El bullicio de la gente, los flashes de los reflectores, las constantes preguntas de los reporteros, los aplausos, las risas, el choque de las copas de cristal y la algarabía en general, era algo a lo que Izuku no estaba acostumbrado. Se estaba sintiendo tan abrumado que tuvo que escabullirse para poder respirar un poco de aire fresco. El lugar en donde se estaba llevando a cabo la gala de los Hero Billboard Chart JP no podía describirse de otra manera que como una mansión. Una enorme mansión. Aquello era demasiado para él. Por primera vez podía entender un poco lo abrumada que se sentía Uraraka cuando veía cosas excesivamente caras. El hecho de que se había agobiado cuando todos en la fiesta decidieron prestarle toda la atención a él, describiendo una reseña de todos sus logros como héroe, no tenía nada que ver con que aquello se sintiera como si estuviera huyendo de todos. No, claro que no. Al final, su pequeña escapada lo había llevado a lo que Izuku había denominado un verdadero jardín, no como el que tenía en su pequeño departamento.
— Vaya, resulta curioso que el actual símbolo de la paz se escape de la fiesta en donde se le acaba de reconocer.
Izuku dio un brinco de sorpresa al verse descubierto tan pronto, al menos había esperado poder tener algunos minutos de paz antes de tener que regresar a la fiesta. Tampoco quería que su novio se preocupara ante su ausencia, por eso solo había planeado que aquel fuera un corto espacio para poder respirar algo de aire fresco. Cuando el peliverde se giró para ver quién era el que se había acercado, le sonrió apenado como si fuera un niño al que han atrapado en una travesura. — ¡Rock Lock! — Izuku decidió sentarse en una de las bancas del centro del jardín enfrente de una gran fuente que en esos momentos se encontraba activa. — No creo ser tan grandioso como All Might para recibir ese título, además, él sigue vivo. — El peliverde sonrió con calma con la vista tranquila en el agua que corría por la fuente y relajándose precisamente por su sonido.
— Había olvidado lo amable que sueles ser, Midoriya. — Izuku rio con suavidad mientras se encogía ligeramente de hombros ante las palabras del héroe. La primera vez que conoció a Rock Lock estaba seguro de que no había pensado eso de él, pero no lo mencionó, después de todo ya habían pasado varios años desde aquella vez. — Salvaste a todo el mundo, es normal que todos te lo quieran reconocer y agradecer.
— Es la gala de Kacchan, es quien debe resaltar esta noche. — Rock Lock miró de reojo al peliverde solo para ser testigo del cariño que se reflejaba en su mirada ante la sola mención del rubio explosivo. Después, el moreno decidió desviar su mirada hacia otro lado para evitar incomodar al peliverde.
— Lo cierto es que no había tenido tiempo para hablar contigo. — Continuó el moreno sin mirar directamente al peliverde. — Quería poder disculparme apropiadamente por el comportamiento que tuve cuando nos conocimos.
— ¿Eh? — Izuku le miró con confusión sin comprender en realidad lo que Rock Lock había querido decir con aquello. — No entiendo. ¿Disculparte por qué?
— Cuando nos enfrentamos a Overhaul y al Shie Hassaikai fui especialmente duro contigo porque te subestimé. Pensé que sólo eras un niño que pensaba que ser un héroe era un juego de infantes. — Respondió luego de un momento. — Pero después me di cuenta de que no era así, demostraste ser un verdadero héroe y lo seguiste demostrando con cada obstáculo que se te cruzaba por enfrente. No solo lo vi yo, todos se dieron cuenta y por eso quieren agradecértelo.
Izuku parpadeó sorprendido, sintiendo sus mejillas ligeramente sonrojadas. — Yo…
— No es necesario que digas nada, Midoriya. Solo creí que era justo que lo supieras. — Rock Lock dirigió su vista a cierto rubio que se acercaba a ellos de manera despreocupada y decidió dar por terminada la plática al ponerse de pie. — Creo que te buscan. Yo regresaré a la fiesta, sería un error de mi parte desperdiciar la comida gratis.
Izuku rio con suavidad al verlo partir. Cuando Rock Lock pasó por un lado de Katsuki, simplemente asintió, cediendo así su turno de hablar con el pecoso.
***
— Parece ser que hoy estás muy solicitado, nerd.
Izuku alzó mirada para poder ver a su novio, no pudiendo evitar sonrojarse con ligereza. El porte despreocupado que mostraba su novio, que hubiera decidido desabrocharse el saco junto con los primeros botones de la camisa dejando a la vista parte de su pecho y que tuviera las manos metidas en los bolsos del pantalón, le otorgaban una belleza salvaje que volvía loco a su ya inestable corazón. Tal vez era momento de aceptar que su pareja era perjudicial para su salud, pero se negaba rotundamente en abandonar el privilegio de poder estar con él todos los días.
— No exageres, Kacchan. — Izuku le sonrió con cariño, haciéndose a un lado para dejarle más espacio al rubio y que así pudiera sentarse a su lado. — Tú también parecías bastante ocupado, ¿estás seguro de que puedes desaparecer así de la fiesta?
Katsuki se encogió de hombros y como quien no quiere otra cosa, extendió sus brazos por el respaldo de la banca, aprovechando la posición para rodear los hombros del peliverde en un sutil abrazo. — Vine, recibí el nombramiento, estreché las manos de esos extras… Desde mi punto de vista, ya cumplí con lo que había venido a hacer, así que estoy en todo mi derecho de desaparecer cuando me plazca. — Katsuki bajó un poco su rostro en dirección al oído de su novio para poder susurrar con suavidad. — Además, tenía que asegurarme que el del afro raro no se aprovechara de ti.