Cuando Katsuki abrió la puerta del departamento, le sorprendió escuchar que alguien tocaba su guitarra, o, mejor dicho, torturaba a su pobre guitarra. Si bien, Katsuki no contaba con una amplia colección de instrumentos musicales como la que tenía Jirou, uno de sus más grandes tesoros era su guitarra. Pero Izuku no sabía tocarla, es más, no sabía tocar ningún instrumento musical. Así que resultaba muy extraño que quisiera tocarla si nunca lo había intentado. Aún extrañado, después de cambiar su calzado, se dirigió con calma hasta el origen del sonido, que evidentemente era su recámara. Al llegar, se quedó apoyado contra el marco de la puerta bastante confundido por lo que su novio estaba intentando hacer.
— ¿Estás tratando de torturar a mi pobre guitarra, o estás desarrollando una nueva manera para invocar a alguna especie de demonio?
Izuku dio un brinco en su lugar al no haberse dado cuenta de la presencia de su novio. No sabía si el rubio había desarrollado una nueva habilidad para acercarse a él sin hacer ruido, o definitivamente se estaba volviendo demasiado distraído.
— ¡Kacchan!
Katsuki sonrió de costado al sentarse a un lado del peliverde, mirándole de reojo con curiosidad. — ¿Y bien? ¿Cuál de las dos opciones es?
— ¡Ninguna de las dos! — Izuku miró a su novio con un pequeño puchero mientras que con sus dedos le brindaba caricias distraídas al instrumento. — Pronto será el festival cultural en la UA y se me ocurrió que tal vez podría alentar a mi grupo a tocar algún instrumento para su presentación, algo parecido a lo que nosotros hicimos con el concierto. Así que estaba practicando con la guitarra.
— Corrección nerd, estabas torturando a la guitarra. — Comenzó el rubio con total incredulidad. El puchero de Izuku se incrementó. — Pero si tú no sabes tocar ningún instrumento, nerd. Es más, tampoco sabes bailar, lo sigues haciendo como un robot.
— ¡Kacchan! — El puchero de Izuku amenazaba con extenderse aún más cuando notó que la sonrisa del rubio solo reflejaba un “¿Yo qué? Sólo digo la verdad”. — Ya no lo hago tan mal, además, estoy siguiendo este tutorial.
Izuku le pasó su celular para que viera el video que había estado siguiendo. Katsuki lo vio un momento antes de regresarle el teléfono al nerd. — Izuku… es un video para alguien profesional, deberías practicar primero con algo a nivel principiante y después, ir subiendo de nivel.
— Es que si lo hago así no aprenderé a tiempo. — Izuku comenzó a jugar con sus dedos, sonriendo con nerviosismo. Katsuki tenía un muy mal presentimiento.
— ¿Qué quieres decir? — Preguntó el rubio mientras arqueaba su ceja.
— El número musical de los chicos es este viernes. — Respondió Izuku, mordiendo su labio inferior y sin atreverse a mirar a su novio.
— Nerd… mañana es jueves. — Katsuki abrió sus ojos ligeramente sorprendidos.
— Ajam…
— … ¿Quieres decir que tienes que aprender a tocar hoy para enseñarles a esos mocosos mañana, para que puedan presentarse el viernes? — Preguntó con incredulidad el rubio sin despegar la mirada de su novio.
— … Sí… — Izuku sonrió con algo de pena mientras seguía jugando con sus dedos y el rubio cubría su rostro con su mano derecha. Iba a ser una larga noche.
— … Comamos algo y luego te enseño lo básico. Si sigues tocando así, te vas a convertir en un asesino de guitarras y no pienso ofrecer la mía como sacrificio.
Izuku agachó la mirada después de asentir por completo resignado y avergonzado.
***
— ¡Que no nerd! Si aplastas así las cuerdas no emitirá ningún tipo de sonido.
— ¡No las estoy aplastando! — Izuku le miró con un puchero, ya le dolían los dedos. Llevaban practicando un par de horas y hasta el momento no había sido capaz de tocar ni una sola nota. ¿Y si se daba por vencido? El peliverde estaba a punto de hacerlo, pero Katsuki besó la mejilla pecosa cuando notó su tensión y desesperación.
— Sólo cálmate y presta atención. — Susurró en el oído ajeno al colocarse detrás de su pareja. Luego, le abrazó por la espalda para poder corregir la postura de su novio con la guitarra. — Afloja los dedos un poco nerd. — Continuó explicando con su mentón apoyado sobre el hombro de su novio. Con sus manos acarició sutilmente el dorso de los dedos del peliverde. Izuku estaba a punto de hiperventilar, ¿cómo le hacía su novio para enseñar cosas de una manera tan sexy? — Así… siente la vibración de las cuerdas, ¿ves? Si las aplastas, las cuerdas se tensionan, pero si presionas solo lo suficiente y les das un poco de libertad, obtienes algo diferente. — El rubio guio la otra mano de su novio para que rozara las cuerdas a la altura de la boca del instrumento.
— ¡Eso es una nota! ¡Kacchan toqué una nota! — Izuku sonrió por completo emocionado por aquel pequeño logro.
Katsuki rio un poco, dejando un beso sobre la coronilla del peliverde. — Sí, así es… Ahora intenta tocar una nota sol, ¿recuerdas como acomodar los dedos?
— ¡Sí! — Izuku le miró de reojo con una gran sonrisa.
— Bien nerd, sorpréndeme.
E Izuku lo hizo, después de todo su pareja siempre había tenido la habilidad para aprender rápido cualquier cosa que se propusiera. Lo único malo que tenía en contra en esos momentos era el tiempo. Estaba seguro de que, de tener más, Izuku podría tocar con maestría. Cuando Izuku consiguió no solo tocar aquella nota sino también unirla con la anterior, Katsuki le recompensó con un beso. Si se apuraban quizás podrían conseguir que Izuku tocara una canción completa, pero eso sólo podría significar que ninguno de los dos iba a poder pegar los ojos en toda la noche.