Cap. 29 Mientras tanto
Ese mismo día en la mañana, y a pesar de ser sábado, los Aurores habían sido citados al Departamento.
- ¿Qué sucede? -- preguntó Harry en cuanto llegó
- Lamento haberte molestado hoy, Harry -- se disculpó Dánaee -- pero estoy segura que querrás ver esto.
Se dirigieron a toda prisa hacia el lugar donde interrogaban a los detenidos, y cuando abrieron la puerta, Harry vio a Bill y a Joseph, pero con mucha consternación, vio que el detenido aparte de ser muy inusual, estaba en unas condiciones lamentables.
- ¡Por las Barbas de Merlín! -- exclamó caminando hacia el detenido -- ¿Qué significa esto, Bill?
- ¡Detente, Harry! -- dijo Bill intentando sujetarlo
- No lo hagas Harry, primero escúchanos -- pidió Joseph
- No puedo creer que ustedes hayan hecho esto.
- Y no lo hicimos, solo escucha -- repitió Bill
Harry aun con cara de consternación se dispuso a escuchar, pero en ese momento se abrió la puerta de nuevo dando paso los Black. Sirius hizo un ligero gesto de extrañeza, pero luego de eso se limitó a mirar a Bill, mientras que Grace había ahogado un grito de sorpresa y Joseph la detuvo cuando se dirigía hacia el prisionero.
- ¡Quítale las manos de encima! -- exclamó Sirius uniendo la palabra a la acción y apartando a su mujer de Joseph
- Cálmense todos -- pidió Bill y luego miró a Harry -- Esta madrugada recibimos el aviso de otra matanza en zona muggle -- comenzó -- Tuvimos que hechizar a los policías, porque llegaron muy de prisa en esta ocasión, casi al mismo tiempo que nosotros. Después que verificamos que se trataba del mismo modus operandi, estábamos por desaparecer cuando encontramos al elfo.
- ¿Cómo está eso de que cuando encontramos al elfo? -- preguntó Sirius
- ¿Acaso no hicieron verificación de presencia al llegar? -- preguntó Grace extrañada, porque era el procedimiento normal verificar que no hubiese ningún otro ser viviente en el lugar
- Sí, lo hicimos -- contesto Bill -- De modo que es más apropiado decir, que el elfo apareció antes de que nos marchásemos
En ese momento se abrió la puerta de nuevo y entraron los Lupin. Si los demás se habían asombrado, la indignación de Hermione era realmente indescriptible, y como Bill y Joseph la conocían lo suficiente, apenas los vieron entrar, levantaron una barrera ante el elfo para que ella no pudiese avanzar. Tanta sorpresa se debía a que el elfo tenía varias heridas y estaba sujeto con cadenas a la silla. Remus sujetó a Hermione mientras Bill repetía lo que acababa de decir a los demás.
- ¡Eso no explica por qué está en esas condiciones, Bill Weasley! -- chilló Hermione
- Eso que están viendo se lo hizo él mismo -- aclaró Bill
- ¿Qué?
- Según lo que nos dijo -- prosiguió ahora Joseph -- tenía órdenes de infligirse una herida cada cinco minutos hasta que… -- se detuvo y miró a Harry
- ¿Hasta que qué? -- preguntó este
- Hasta que pudiese hablar contigo -- completó Bill
Aunque aquello produjo la máxima extrañeza y por la mente de Harry pasaron cualquier cantidad de teorías una más absurda que otra, no tendrían posibilidades de entenderlo hasta que él mismo no lo aclarase, pero en ese momento Harry notó otro asunto.
- ¿Dónde está Ron?
- No debe tardar, fue a que le atendieran una herida
- ¿Herida? -- chillaron Grace y Hermione al mismo tiempo
- Nuestro amigo -- dijo señalando al elfo -- lo hirió cuando Ron intentó detenerlo para que no continuase causándose daño.
- ¡Por todos los cielos! -- exclamó Remus -- Supongo que es inútil preguntar, pero ¿tienes alguna idea de a quién pertenece?
- Por tener ideas, puedo tener muchas -- contestó Bill -- pero eso no las convierte en realidades.
- Bueno, salgamos de esto de una vez -- dijo Harry y sacó su varita
- Espera un momento, Harry -- y Bill miró a Remus -- ¿Hay algún modo efectivo de detenerlo? Es decir, luego de que diga a Harry lo que sea que le hayan ordenado decir, va a desaparecer si eso fue lo que le ordenaron hacer ¿no?
- Sí, sabes que el encantamiento por el que está unido a la familia a la que pertenece lo obliga a retornar si eso fue lo que se le ordenó, pero hay formas de evitarlo, el asunto es que no es legal si no tenemos nada en su contra.
- Lo tenemos -- dijo Bill -- agredió a un Auror.
- Si puedes armar un caso que pueda sustentarse ante el Tribunal, entonces puedo hacerlo -- dijo Remus
- Dánaee, ya sabes qué hacer, date prisa -- la urgió Bill
- De acuerdo -- y ella abandonó la estancia
- Bien -- continuó Bill volviéndose hacia Remus de nuevo -- tendrás todo lo necesario para justificar su detención, ahora hazlo -- y Remus asintió extrayendo su varita
- Dudo mucho que sus dueños se muestren inclinados a reclamar algo, porque eso significaría descubrir su juego -- opinó Sirius
- Es posible, pero es mejor tener todo cubierto -- sentenció Remus procediendo a realizar los hechizos -- ¡TOLLERE FASCINUM! ¡OBEDIRE! ¡EVANESCERE NEQUIT!