Cap. 23 Caos familiar
Una vez que llegaron a Grimauld Place, Grace ordenó a Kreacher un gran almuerzo. Los Black habían insistido en que todos debían acompañarlos aquel día y así lo hicieron. Ahora se encontraban en el Salón y Tyler los miró a todos.
- Gracias, yo… -- pero aunque hubiese querido expresar su agradecimiento de forma apropiada, pensaba que no había palabras que describieran con justicia lo que sentía
- No tienes nada qué agradecer -- dijo Anthar
- Anthar tiene razón -- intervino Harry -- todos hicimos lo que teníamos qué hacer, porque no se abandona a la familia y tú eres parte de esta.
- ¿Y ahora qué sucederá conmigo? -- preguntó el chico después de un breve silencio -- Es decir, ustedes son mis tutores legales, ¿pero qué significa eso exactamente?
- Solo legaliza algo que ya era un hecho, Tyler -- dijo Grace -- Ahora eres legalmente nuestro hijo.
- ¿Llevaré el apellido Black?
- Si así lo quieres, puede arreglarse -- dijo Sirius y se acercó a él -- Pero es algo que debes pensar bien y estar muy seguro de que es lo que en realidad deseas.
- La gente siempre que escuche mi nombre me asociará con la magia oscura y con los mortífagos -- dijo el chico con amargura
- Es posible -- aceptó Sirius -- pero hay algo que debes tener presente Tyler. No son nuestros apellidos los que nos definen como personas. El apellido Black fue, y aún es, para muchos el símbolo de la pureza de la sangre, mi familia se esforzó en sentar las bases de esa absurda discriminación. Sin embargo, hoy en día todos están conscientes de que Sirius Black no es, ni ha sido nunca partidario de ello, y, por el contrario, todos los que piensan de esa forma tienen en mí a uno de sus peores enemigos.
- Y si te fijas en el mío, es aún peor -- dijo Remus -- En mí caso no es solo mi apellido, sino mi condición. No puedo negar lo que soy, pero estoy muy lejos de ser lo que esperan. Sin embargo, aunque tuve la oportunidad de unirme a los de mi especie y apartarme de los humanos, no lo hice. Luché contra mi naturaleza y gané la batalla, y a pesar de mi Licantropía, nadie puede decir que soy el asesino salvaje, cruel y despiadado que habrían podido esperar.
Y ciertamente Tyler que lo conocía, no podía imaginarse a Remus Lupin como una criatura salvaje y sin control. Para él era el paradigma de la bondad, la ecuanimidad y la comprensión.
- Y en nuestro caso -- intervino ahora Bill -- el apellido Weasley es sinónimo de traición, pero eso nunca nos ha importado demasiado, porque lo verdaderamente importante es que defendemos aquello que creemos justo, aquello que no atropella los derechos de nadie, aquello que tiene como fin principal el respeto a la dignidad humana, y sobre todo, defendemos a los que amamos aun a costa de nuestras propias vidas.
Aunque Tyler no hubiese estado seguro desde antes de todo eso, ahora sin duda lo estaría, porque acababan de demostrárselo.
- Tyler, lo importante no es el apellido que llevemos, sino lo que seamos como personas, y eso solo lo determinan nuestras decisiones, nuestras acciones y nuestros sentimientos -- le dijo Sirius -- Sin embargo, si en algún momento quieres cambiarlo, estaré feliz de complacerte, pero recuerda siempre que el hecho de que lleves o no mi apellido, no te hará más hijo mío de lo que ya eres.
- Gracias -- dijo el chico logrando que la voz se abriera paso a través del sólido nudo de sentimientos que la atenazaban -- Me esforzaré en ser digno del amor del que me han hecho depositario.
- No tienes que esforzarte, cariño -- dijo Grace acercándose y abrazándolo -- porque ya lo eres.
Un poco antes de que Kreacher les avisase que la mesa estaba servida, entraron a la carrera Anthar y James que habían desaparecido unos minutos antes junto con Lyra, pero la chica no venía con ellos. Rowena los miró y ellos asintieron.
- Tyler -- dijo la niña tomando su mano -- ¿Puedes venir conmigo un momento?
El chico suspendió de inmediato la pelea que tenía con Louis por unos cromos, y se puso de pie para seguir a Wini, y tras ellos fueron los demás.
- ¿Qué se traen estos? -- preguntó Grace arrugando la frente
- ¿Por qué tendrían que “traerse” algo? -- preguntó a su vez Sirius
- ¡Ja! Como si no los conocieras -- dijo ella -- Y creo que mejor voy a ver antes de que quemen la casa.
- Déjalos tranquilos, Grace ¿Qué mal pueden hacer?
- Pregunta equivocada, señor Black -- se burló ella -- La pregunta correcta es ¿Qué podrían “no” hacer?
Pero mientras ellos discutían, los chicos habían llegado al piso superior y Rowena se había detenido.
- Cierra los ojos -- le ordenó
- ¿Por qué?
- Solo haz lo que te digo.
Aunque estaba casi seguro de estar a punto de ser víctima de una de las bromas de James, algo que la risa velada de éste y de Lyra que estaba parada al inicio de las escaleras, contribuía a aumentar sus sospechas, obedeció para no contrariar a Rowena que podía resultar mucho más perjudicial que una broma. Se dejó guiar por ella hasta detenerse de nuevo.