Después de Morir

Susurros

Los guardias custodian mi prisión, el rey viene cada noche aquí y me golpea hasta perder la conciencia.
Me alimentan con agua y pan; llevo contando las lunas desde que me encerraron aquí, 1095 lunas.
El rey pide que vaya a sus aposentos desde el día que llegué aquí, retira mis ropas y abusa de mi. Él a hecho que las parteras me saquen a mi bebé y lo tiren a la celda conmigo, no puedo hacer mucho solo escarbar en la fría tierra y enterrar en cadáver de lo que en un momento fué mi hijo.
Las parteras dijeron que para solo tener 15 años mis caderas aguantaron muy bien el aborto.

El rey tiene una nueva esposa la cual estaba embarazada, hoy se dió el aviso de que el nuevo heredero nació hace tres lunas, ella si puede llevar en su vientre lo que a mi se me fué arrebatado, le quitaré a su pequeño heredero.
Mi señora dice que solo debo traerle el cuerpo vivo de un bebé, específicamente el bebé del rey.

Las fuertes pisadas de los guardias bajando las escaleras de piedra retumban en el calabozo, sonrió y escondo el pedazo de metal con punta entre los harapos que uso como ropa. Sus pisadas se escuchan cada vez mas cerca, el metal de las cadenas que sujetan el candado de mi prisión suenan mientras chocan entre si.

Un guardia me sujeta del cabello y me arrastra para que me levante, las cadenas de mis manos y pies tintinean entre si por cada paso; soy arrastrada escaleras arriba. El sol esta dando sus últimos rayos de luz por el día de hoy, cientos de personas se amontonan a nuestro alrededor, a lo lejos por encima del bullicio de la gente puedo oír las campanas de la iglesia.
Mi rostro y cuerpo son golpeados con rocas y alimentos podridos

_¡Lo lamentaran!.- lanzo una exclamación a todos los presentes, muchos callan y otros ríen

_¿Hoy morirá la bruja mami?.- una pequeña niña de unos 7 años me mira directamente mientras asoma la cabeza desde detrás de la falda de su madre.

Le sonrió y la niña solo me mira y  llora, la madre se agacha, toma una roca y la lanza, esta impacta contra mi rostro rompiendo la piel.

_Atención, su majestad el rey y la reina.- detrás de mi las grandes puertas del castillo fueron abiertas, frente a los gobernantes marchaban una docena de guardias.

La reina cargaba a su hijo con sumo cuidado y amor

Yo también deseaba ese derecho

El rey camina junto a su reina, un hombre de unos 40 años junto a otra niña de 16.

Los azules ojos del rey me observan con odio y asco, le sonrió y él solo quita su mirada de mi

_Hoy se efectuará la sentencia de muerte hacía la bruja Enith, sus pecados no son aceptados en esta tierra creada por Dios, estás sentenciada a morir en la hoguera como desertora de nuestro señor.- soy empujada al centro de la plaza quedando de frente a un montón de madera, me retiran las cadenas y arrastran hasta el punto donde seré quemada, atan mis pies y en un intento en vano de atar mis mano clavo el pedazo de metal en la cabeza del guardia y lo llevo a mi boca saboreando la sangre.

_No dejen que escape.- el rey da una orden y los guardias se abalanzan contra mi, no pueden atraparme. El rey no lo nota solo cuando estoy detrás de él, sus ojos se agrandan y me observan con asco

_¿Ella si puede procrear?.- le pregunto mientras me acercaba al cuerpo de su mujer y le clavaba el metal en el pecho, sus brazos acunaban a su bebé y no fué difícil quitárselo

_suelta a mi hijo, bruja asquerosa.- beso al niño en la frente y lo acuno contra mi pecho, hago un corte en mi mano y dejo que la sangre caiga sobre la frente del niño._ me temo que ahora es mío

Los guardias tratan de acercase pero el rey se los impide

_raptoribus et vincula tua te regina meam unde surgere, et dare tibi de fructum et sus qui venundatus est a parva familia.- el rey corre hacía mi pero es muy tarde, las llamas te la oguera se encienden y llego primero, tiro al bebé y el rey cae mientras escucha el llanto desesperado del niño y observa como su piel se quema poco a poco.

Siento el frío filo de una espada atravesar mi espalda, caigo de rodillas, la sangre brota de mis boca

_Tirala.- el guardia me arrastra y tira en las ardientes llamas

_Volveré, comeré a todos sus hijos y un día sus descendientes me atarán nuevamente a este plano

Mis gritos retumban dentro de mi cabeza, mi frente esta llena de sudor y mi cuerpo tiembla.

Las pisadas apuradas se escuchan subiendo al segundo piso, las maderas de la escalera crujen, las pisadas se escuchan mas cerca y mis manos aún siguen temblando. Acuno mis piernas contra mi pecho y lloro desesperadamente.

La puerta se abre de par en par y el cuerpo de mi madre atraviesa por esta, Aldahir la sigue por detrás y se queda pasmado observándome desde su sitio

_Amaranta, cariño mírame.- mi madre toma mis mejillas entre sus manos y da suaves palmadas sobre estás, no funciona, yo sigo temblando.

Mi amigo parece salir de su trance y se abalanza a la cama quedando sentado justo a un lado mio.
Sus brazos aprisionan los míos y yo permanezco dura en mi sitio, temblando y apretando firmemente las palmas de mis manos

Aldahir trata de tomar mis manos y separar mis uñas de mis palmas, mete su mano contra la mía un suspiro de dolor se escapa de sus labios

_Amaranta, tranquila cariño, todo va a estar bien solo respira conmigo y cuenta.- mamá empieza a respirar y poco a poco voy siguiendo su patrón de respiración

1.. inhala
2...exhala

Logro dejar de temblar y mamá nuevamente toma mi rostro y me mira directamente a los ojos, esta llorando

_¿Qué pasó?.- un nudo se me instala en la garganta y trato con todas mis fuerzas para tratar de contarle a mamá lo que pasó pero nisiquiera yo lo sé

_No lo sé, estaba dormida y cuando desperté tenía taquicardia y sudaba mucho, de un momento a otro empecé a temblar y a iperventilar .- mi amigo me suelta y deja mis manos libres, las marcas de mis uñas reposan en las palmas de sus manos._ Lo siento.- le expreso observando sus manos




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