Años más tarde...
— Hablaras o no— dije apuntándolo con la punta de mi espada.
— no— de un movimiento corte su cabeza.
— Dhalia— llame a la vampira— Busca si el omega tiene familia, y si es así encargate de asesinar a cada uno de ellos.
Los demás omegas se miraron entre ellos con asombro, habíamos logrado capturar a muchos guardias de la manada del alfa Adrian y el alfa Jasper.
Camine hasta posicionarme delante de la mujer, tome su mentón haciendo que me mirara.
— Ya viste que sucedió cuando se negó a hablar, no tengo paciencia así que hablas o mueres.
Tembló ante mis palabras, solté su mentón y mire a los demás.
— ¿Quien hablara?—pregunte con fuerza mientras los demás desterrados tenían atados a los omegas.
— y...yo— mire a un joven.
— ¿que no eres muy pequeño para ser guardia de la manada?—pregunte curiosa.
— Lo soy — levanto la mirada.
— Tus ojos...— eran de diferente tonalidad, esta característica la tenían los desterrados.
Me acuclille quedando delante del adolescente, un ojo era rojo y el otro negro.
— ¿Por qué un desterrado ayudaría a nuestros enemigos?— pregunte delicadamente.
— Nací siendo desterrado, mis padres lo eran y hace poco la líder de los cazadores, la Artemisa me encontró.
— ¿y diste tu ayuda?—asintió.
— okey... Ahora necesito que tomes una decisión, o mueres al ser nuestro enemigo, o vives para ser nuestro aliado— extendí los brazos enseñándoles a mi manada.
— Soy un desterrado después de todo...— una sonrisa apareció en su rostro.
— Desantenlo—ordene, Mila, una de las mejores guerreras lo desato, ella era mujer loba, la encontramos hace un año, estaba herida y a punto de morir, después de todo un lobo sin manada es un lobo muerto.
El chico se sobo sus muñecas y luego se levanto.
— Gracias señora, gracias por permitirme ser parte de los desterrados.
— ya eras uno.
Mire a los demás.
— ¿quien hablara?—volví a preguntar.
— ¡no hablare ni delatar- —antes de que continuara camine hacia él dejando que mis garras perforaran su cuello hasta morir desangrado.
— No me vengan con su discurso—reí — no hablare ni delatare a mi manada ¿enserio? ¡De no hacerlo porque estamos aquí!.
— tu... eres igual que la Loba— dijo la mujer.
La mire, la Loba era consideraba para todos como una salvadora, una mujer loba que no puede sacar a su loba, a pesar de eso puede sacar sus colmillos, garras, su velocidad y fuerza son asombrosas, y como olvidar su buen corazón.
— Puede que si, pero hay una gran diferencia. La loba mata a los desterrados, yo los salvo, Lily no es como yo.— si, conocía perfectamente a la loba pues a estado detrás de mí por años.
— Sueltanos.... Sueltanos antes de que ella venga— rodé los ojos e hice una seña a uno de los desterrados para que lo matara, cuando lo hizo tome la empuñadura de la espada.
— Por favor, me avergüenza ver como un par de omegas se aferran a la idea de que sus salvadoras vendra. Pero este no es terrenos de cazadores. Aquí solo yo puedo salvarlos.
Nadie hablo.
— matenlos— ordene, sangre empezó a exparcirse hasta quedar la mujer a la que anteriormente vi— ¿hablaras?
Asintió con miedo.
— Ariana Venandi piensa emboscarla en la cueva de las sombras, cuando cruce para ir a la manada de luna Creciente en busca de su hijo.
Así que Ariana se a enterado de que voy tras su hijo el cual es el futuro alfa.
— Okey, te dejare libre— La soltaron, ella se levanto y empezó a correr, levante la mano y uno de los vampiros corrió para cazarla.
Me gire y el chico me vio.
— Dijiste que la dejarías libre...— me vio con miedo.
— lo hice, no hay libertad más grande que morir.
Empezamos a caminar a nuestro refugio, el niño a mi lado caminaba con la cabeza hacia abajo.
— levanta la cabeza, mira hacia al frente— ordene, lo mire de reojo, el chico caminaba cohibido— no te lastimaran en cuento seas leal a los tuyos.
— No pienso traicionarlos, sé que pertenezco aquí, lo sé desde que vi a los cazadores matar a mi madre por ser desterrada.
— ¿como sobreviviste tu solo?
— Matando, mi señora...
No seguí con las preguntas y al llegar a nuestro refugio entramos sin ser visto, nos movemos cada dos semanadas, aveces en el bosque, otras veces en cuevas o incluso entre los humanos, este último es mi lugar menos favorito.
Al entrar lo primer que vez son tiendas de acampar, niños corriendo que nacen desterrados, cuando sigues caminando vez a hombres entrenando al igual que las mujeres, y hasta al final hay una tienda que es más grande que las otras.
Hice una señal con las manos para que los desterrados se esparcieran quedando solo con el chico.
— vamos...— él me siguio y al abrir la tienda observe a Aura.— Tengo información.
— Nivarna, por fin vuelves— ella sonrió acercándose a mí, ante de que me abrazara me aparte.
— te e dicho muchas veces que odio tus muestras de afecto.
— Por la diosa Nivarna, me haces quedar mal ante nuestro invitado.
Ella le sonrió al chico cálidamente, esa sonrisa era tan falsa que ni el chico la creyó.
— ¿que hace un chico tan lindo por aquí?— rode los ojos.
— es un desterrado, deja de fingir y comportate— ella rio suavemente hasta que esa sonrisa tan delicada cambio para verme amenazante.
— No olvides tu posición—tome una manzana de la canasta.
— Soy más fuerte que tú, la que no debería olvidar su posición eres tú.
Ella volvió a ver al chico.
— ¿en donde lo encontraste?
— Estaba con un grupo de omegas, lo salve de ser discriminado. ¿Cuál es tu nombre?
— No tengo...— bajo la cabeza.
— bueno, tienes que ponerle un nombre al mocoso, ire por Zack para que sueltes la información—asentí mientras ella se iba.