Capítulo 8.

EMMA

Había pasado un par de días desde que vi a JungKook, tuvimos un mínimo de contacto por mensajes. Hoy aprovecharía que es fin de semana para ir a verlo y molestarlo un poco, pues es divertido hacerlo.

Me levante de  la cama, me puse un viejo pantalón y una blusa holgada que uso especialmente para estos días en los que me quedare una buena parte del día sin hacer nada. Una vez que me encontraba lista me dirigí a la cocina a preparar mi desayuno, pan y huevo frito, acompañado de un vaso de jugo de durazno, y un pequeño tazón de frutas cortadas en cuadraditos.

En toda la mañana me dedique a lavar mi ropa, hacer el aseo de mi departamento y de vez en cuando me distraía mirando videos en internet, lo que provoco que me demorara más de  lo debido. 

Cerca de las dos de la tarde y después de comer, tome mi celular y escribí un mensaje para JungKook, avisando que iría a verlo, como no obtuve respuesta asumí que había aceptado, aunque técnicamente eso no es lo correcto, pero bueno.

Me metí a bañar para relajar los músculos del cuerpo, tallé bien mi cuerpo y luego me cubrí con un par de toallas, para luego salir de la ducha y cambiarme; me puse una falda casual floreado que llegaba hasta un poco por debajo de las rodillas, una camiseta y unas zapatillas, tomé las llaves del auto, salí del lugar y me dirigí al parqueo.

Mi celular sonó en cuanto ingrese a mi auto.

Como se ve que me extrañas, ha pasado unos días, 6 para ser exactos, voy ganando tu corazón

Guarde mi celular después de reír por un par de segundos, encendí el automóvil y conduje hacia el trabajo de mi ex protegido Jeon JungKook.

Me detuve frente a la puerta de entrada, tomé mi celular y llame a Kook.

—Estoy afuera, ya sal.

—Tan amable como siempre Emma.

—No hagas que me vaya JungKook.

—Que delicadeza tenemos hoy, espérame ya voy.

Me recargue en el volante mientras esperaba que el joven mimado que ya no es tan mimado saliera. Me pregunto si su jefe no le dirá nada acerca de mis constantes visitas me encogí de hombros ignorando tal pregunta.

Unos minutos después escuche unos pequeños toques en la ventana, por lo que baje el vidrio del mismo.

—Tortuga —reí—, te tardaste mucho.

—Estaba poniendo mi cuarto en orden —arqueé las cejas.

—¿Es esa una invitación?.

—No lo sé. ¿Qué respuesta hará que no me pegues? —mostró un rostro "temeroso" y divertido. 

—¿Aun me consideras salvaje? —salí del auto y camine hacia él— Dime JungKook.

—Considerando que en estos años aumenté músculos y fuerza dudo que seas lo sufrientemente fuerte y ágil para que puedas darme siquiera un solo golpe —caminamos hacia la casa, nos quedamos en el jardín.

—¿Me estas diciendo débil? ¿A la chica que te cuido y defendió? ¿A mi, quien pasó la mayor parte de su vida entrenando?—levante la cabeza mostrando mucho orgullo—. Hagamos la prueba ahora —pude ver como tragaba saliva con fuerza— o ¿tienes miedo?.

—¿Por supuesto que no! —reí.

—Ajá, ahora dilo confiado.

—Estas con falda, no quiero ver cosas.

—¿Qué cosas?.

—¡Oh! Hanna —saludé.

—Emma —respondió de la misma forma que yo.

—Es muy rara la forma como se hablan ustedes —nos señaló.

Ignorando lo ultimo que dijo hablé —Hanna ¿tu crees que Kook pueda ganarme si peleamos?.

—Es obvio que va decir que yo, por eso la estoy cuidando.

—¿Y bien? —ambos la miramos.

—No sé, nunca vi pelear a Kook, ni siquiera sé si entrena o si esos músculos son reales o puro esteroides

De todas las respuestas que esperaba, esa definitivamente me mato de risa.

—¿Entonces no te ha enseñado a defenderte? Caes mal Kook, es lo mínimo que debes hacer.

—Cállate Emma. —caminó hacia Hanna— ¿No se supone que estabas enamorada de mi? ¡Deberías apoyarme, si te escuchan hablar así tus padres me echaran de aquí!.

Ambas nos miramos antes de terminar doblándonos de risa.

—Era mas divertido cuando se peleaban por mi.

—Ya te cedi Kook, además se ve que babeas por ella.

—Si ya dejaste de hacer drama Kook, podemos continuar en lo que estábamos.

—¿Continuar? Emma... ¡Llevas falda!.

—¿Y? .

—Pues... es que.... tu... —vi como el tono de su rostro fue cambiando a uno rojo.

—Excusas Jeon JungKook.

—Bueno yo tengo un deportivo que no he usado, si quieres te lo doy —asentí.

—¿Ves? Todo tiene solución Kook .

—¿Que? —miró a Kook—. Tengo que ver cual es la capacidad del chico que contrataron para cuidarme. Vamos para que te cambies —hice un ademan con la mano antes de ir con ella.

JUNGKOOK

¡No puede ser! .

¿Qué hago ahora? Aunque ya mi cuerpo creció, ella tiene mas tiempo en esto.

Debo pelear con la chica que me golpeaba ¡Es hora de vencerla! ¡Es hora de demostrar que soy un hombre fuerte!.

Empecé a hacer estiramientos, movía mi piernas de un lado a otro, formaba círculos con el cuello, y di algunos golpes al aire.

¿Qué estoy haciendo? Solo es una prueba de agilidad, no un ring de boxeo.

—¿Preparado? —subí y baje en repetidas veces la mirada a su cuerpo, solo diré que la juventud le ha sentado bien.

—¿A Kookie le gusta lo que ve? —se acercó  hasta quedar a unos pocos centímetros de mi.

—Eh...¿que?.

—¡Hey! —golpeo mi cara suavemente— Mi cara esta aquí —se señaló.

—Si vas a besarla hazlo rápido —habló Hanna, tentado ante la propuesta que hizo, me acerque un poco más a Emma, pero la mirada que me dio hizo que retrocediera un par de pasos.

—¿Sabes que? Hoy te daremos una lección de como debes defenderte, ve a cambiarte —hablé.

—¿Qué le vas a enseñar? ¿Cómo perder? —se rio.

EMMA

—¿Tienes tanta confianza en ti?.