Después de Morir

Capítulo 3

Mis pies cuelgan gracias a la altura que hay entre el capó del auto y la tierra, Aldahir dijo que estaba cerca y yo ya no quería estar parada. La pequeña ardilla se remueve intranquila dentro del bolsillo de mi chaqueta, Yilen camina hacía mi con una taza de chocolate entre sus manos lo sé por el olor que emana.

Dibujo una gran sonrisa en mis labios, mamá no me deja tomar ni comer con chocolate ya que dice que eso hará que el o la bebé nazca inquieto pero yo la verdad que no le creo nada, solo me esta castigando. Tomo la humeante taza de chocolate entre mi manos y la soplo para no quemarme, sus ojos me inspeccionan con mucho cuidado, como si estuviera buscando algo raro en mi.

_ ¿Pasa algo?.- finalmente me atrevo a preguntar, parece darse cuenta de sus insistentes miradas ya que le da un gran sorbo al chocolate aún y estando caliente.

_ Lo que te dije anteriormente, antes de que salieras de mi casa.- Capto instantáneamente el tema de conversación y presto atención, me dejó intrigada y necesito respuestas._ Hay alguien o mas dicho algo detrás de ti, es un ser maligno y lleno de odio; sé que nunca fuiste creyente de esto pero debes creerme, puedo sentir sus malas vibras sobre ti.- solo dos palabras, dos palabras suelto que la hacen mirarme con mas miedo del que ya me observaba.

_Te creo.- observo a mi alrededor y siento el frío viento colarse por las anchas mangas de mi remera y chaqueta._ Cuando estoy sola puedo sentir que algo esta cerca, siento mucho miedo. Aveces la veo, es una niña aún, la quemaron.- empiezo a temblar debido al frío y al miedo que se calan por mis huesos._ No sé que es pero temo por mi vida y la vida de mi bebé.- mi mano acurruca mi ya abultado vientre en un gesto de protección.

La lástima y tristeza se hacen visibles y presentes en los cansados ojos de Yilen. Una fuerte ráfaga de viento se hace presente, las copas de los árboles se estremecen de un lado a otro, la pequeña ardilla en mi chaqueta se mueve inquieta, como si estuviera huyendo de algo..

Yilen mira a todas partes y a lo lejos podemos oír la sirena de policía, indicando que mi amigo esta por llegar pero eso no evita que Yilen tome mi brazo y me lleve casi arrastrando a la casa. El calor de la chimenea me resive de buena manera pero aún así estoy temblando, no siento frío pero si un miedo increíble; Yilen camina conmigo hasta el sofá mas cercano y se sienta pidiendo que apoye mi cabeza en sus piernas y así lo hago, sus manos acarician suavemente mi frente y ella empieza a cantar una canción de cuna Irlandesa

Dún do shúil, a rún mo chroí                                                      
A chuid den tsaol, 's a ghrá liom                                         
Dún do shúil, a rún mo chroí                                              
Agus gheobhair feirín amárach                                          

Tá do dheaid ag teacht gan mhoill ón chnoc                 
Agus cearca fraoich ar láimh leis                                       
Agus codlaidh go ciúin 'do luí sa choid                            
Agus gheobhair feirín amárach                                            mañana te daré un regalo

Dún do shúil, a rún mo chroí                                               
A chuid den tsaol, 's a ghrá liom                                        
Dún do shúil, a rún mo chroí                                                
Agus gheobhair feirín amárach                                           

Tá an samhradh ag teacht le grian is le teas                   
Agus duilliúr ghlas ar phrátaí                                              
Tá an ghaoth ag teacht go fial aneas                                 
Agus gheobhaimid iasc amárach                                       

Dún do shúil, a rún mo chroí                                                
A chuid den tsaol, 's a ghrá liom                                          
Dún do shúil, a rún mo chroí                                                
Agus gheobhair feirín amárach             

Mis ojos pesan, la dulce voz de Yilen hace que mis ojos se cierren poco a poco no sin antes mirarla a los ojos, dos tormentas que me dan calma, su mano masajea despacio mi frente

_Yo te cuidaré, yo las cuidaré mis niñas, lo prometo.- caigo dormida sin poder responder, una suave sonrisa se dibuja sobre mis labios antes de quedar completamente dormida sobre sus piernas.

No tengo idea de donde estoy pero puedo escuchar la voz de una chica llamándome, suena asustada. Trato de seguir la voz pero pareciera venir de todas partes.

_Quédate quieta o no podré encontrarte.- grito a la nada ya que nisiquiera puedo verla. Al parecer me hace caso, puedo escuchar los llamados venir de una sola dirección.

A lo lejos puedo ver un bulto que se mece de adelante hacía atrás, puedo oír sollozos; me acerco un poco mas a ella hasta poder tocarla, se asusta ante mi toque pero levanta el rostro y me observa

_¿Alaska?.- mi pequeña hermana me abraza con mucha fuerza y yo hago lo mismo. Su cuerpo esta delgado y frío y su rostro esta bañado en lágrimas    

_ Ella Amaranta, ella.- empieza a pronunciar uno y otra vez, el miedo se hace presente en su voz.

Me aparto de ella y tomo su rostro entre mis manos y la obligo a mirarme, tiene un ojo inchado y el labio partido, grandes ojeras surcan sus párpados.

_¿Qué te han echo mi niña?.- pequeñas gotas saladas se empiezan a deslizar por mis mejillas, siento como el corazón se me oprime al verla en este estado.

_Cuídate de ella, ella quiere a tu bebé. Ella me tiene aquí y no me quiere dejar ir.- sus manos suben hasta la altura de mi rostro y las coloca sobre mis mejillas, están frías y tiembla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.