Afuera del gran salón, Astu iba junto a Xan, lo conducía a un lugar apartado, le hacía señas tanto a Bimori como a Elicia para que los siguieran, se fueron apartando del grupo, se acercaron a una de las torres de vigilancia y empezaron a subir por la misma llegando hasta lo más alto, en donde no los escuchara nadie, vigilaron que no vinieran siguiéndolos y Astu empezó a hablar.
-Muy bien mi amigo Xan, cuéntanos ¿Qué traes en envuelto entre los trapos?- Astu sometía a Xan contra la pared.
-E… es, un cachorro, nada de temer- contestaba Xan algo nervioso.
-Mmmm, no lo creo así, hay algo que no nos han dicho, sé que tienen que contarnos muchas cosas, así que mi buen amigo ¿Por qué no empiezan de una vez?- Astu ya estaba algo alterado.
-Bien, bien, les contare, solo suéltame- Xan se liberada de las manos de Astu -lo que traigo, es un pequeño cachorro de lobo, tuve suerte de que en todo el viaje de regreso Silvano no se haya dado cuenta de que lo traía conmigo.
-Más bien, eso crees amigo, todos se dieron cuenta que lo traías contigo, solo que no quisieron hacer un ajetreo con eso- Elicia lo interrumpía.
-No encuentro el problema que tengas a un cachorro, aunque ahora que lo analizo a detalle, no he visto mascotas en el pueblo, solamente animales de granja, como gallinas, puercos y ovejas ¿Por qué?- preguntaba Astu.
-Ese tipo de animales, los carnívoros, gatos, perros, no son permitidos en el pueblo, ya que son agresivos por naturaleza, no dejan que nadie se les acerque, es demasiado raro encontrar a uno de ellos conviviendo con los humanos.
-Es extraño, demasiado, no lo entiendo ¿Cómo es que ya no los domesticaron?- Astu estaba algo confundido.
-No tengo respuesta a eso, lo único que te puedo decir es que los ancianos le temen más a los lobos, ya que atacan discriminadamente a todo ser vivo que se le cruce en el camino, o eso es lo que nos han contado, pero también, por ser más propensos a “convertirse” les temen, su fisionomía cambia, aumentan de tamaño, pueden crecer tanto como si fueran un caballo, tan grandes y majestuosos, pero en ese cambio, también cambia su comportamiento, si antes eran agresivos, después de eso, agreden hasta a los de su misma clase, han llegado a arrasar con medio pueblo ellos solos, nosotros por ejemplo, tenemos la protección del bosque y de la montaña, al pueblo pesquero no llegaban porque no les agrada mucho el agua salada, se la pasan en los acantilados y solo eso sabemos- Xan miraba con algo de miedo a Astu.
-Tengo una pregunta más ¿Te parece mi amigo?- Astu ya algo relajado pasaba brazo por la espalda de Xan, dándole un abrazo.
-E… está bien- Xan ya se notaba algo tranquilo.
-Dicen que se “convierten”, debe haber algún detonante ¿Qué es? Dime, solo eso amigo- Bimori ponía atención a la pregunta de Astu.
Elicia y Xan se quedaron pensativos un rato, el niño temblaba de miedo esta vez, la mirada de Astu lo asustaba.
-Re… realmente no sabemos- Xan tragaba saliva -nunca hemos visto el cómo se convierten, solo los hemos visto ya transformados, no sé qué responder a esa pregunta, lo siento- Xan solo volteaba a ver a Astu, esperando que no lo interrogara más.
Astu dejo salir un suspiro largo, soltó a Xan y se puso a pensar, se llevaba la mano a la frente, después a la barbilla, luego colocaba las dos manos en su cadera y elevaba la mirada al cielo, buscando alguna respuesta, algo que les ayudara.
-Muy bien, Xan, vamos a dejarlo así, aunque tenemos que ver la forma de que no asesinen a ese cachorro que tanto defiendes- las miradas de Elicia y Xan cambiaron, antes estaban preocupados, ahora irradiaban felicidad.
Bimori sonreía al ver al Astu tan preocupado por un cachorro que ni siquiera había visto.
-¿Qué me estas contando?- Xan estaba confundido -¿Por qué todo ese interrogatorio? Pensé que te querías deshacer el animal, después de lo que te conté, no lo entiendo- Xan tomaba de los hombros a Astu.
-¿Por qué querría deshacerme del cachorro? Significa mucho para ti ¿No es así? Más bien quiero saber por qué se convierten, necesito saberlo, puede que tengamos una cura para eso- las manos de Xan cayeron al escuchar lo que decía Astu.
-Espera- Elicia se le acercaba a Astu aún más confundida -¿Me estás diciendo que tienen una cura? No lo creo posible, esos animales cuando se convierten ya no son los mismos- Elicia se acercaba más y más a Astu.
-Más bien lo que ustedes no entienden, mis amigos, es que tanto la señorita que esta allá, riéndose de mí y yo, somos de épocas diferentes, nosotros antes teníamos más tecnologías, eso sí, menos recursos que ahora, pero si estoy en lo cierto, en la mochila de viaje que nos dejó Sara, podría venir la respuesta a eso, aun no estoy muy seguro, pero algo debe de haber- las palabras de Astu dejaron helados a los niños.
-Lo sabemos, pero ¿Cómo le harán para convencer a los ancianos de que no maten al cachorro?- Elicia le mandaba preguntas frías.
-Veamos, tiene que ser fácil, sé que el animal está muy apegado a Xan, es un milagro que no esté aullando en estos momentos ¿Qué podemos hacer Bimori? Tú eres la que razona más las cosas en ese sentido- Astu era muy seguro de sí mismo, pero aun así se apoyaba en su compañera.
Los chicos voltearon a ver a Bimori que solo observaba la escena, no hablaba mucho en las discusiones, solo que alguien le preguntara algo.
-Muy bien- Bimori dio un pequeño suspiro -veamos, yo creo que no les debería de importar, al fin de cuentas solo sigue siendo un cachorro y si, en dado caso, notáramos algún cambio en él, se los haríamos saber, aunque claro, si eso llegara a pasar, Astu ya les dijo que probablemente tenemos la cura para eso, así que en lo que a mi concierne, ese cachorro no es un peligro, claro, de momento- ya había razonado la situación, probablemente desde que Astu inicio el interrogatorio.
Los chicos se quedaron pasmados al escuchar a Bimori, tan serena como siempre, no se le había pasado nada, ahora estaban más calmados.
-Muy bien amigos, ahí tienen su respuesta- Astu los tomaba de los hombros, sonriéndoles.
-Hay algo que me pregunto ¿Quién era la persona que estaba con los ancianos? No lo habiamos visto antes- preguntaba Bimori viendo a los ojos a Xan.
-Él es mi hermano mayor, no lo había visto desde hace mucho, se suponía que se encontraba fuera haciendo investigaciones, no se mucho al respecto, mis padres no hablan sobre eso.
-¡¿Qué?!- preguntaban en unisonó Astu y Bimori.
-Así es, si te diste cuenta, Astu, en mi recamara hay dos camas, la otra es de él, me impresiono verlo, ha crecido bastante.
-¡Ja! ¿Él creció? Creo que te deberías de ver, el que creció fuiste tú, él se ve diferente, pero lo recuerdo igual- decía Elicia casi en una broma.
Después de eso los chicos se vieron unos a los otros y rieron un poco, disminuyendo toda la carga emocional que tenían.
De un momento a otro los niños empezaron a bajar de la torre, ya un poco más relajados, sabiendo que se apoyarían los unos a los otros en cualquier situación. Elicia ya veía con otros ojos a Bimori, quien al principio no le pareció que fueran a tener una buena amistad, ahora tenía la seguridad que todo eso iba a cambiar. Xan siempre vio con buenos ojos a Astu, sobre todo por todo el conocimiento que le otorgaría.
Seguían caminando por el pueblo, como si se hubieran conocido de toda su corta vida.