En la intersección cerca de mi casa, ocurren accidentes con frecuencia. Las circunstancias de estos accidentes son diferentes, a veces incluso inexplicables. El año pasado, el conductor de un jeep que chocó con un automóvil dijo que apareció una mujer en el asiento del pasajero antes de la colisión. Supuestamente no vio el vehículo que giraba debido a ella.
En primavera, un Hyundai que salía del lado derecho se detuvo frente a un autobús que venía en la carretera principal. Podría haberlo logrado, pero se detuvo justo en el carril. El conductor no pudo frenar a tiempo y tampoco pudo el autobús evitar la colisión.
Y justo anteayer, una mujer que estaba parada en el cruce peatonal antes de la luz roja del semáforo de repente se adentró en la carretera bajo un tráfico intenso. Como resultado, fue atropellada por un Mazda. Los testigos dicen que simplemente estaba mirando hacia adelante, moviéndose con determinación y sin escuchar a nadie.
Dicen que solía haber un pueblo en esta parte de la ciudad. Y donde se encuentra la intersección, había un cementerio rural.