Después de ti (libro 2.)

Cap. 28 Quidditch

 

Una vez que los chicos habían abandonado el despacho, Grace miró con conmiseración a la profesora. Ella sentía gran admiración por aquella incansable mujer que había dedicado su vida a la enseñanza, y pensaba que no se merecía el tener que lidiar con sus hijos, que definitivamente eran seres malignos, aunque estaba perfectamente consciente que al menos la mitad de lo que eran los condenados, se los debían a sus progenitores.

  • Minerva, estamos conscientes que tanto Anthar como Tyler se merecen un castigo, y estaremos de acuerdo con tu decisión sea esta cual fuere

Sirius difería de principio a fin con lo dicho por su mujer, pero no tuvo ocasión de protestar.

  • Gracias Grace  --  dijo McGonagall con cansancio  --  pero creo que en esta ocasión, Sirius tiene razón. Alejarlos de sus familias en navidad es algo excesivo. Serán castigados, pero a su regreso a la escuela.

Aunque era exactamente lo que quería escuchar, Sirius tenía cara de enorme sorpresa.

  • Además, seamos honestos  --  agregó McGonagall, y un asomo de sonrisa fue visible  --   sus hijos salvo contadas excepciones, califican en el renglón de desastre natural, y ya me estoy haciendo vieja para lidiar con esto.
  • ¡Un momento!  --  exclamó Sirius poniéndose de pie y rodeando el escritorio  -- Puedo aceptar muchas cosas, pero que te estés poniendo vieja, jamás  --  agregó exhibiendo su pícara sonrisa y tomando la mano de la directora
  • ¡Aléjate de mí, Sirius Black! Perdóname Grace, pero realmente debes haber perdido el juicio cuando aceptaste casarte con este sinvergüenza, y personalmente pienso que a éste  --  dijo mirándolo como si fuese un bicho  --  debieron prohibirle engendrar por el bien de la humanidad
  • Así está mejor  --  dijo Sirius y agregó con sumo descaro  --   pero sé honesta, me quieres con locura ¿no?

Y dicho esto se apartó muy de prisa mientras los demás reían y luego les fue permitido reunirse con los chicos un momento.

  • Lo siento mucho, papá  -- se disculpó Anthar de veras apenado
  • Nos portamos como unos verdaderos imbéciles  -- agregó Tyler que estaba más avergonzado aún

Después que los chicos les dieron todos los pormenores de lo sucedido, ocultando por caballerosidad lo obvio, Grace los reprendió como correspondía, pero no se les escapó que, por algún motivo, Sirius tenía un brillo de diversión en sus ojos, aunque estaba prudentemente callado. Sin embargo, cuando ya se marchaban se detuvo en la puerta.

  • Díganme que por lo menos eran lindas.
  • ¡Sirius Black!  --  exclamó Grace

Aquello le valió un doloroso golpe en las costillas, pero ver el brillo de alegría en los ojos de sus hijos, hizo que valiera la pena.

 

El incidente protagonizado por Tyler y Anthar, lejos de mermar su popularidad, pareció incrementarla, pero también les trajo el penoso inconveniente de que las chicas involucradas, por algún motivo que solo ellas conocían, porque los chicos no se lo explicaban, parecían creer que lo sucedido les daba más derecho sobre ellos de los que ellos estaban dispuestos a permitir. Y lo sucedido a las puertas del comedor, se repitió en dos oportunidades más, cuando aquellas dos tontas criaturas aseguraban tener todos los derechos sobre ellos. El segundo de aquellos incidentes involucró a Lyra, para desgracia de ellas.

  • Francamente  --  había dicho Lyra  --  ustedes no son más estúpidas, porque no practican. En este momento, esos dos deben estar con otras dos descerebradas como ustedes, y tendrán dificultad hasta para recordar sus nombres.

Como era de esperarse, las dos chicas enfurecieron y se llevaron las manos a los bolsillos para extraer sus varitas, cosa que Lyra se dio el lujo de esperar a que sucediera, pero antes de que tuviesen tiempo ni siquiera de pensar en un hechizo, ya las varitas habían salido despedidas de sus manos. Después de lo cual, Lyra se las lanzó a los pies, se dio media vuelta y se marchó.

La última semana de clases fue una tortura, porque los miembros del equipo de Quidditch de Gryffindor, eran asediados por los Slytherin, ya que ese fin de semana jugaban los unos contra los otros. Para el jueves, ya James estaba harto, y a la hora del almuerzo se paró sobre la mesa llamando la atención de todos los comensales.

  • Quiero advertir que el próximo imbécil que intente atacarme, terminará en San Mungo, y me importa un cuerno quien pueda ser.

En la tarde Lyra iba por un pasillo con Victorie y Rowena, cuando escuchó a Demian.

  • Si será, imbécil  --  estaba diciendo
  • ¿Quién?
  • Potter. Cualquier cosa que le suceda a los miembros de nuestro equipo, él será el primer sospechoso, de modo que…  --  pero calló al ver a las tres chicas
  • A ver, Turel  --  dijo Rowena  --  de modo que…
  • No es asunto tuyo, Black
  • Ahí es donde te equivocas, aunque a decir verdad tú vives equivocado.
  • Apártense de mi camino.
  • Te sugiero cuidar mucho a los miembros de tu equipo, y que no intentes probar lo que dijiste, Demian  --  advirtió Lyra con voz helada
  • Si algo le sucede a James, te vamos a perseguir  --  dijo Victorie
  • Y haremos tu vida tan miserable, que pedirás a gritos salir de esta escuela  --  concluyó Rowena



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Editado: 06.10.2022

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