Destello.

Memorias.

Xan se encontraba recostado boca arriba en la arena, podía sentirá la brisa del mar tocándole la mejilla, el sonido tranquilo de las olas, abrió los ojos despacio somnoliento, pero se levantó en un sobresalto al no saber que hacia ahí y del porque estaba en ese sitio desconocido, giro la cabeza para todos lados tratando de reconocer el lugar, pero fue en vano debido a su falta de conocimiento del mundo, empezó a caminar por la orilla de la playa esperando encontrar a alguien conocido, a Elicia o a los otros chicos, sentía que habían pasado varias horas, gritaba sus nombres, no había respuesta de vuelta, sentía una desesperación enorme, sentía que algo le presionaba el pecho, estaba confundido ¿Qué había pasado? Tal vez era otro sueño, pero se sentía tan real. El graznar de unas gaviotas hicieron que desviara su mirada hacia el cielo, las vio postrarse en una casa de madera casi destruida; el chico se acercó lento para ver que podía encontrar dentro, alguna pista que le ayudara a saber en dónde estaba.

Nada más al entrar noto unas escaleras de un pequeño desnivel, bajó con cuidado y alcanzó a notar una barra de madera en el fondo con un pequeño bar de fondo, a los lados pudo ver un par de mesas redondas y junto a ellas dos sillas de madera estilo rustico; por fin pudo ver el lugar por completo, tanto las mesas como el lugar en general estaba lleno de polvo, mismo que Xan iba limpiando con los dedos.

-¿Qué es esto?- se preguntaba Xan mientras examinaba la barra.

Saco de un estante un jarro de cristal algo polvoriento, le sopló para sacarle algo de tierra y lo limpio con las manos, después de eso lo dejo encima de la barra y se quedó contemplándolo un momento.

-no deberías de estar aquí- la voz dulce de una mujer hizo que el chico aventara sin querer el jarro quebrándose al instante que caía en el suelo.

-¿Quién eres?- Xan se encontraba visiblemente nervioso, por más que giraba a ver de dónde provenía esa voz, no lograba ver a nadie.

-sal de ahí, tu lugar no es aquí- la voz provenía de la playa.

Xan salió corriendo del lugar, esperando ver a aquella mujer que le hablaba, detuvo su carrera al ver una tromba marina acercándose a la playa; la fuerza del viento era tal, que Xan con una mano se tapaba la cara para poder ver mejor el horizonte y descifrar que estaba pasando.

-es hora de irse pequeño Xan- nuevamente esa suave voz susurrándole en el oído.

-¿Qué? ¿Cómo sabes mi nombre?- Xan logró voltear y ver una mujer muy cerca de la playa; llevaba un vestido blanco, que resaltaba por su piel morena y su cabellera oscura -¡Hey! Espera, yo te conozco, tu… tu, eres Sara ¿Qué está pasando?- preguntaba el chico confundido.

Sara solo giro a verlo y le sonrío, una delicada sonrisa que confundió aún más al chico, Xan avanzó un poco hasta donde ella estaba, pero se detuvo un par de pasos antes de llegar con ella.

-no te acerques mas Xan, es hora de volver- Sara le sonrío de nuevo, antes de que una ola enorme los cubriera por completo y los arrastrara hacía la playa.

Xan no podía respirar, sentía que se ahogaba, necesitaba aire, las fuerzas se le iban, hasta que por fin perdió fuerzas y cayó en un sueño profundo.

-¡Xan, Xan!- los gritos desesperados de Elicia hicieron reaccionar al chico que se despertaba abruptamente.

Xan seguía sin poder respirar, estaba sudando frio, abrió más los ojos y vio a todos observándolo con atención.

-¿Qué está pasando?- preguntaba el chico consternado

-Eso quisiéramos saber nosotros- le reprochaba Astu.

-¿A qué te refieres, Astu?

-Estabas teniendo una pesadilla, de nuevo ¿Estas bien?

-No… no lo sé, soñé con Sara.

-¿Con Sara?- Bimori se acercaba al chico para poderlo escuchar mejor.

Xan comenzó a contarles sobre su sueño con lujo de detalle, el semblante de Astu y Bimori cambio cuando mencionó la casa de madera a la que había entrado; después de eso se quedaron en silencio.

-¿No… no viste algo más, a alguien más?- preguntaba Astu algo nervioso.

-No, no que yo recuerde, al final, cuando la ola nos golpeó, Sara me dijo algo, pero el sonido no me dejo escuchar bien, de ahí en más no recuerdo nada ¿Por qué?- Xan temblaba, sentía miedo.

-No, por nada en especial ¿Estarás bien?- Astu se acercaba para darle una palmada en el hombro.

-No… no lo sé, todo eso parecía tan real ¿Ustedes saben algo al respecto?- preguntaba Xan fijando su mirada en Astu.

-No, no sabemos nada- contesto Bimori antes de que Astu dijera algo.

-No lo creo- Eamon se acercaba a Bimori para confrontarla.

-Es la verdad, no tendría por qué mentirles- respondía Bimori.

-Si tienen algo que decirnos será mejor que lo hagan, toda información es valiosa y más en estos tiempos ¿Quedo claro?- Eamon se acercaba a Xan.

-¿Ya te sientes mejor Xan?- preguntaba Elicia tratando de disuadir a Eamon para que cambiara de conversación.

-Sí, creo que sí- Xan por fin podía respirar más tranquilo.




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