Después de la guerra

Confesión borracha

— ¿Izuku-kun?

— ¿Uraraka-san? ¿Qué pasa? Es raro que hables a esta hora.

Izuku se encontraba regando sus girasoles cuando su celular comenzó a sonar. Acababa de anochecer así que había creído que era buena idea darle mantenimiento a su pequeño jardín. Lo que no se esperaba era que su amiga le hablara. No es que le molestara, solamente que había pasado mucho tiempo desde su última conversación.

— ¿De casualidad sabes en dónde se encuentra Bakugo?

Izuku frunció el ceño al separar su celular de su oreja para verlo con curiosidad, como si con hacerlo pudiera descifrar lo que fuera que Uraraka-san intentaba decirle. — ¿Kacchan? — Respondió finalmente volviendo a colocar el celular en su oído. —Me dijo que hoy al fin terminaría con una misión que tanto le molestaba, así que supongo que aún se encuentra en ese lugar justo ahora.

— Creo que tal vez deberías prender tu televisión.

— Uraraka-san, ¿qué es lo que pasa? — Preguntó Izuku, comenzando a preocuparse.

— Sólo hazlo.

Más intrigado que otra cosa, Izuku volvió a fruncir el ceño mientras entraba al departamento y se dirigía a la sala. No entendía por qué la necesidad de tanto misterio. — ¿Qué canal? — Suspiró al sentarse en el sillón.

— No importa realmente… es una noticia a nivel nacional así que está en todos los canales.

— Oh… — Izuku parpadeó con incredulidad ante las primeras imágenes que aparecieron al prender la televisión. Completamente sorprendido, Izuku había dejado caer su celular sin creer lo que estaba viendo, ya no siendo capaz de escuchar lo último que su amiga le decía. Tenía toda su atención en intentar comprender la noticia.

***

“Entre otras cosas, la noticia de la noche es lo que ocurrió en la fiesta de la cantante de talla internacional Megumi Tachibana. Al parecer había contratado al mismísimo héroe número uno Dynamight como su guardaespaldas. Testigos aseguran que Tachibana le ofreció una bebida al héroe, quien aceptó, pero cuando la cantante intentó besarlo, Dynamight explotó de una manera literal. Aquí el video de lo que una de las cámaras de seguridad fue capaz de captar:

— ¿En serio me vas a despreciar? — Mencionó la chica de forma melosa mientras se acercaba al héroe con dos copas en sus manos. — Vamos, bebe una copa conmigo. — La chica sonrió, extendiendo la copa que sostenía en su mano derecha en dirección al rubio. — A modo de despedida.

— Tsk… — El rubio frunció el ceño, mirando a la chica con enojo, pero aceptando la copa con fastidio. — ¿Contenta? — Respondió Katsuki después de haber bebido de un solo trago el contenido de la copa. Al instante su mirada se puso borrosa y se tambaleó un poco, confundiéndole.

— Mucho. — La chica sonrió más al notar cómo el rubio parecía mareado. — No sabes cuánto tiempo estuve esperando por una oportunidad como ésta con el Gran Dios de las Explosiones. ¿Eres así de explosivo en la cama?

Sin más la chica se abalanzó contra el cuerpo del rubio, abrazándole por el cuello y sin darle tiempo a reaccionar, comenzó a besarlo con desesperación al mismo tiempo que con sus manos intentaba abrir el cierre de los pantalones del hombre.

Katsuki reaccionó al instante, tomando la mano de la chica, y después sin ningún tipo de amabilidad, la arrojó al suelo. El rubio se sentía mareado y asqueado por partes iguales.

— ¡¿Qué crees que estás intentando hacer, perra?! — Mencionó el rubio arrastrando la lengua al hablar. Algo que no comprendía por qué le estaba pasando.

— ¡¿Cómo me llamaste?! — Respondió la chica por completo indignada e incrédula, aún tirada en el suelo.

— Te dije perra porqué eso es lo que eres. — Respondió el rubio mientras se limpiaba la boca con el dorso de su mano con asco. — He estado siendo lo más cordial posible porque esa era mi misión, pero no vale la pena. — El rubio se acercó a la chica y se puso de cuclillas sin ninguna intención de ayudarla. — No tienes idea el asco que me da lo que acabas de hacer. ¿En verdad creías que me fijaría en ti? — Katsuki arqueó la ceja ante el rostro enfurecido de la chica. — Para tu información soy completamente gay, tengo pareja y estoy perdidamente enamorado de él. — Katsuki tomó el mentón de la chica con la punta de sus dedos. — ¿En verdad pensaste que serías mejor que Deku? ¡Qué mujer tan patética!

Katsuki estaba tan cegado por la ira que no se había dado cuenta lo que había dicho. Tampoco le importó la sorpresa de la mujer ante su revelación, ni que en esos momentos estuviera siendo grabado por múltiples cámaras tanto de los invitados de aquella fiesta como de los medios de comunicación que estaban transmitiendo el evento a nivel nacional. Tampoco le interesó que su agente se hubiera desmayado por la impresión o lo que sea que le estuviera diciendo Best Jeanist tan molesto. Lo último que supo el rubio fue que el mareo que había estado sintiendo aumentó, la oscuridad terminó por envolverlo y finalmente se desmayó.”

***

— Oh… por… All Might. — Izuku susurró, llevando sus manos a su boca con total incredulidad. ¿En verdad su novio había aceptado que tenían una relación a nivel nacional? Sí, desde ese momento odiaba a la tal Megumi Tachibana quien quiera que fuera, pero lo que más le preocupaba era como todo eso iba a repercutir en la vida de su novio. ¿Tendría problemas? Después de todo, no tenía mucho tiempo que lo habían nombrado el héroe número uno. Y no solo había despreciado a la mujer, algo que lo hizo sentir orgulloso, dicho sea de paso, sino que la había insultado. Aunque, lo que le había parecido extraño fue que Kacchan se pusiera borracho con una sola copa. Si bien el rubio no tomaba con regularidad, contaba con una buena resistencia al alcohol.



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En el texto hay: fluff, katsudeku, bakudeku

Editado: 16.11.2024

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