Destello.

Sueños.

 

En medio de la madrugada, Xan compartía su cama con Astu, Eamon estaba acostado en la cama adjunta, todo parecía en calma, hasta que Xan se despertaba en un abrupto movimiento, tanto que enviaba al pobre Astu al suelo.

A Xan le costaba respirar, quería gritar pero por la falta de aire se le complicaba, se tocaba el pecho, veía en todas las direcciones, palpaba la cama en busca de algo que nunca encontró, tocio un poco antes de entender que seguía en el pueblo, en la comodidad de su cama, comenzó a respirar mejor, volteo a ver al suelo, solo para ver a Astu tirado tocándose la cabeza.

-¿Qué rayos te pasa Xan?- preguntaba Astu ligeramente molesto.

-Perdóname Astu, tuve una pesadilla- Xan giraba a ver la cama de a lado, esperando no haber despertado a Eamon.

-¿Quieres hablar de eso?- Astu a pesar del golpe que había recibido, se preocupaba por el chico, se apoyó en la cama para poder escuchar a Xan.

-No… está bien, no te preocupes.

-Deberías de contarme, tal vez te tranquilice- Astu trataba de convencer al chico.

-Está bien, te contare, pero no le digas a nadie.

-Te lo prometo- decía Astu haciendo una señal con la mano.

-He soñado con alguien, está en medio de un lugar alejado, tiene sangre por todos lados, no puedo reconocerlo, escuchó su voz diciendo “detente” una y otra vez, me despierto cuando me estoy acercando a él, trato de alcanzarlo para saber quién es, pero nunca lo logro, ya van un par de noches que lo veo, se siente, como decirlo, tan real- Xan abrazaba una de las almohadas que tenía cerca.

-Es algo raro, nunca pudimos descifrar los sueños, en mi tiempo le daban muchos significados, pero científicamente no hay nada relevante…- Astu se quedaba un momento en silencio.

-¿Qué, qué pasa?- Xan al ver a Astu preocupado comenzó a ponerse nervioso.

-Calma, no pasa nada, solo que recordé algo, los estudios no demostraron nada, pero en realidad los sueños son una experiencia humana universal que puede describirse como un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales, cognitivos y emocionales durante el sueño- trataba de explicar Astu.

-Perdona mi ignorancia, pero sigo sin entender- Xan se cubría con su almohada.

-A lo que me refiero es que, la mayoría de los sueños se basan en experiencias vividas, incluso por estrés emocional ¿A qué voy con esto? El simple hecho de que hoy nos hayamos enfrentado a los ancianos tan solo para defender a tu mascota, puede ser un detonante, otra podría ser que algo traumático te haya pasado y tu subconsciente aun no lo puede asimilar y ahí sigue y bueno, teniendo en cuenta lo que paso en el puerto, no dudo que tengas pesadillas- le explicaba Astu.

-Ya veo ¿Entonces debo de relajarme para no tener pesadillas?- preguntaba Xan emocionado.

-No necesariamente, como te dije los sueños no los podemos controlar nosotros, vienen desde el subconsciente, aunque si puede ayudar bastante, mira, las pesadillas son sueños angustiantes que hacen, en este caso a ti, sientas una serie de emociones perturbadoras y tal como lo has experimentado las reacciones comunes a una pesadilla es el miedo y la ansiedad.

-¿Entonces que debo de hacer?- Xan se notaba angustiado.

-Realmente nada, ten en cuenta que solo son eso, sueños, ten calma amigo, pronto esos sueños desaparecerán, además de que nos tienes a nosotros, no te preocupes- Astu terminaba de hablar con una sonrisa.

-Te creo, es bueno tenerlos aquí, perdón por tirarte al suelo.

-No te preocupes, estoy bien, pero creo que me quedare aquí, es más cómodo y al parecer más seguro.

Ambos chicos sonrieron y volvieron a acomodarse para regresar a dormir.

Astu se quedaba despierto aun después de que Xan ya dormía plácidamente, comenzó a recordar algo.

-“tal vez debí decirle que hubo estudios de sueños premonitorios y que tal vez esos sueños es algo que pasara en un futuro no muy lejano, rayos ¿Qué hago? Aunque si le dijera lo estresaría aún más y eso me traería más problemas a mí, tal vez solo se lo debería de comentar a Bimori, ella sabrá que hacer, si eso hare”- pensaba Astu en medio de la noche.

Por la mañana, Eamon se despertaba al escuchar algunos ruidos que probablemente hacia su madre en la cocina, pudo ver la plenitud que otorgaba su cuarto, volteo a ver a Xan que aún seguía dormido, escuchó algo que caía en la cocina y se apuró a levantarse, pero en su ímpetu tropezó con un bulto que yacía en el suelo del cuarto y también él cayo.

-Pero ¿Qué rayos?- Eamon se preguntaba tocándose la cabeza.

Del bulto cubierto de algunas sabanas, se levantaba Astu, adolorido por el golpe propiciado por Eamon.

-¿Qué te pasa? Deberías dejarnos dormir, hoy es el día de descanso- Astu le recriminaba.

-Me parece sorprendente que sigan dormidos con todo ese ruido allá afuera- Eamon le aventaba un zapato a Astu, mismo que esquivaba con facilidad.

-Tu deberías de calmarte, Elaine y Silvano llegaron temprano hoy, ayudaran a tu madre con los preparativos de la fiesta, que cabe mencionar, es a tu honor- Astu se volvía a meter en las sabanas.




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