Despues de ti, yo

Capítulo 19 – El día en que volvió a nacer

No fue su cumpleaños real.

No había torta, ni velas, ni globos. Pero esa mañana, al despertar, supo que algo había cambiado para siempre. Ya no sentía ese hueco en el pecho. Ya no pensaba en lo que perdió, sino en todo lo que estaba ganando: libertad, claridad, amor propio. Se levantó, puso su canción favorita, y bailó. Sola.

Descalza. Con el corazón lleno. Se vistió como quería, no para agradar a nadie, sino para verse al espejo y decir: “Qué bonita estoy, conmigo basta.” Salió sin destino, solo con ganas. Se regaló una flor. Un café. Un silencio largo. Una carcajada.

No revisó el celular esperando un mensaje. No pensó en quién no estaba. Pensó en quién sí estaba: Ella.

Decidió que ese sería su día especial. El día en que volvió a nacer. No porque el dolor desapareció. Sino porque ya no le daba de comer.

Ese día se perdonó. Por quedarse tanto. Por amar sin medida. Por creer que necesitaba ser menos para ser querida. Y también se felicitó. Por haber salido de ahí. Por no haberse rendido. Por llegar hasta este punto donde el dolor ya no era quien narraba su historia.

Ese día no sopló velas. Pero pidió un deseo: Nunca más olvidarse de sí misma. Y con ese deseo tatuado en el pecho, cerró los ojos, respiró profundo, y entendió: renacer no duele.

Duele todo lo que hay que soltar antes.




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