kacchan?

— No te… — Katsuki comenzó a hablar, pero fue callado inmediatamente por Best Jeanist, contestando por él.

— A la gala de premiación de los Hero Billboard Chart JP, por supuesto. — Best Jeanist dirigió su mirada al peliverde con cierta curiosidad.

— ¡¿Los Hero Billboard Chart JP?! — Exclamó el pecoso por completo sorprendido al observar de forma alternativa entre Best Jeanist y Katsuki.

— Nerd… — Bakugo suspiró, intentando que el peliverde no se metiera en la conversación que se estaba desarrollando.

— ¿No lo sabías, Midoriya? Bakugo se ha ganado el puesto número uno de todo japón. — Respondió como si nada ante la mirada cada vez más sorprendida del peliverde.

— ¿En serio, Kacchan? — Izuku miró a su pareja con absoluto orgullo y una inmensa sonrisa. — ¡Eso es genial! ¡Tienes que ir!

— No. No iré. — Bakugo tan obstinado como era siempre, desvió la mirada ignorando el entusiasmo de su novio.

— Bakugo… ya lo hablamos. Tienes que asistir. — Intervino Best Jeanist, notando como ambos chicos comenzaban a discutir.

— No lo haré, seré el número uno tanto si asisto a esa tonta gala, como si no. — Katsuki frunció el ceño al cruzarse de brazos.

— Kacchan… —Izuku se aproximó a su pareja, sentándose a su lado. — Has trabajado muy duro por esto por mucho tiempo, te lo has ganado. Todos deben de ver el grandioso héroe que eres.

— No tiene sentido… no insistas, nerd.

El agente iba a intervenir, quizás para tratar de convencer al rubio de que asistir a ese evento sería muy importante para el futuro de su carrera como héroe, pero Best Jeanist lo hizo callar con un gesto de su mano. Si alguien podía convencer a Katsuki Bakugo de asistir a un evento de tal magnitud, ese sin duda era Izuku Midoriya.

— ¿Por qué no? Esto es algo demasiado importante como para ignorarlo, Kacchan.

Bakugo chasqueó la lengua, observando de reojo a Best Jeanist y al agente metiche, disgustado por no poder hablar con total libertad con su novio. Precisamente no había querido hablar con Izuku del tema porque sabía que, aunque el peliverde estaría sinceramente feliz por él, también se trataba de un amargo recordatorio de lo que había perdido.

— ¿Kacchan? — Izuku susurró con suavidad.

— No tiene sentido porque no estarás ahí. — Murmuró también, pero aun así no observó a su pareja.

Izuku sonrió con nostalgia, añorando poder abrazar a su pareja, pero se abstuvo de cualquier tipo de demostración de afecto al saber que no estaban solos. Se quedó en silencio mientras ordenaba sus palabras en su mente. Decir que no le gustaría estar en aquel evento, hombro con hombro con su pareja, sería mentir. No le importaría tener un número más bajo en el ranking si con ello pudiera estar con el rubio. Pero no podía ser tan egoísta como para ponerse en esos momentos de su lado y apoyar la idea de que no fuera, sabiendo que era algo que el rubio realmente anhelaba, aunque lo negara.