Despues de ti, yo

Capítulo 18 – A la que fui cuando todo dolía

Te recuerdo perfectamente.

Recuerdo tus ojos cansados. Tu forma de fingir que estabas bien mientras te morías por dentro. Recuerdo cómo te acostabas con el teléfono en la mano, esperando un mensaje que no llegaba, y aún así defendías a quien no te cuidaba.

Recuerdo cómo llorabas en silencio. Cómo te tragabas cada pregunta, cada duda, cada intuición. Cómo te repetías que no era tan grave… aunque sabías que te estaban rompiendo de a poquitos.

Y hoy, desde aquí, quiero decirte algo: Gracias. Gracias por aguantar. Gracias por no rendirte. Gracias por seguir creyendo, aunque eso te partiera.

Gracias por levantarte cada día con el corazón hecho trizas y aún así, salir al mundo. No eras débil. Eras humana. Eras amor. Eras esperanza. Y si nadie te lo dijo antes, te lo digo yo ahora: hiciste lo mejor que pudiste con lo que sabías. Perdón por juzgarte.

Por querer olvidarte. Por renegar de ti. Hoy entiendo que sin ti, yo no estaría aquí. Que fuiste tú la que puso los primeros ladrillos, la que resistió cuando todo parecía perdido, la que, aún sin saber cómo, sembró la semilla de esta mujer que soy ahora. Y ahora quiero prometerte algo: Nunca más te voy a abandonar. Nunca más te haré callar. Nunca más dejaré que alguien te haga sentir menos.

Voy a honrarte cada día. Voy a abrazarte cada vez que me sienta sola. Voy a recordarte que salimos, que lo logramos, que después del abismo… vino la libertad.

Gracias por ser tan valiente, incluso cuando temblabas. Gracias por no dejar de amar, incluso cuando te dejaban sola. Y sobre todo… gracias por no rendirte.

Porque por ti, hoy yo soy.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.