Después de ti (libro 2.)

Cap. 26 De nuevo en la escuela

 

El viaje estuvo más tranquilo de lo que esperaban, y en realidad Fred y Louis estaban bastante decepcionados por varias razones. De Anthar no esperaban mucho, pero tampoco que pareciese haber perdido la lengua, ya que el chico se había pasado prácticamente todo el viaje en silencio. Lyra había desaparecido con sus amigos y apenas si la habían visto, lo que indignaba más a Louis que a Fred, pues si bien todos eran muy unidos, lógicamente había subgrupos entre ellos, pero el gemelo parecía formar parte de todos, así que encontraba el abandono de Lyra como una afrenta personal. Pero la mayor consternación de los chicos estaba en tres personas. James que se había encerrado en un hosco silencio casi tan impenetrable como el de Anthar, y de no estar seguros que Rowena era Rowena, habrían podido jurar que la habían cambiado, porque se había pasado el viaje hablando alegre y tranquilamente con Magenta y Eidel, y para el mayor horror de Louis y Fred, Dominique había sido acaparada por Tyler que parecía empeñado en que la niña supiera todo lo que había que saber de la escuela en el lapso de tiempo que duraba el viaje, pero lo que más espanto les causaba, era que ella parecía interesada en lo que él decía.

Albus por su parte, había pasado el viaje conversando con Victorie y con Terry que se había unido a la conversación al ver que James parecía dispuesto a lanzarle una maldición al primero que le hablase. Mientras que Rose había estado prestando la mayor atención a lo que decía Tyler.

De modo que para cuando llegaron a la estación, Fred y Louis estaban de un humor muy parecido al de James.

Durante la ceremonia de selección no hubo sorpresas, ya que todos salieron seleccionados para Gryffindor para alivio de Albus, y lo único que los hizo a todos voltear de forma sincronizada, fue el escuchar que llamaban a Malfoy Greengrass, Scorpius.

Para todos ellos resultaba muy familiar aquel apellido, y no precisamente asociado a cosas buenas. Lyra entendió de forma inmediata la razón por la que había sido tratada de la forma que aquel chico y sus padres lo habían hecho, y una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios al recordar cómo había respondido ella. Mientras que los hermanos Potter y Rose, repasaron a toda velocidad lo que sabían del padre de aquel individuo.

 

Las clases comenzaron sin mayores sobresaltos, si no contaban con el hecho de los muchos comentarios ácidos que había recibido Tyler por parte de sus compañeros de Casa más recalcitrantes. James parecía haber recuperado su buen humor, aunque los chicos pronto se dieron cuenta que el humor de James desmejoraba mucho los fines de semana, pero les llevó mucho tiempo darse cuenta de la razón.

Lyra había iniciado su año con mucho trabajo ya que su carga de materias había aumentado, y aunque seguía destacándose en todas, no por eso dejó de lado las fechorías, y llegó el momento en el que los chicos se preguntaban cómo se las arreglaba, porque entre las clases, hacer los deberes y el tiempo que se pasaba cumpliendo castigos, no entendían que aún le quedase oportunidad para seguir causando caos.

Rose y Albus resultaron alumnos brillantes, cosa que no le extrañó a nadie, mientras que Fred y Louis si bien eran buenos alumnos – Louis más que Fred para sorpresa de algunos -  eran un dolor de cabeza para cualquiera de los maestros, porque no había clase en la que no hicieran algún disparate que alterase el normal desenvolvimiento de la misma, y con la misma facilidad que ganaban puntos, los perdían por su comportamiento. Esos eran otros dos que se pasaban más tiempo, castigados, que el que se hubiese considerado normal. 

Rowena, aunque iba bien en todas las asignaturas, destacaba de manera brillante en Transformaciones, DCAO y Encantamientos, pero su actividad extra curricular era tan intensa como la de sus primos, solo que James era decididamente mucho más hábil para no dejarse atrapar, y como sus travesuras la mayor parte del tiempo lo incluían, casi siempre salía bien librada de ellas, por lo que sus castigos no eran ni la mitad de los que merecían.

Victorie seguía siendo una buena alumna, pero hacia mediados del primer trimestre, todos notaron que parecía enferma, de modo que Anthar siendo el mayor, un día sin previo aviso y a la hora del desayuno, la tomó por una mano y la llevó directo a la enfermería. Sin embargo, madame Pomfrey había dicho que no tenía nada, y que probablemente solo era cansancio, así que el chico se sentó frente a ella y comenzó el interrogatorio.

  • Veamos Victorie ¿Tienes problemas con alguna asignatura?
  • No
  • ¿Se te están atrasando los deberes?
  • No
  • ¿Hay alguien que te esté molestando?
  • No
  • ¿Me dirás qué es lo que te sucede entonces?
  • Nada ¿Ya puedo marcharme?

Anthar asintió, pero no pudo evitar sentirse muy frustrado, porque era evidente que algo le sucedía a su prima, y entre las muchas cosas que el chico había heredado de su padre, estaba el no gustarle la falta de información.

Después de los dos primeros meses de clases y cuando ya Dominique se había adaptado bien y tenía amigos, Tyler comenzó a distanciarse de la niña, porque juzgó que ya podía desenvolverse sola, aunque no dejó de interesarse a diario por cómo iba todo.

Y en el caso de Tyler y Anthar, aquel año parecía destinado a convertirse en su año de suerte con las chicas, y no es que antes tuviesen dificultades con ellas, sino que ahora la mitad de las chicas de la escuela parecían decididas a cazarlos. Y como solía decir Lyra, si solo era la mitad, era porque la otra mitad estaba fuera del rango elegible.



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Editado: 06.10.2022

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