Desterrada

3. El plan

Mire  a Zack, Mila, Aura, Dhalia y a Cole entrar.

— ve y espera afuera—dije a Vlad, él asintió mientras los demás entraban.

— Tenia familia— sonreí ante las palabras de Dhalia. 

— ¿que tipo de información encontraste?—preguntó Zack rodeando una mesa.

— Trae el mapa— pedí a Cole, él era un híbrido, mitad elfo y mitad lobo, una connacional tan extraña pero nos era mucho de ayuda.

Él puso el mapa extendiéndolo en la mesa.

— Sé supone que iríamos tras Apolo, el hijo del alfa de Luna creciente, pero la madre se nos adelanto, sabe que pasaremos por la cueva de las sombras.

— ¿como sabes que el niño no miente?—susurro Mila.

— Mila tiene razón— apoyo Aura.— podría ser un infiltrado de la loba o de la Artemisa.

— El niño no fue quien me dio la información, fue una mujer— ellos se miraron entre si.

— Puede que el niño supiera y no quisiera hablar—asentí ante lo que dijo Zack.

— La mujer delato a los suyos para vivir, no creo que haya mentido. Por eso tomaremos otro camino y engañaremos a la Artemisa.

— ¿Que planeas?—preguntó Dhalia.

— Como no podremos matar a Apolo... Iremos tras la nueva heredera de Luna Llena— Aura amplio los ojos sorprendida.

— ¿de nuevo?— Zack se mostró molesto— Ya matamos a su primera heredera, una segunda suena peligroso, ellos están preparados para cualquier ataque.

— Lo sé, pero la segunda heredera no es una bebé— mire a Aura— Secuestraste a una bebé y eso se te hizo fácil.

— ¡estas loca!—grito Aura molesta.

— Aura tiene razón—apoyo Cole— Quieres matarla cuando ella puede ser capaz de defenderse.

— Solo tiene diez años, y si hacemos esto podremos tomar Luna Llena, dejaremos de correr y tomaremos la manada— todos me miraron, si, era una idea arriesgada pero valdría la pena...

— para llegar a Luna llena tardaran díaz, tendremos que mover a nuestra gente Nivarna.

— Por eso descansaremos en Luna Menguante. 

— Ahí la apoyo, el alfa Adrian apenas es un chiquillo.

— Cole, ve por una de las brujas y pídeles que preparen algo para cambiar la esencia de diez personas.

Él asintió saliendo de la tienda.

— ¿para que quieres eso?—preguntó Aura.

— La artemisa nos esperara a la salida de la cueva, no la dejare con las manos vacías.

Tome mi espada nuevamente.

— Aura encargate de alistar a los desterrados, partiremos a primera hora—ella sintió.— Dhalia y Mila, iremos a cazar...

Las tres salimos de la tienda.

— ¿que cazaremos? No creo que otro grupo de guardias pase.

— no cazaremos guardias.

Empezamos a caminar y antes de continuar alguien me llamo.

Me detuve mientras las otras dos seguían.

— ¿la puedo acompañar?—mire a Vlad.

— lo lamento, pero eres débil y cargarte seria un estorbo. Ve y entrena con Cole, el chico de cabello de dora— seguí mi camino dejando atrás al chico.

Mire a dos elfos en la entrada.

— abran — pedí, los elfos eran de ayuda para nosotros, la mayoría desterrados por injusticias o por no poder controlar sus instintos asesinos, hay más de este último.

Ellos elevaron sus manos dejando al descubierto la entrada, al ser parte del bosque nos ayudaban a camuflarnos.

Mila estaba por transformarse pero la detuve.

— ¿por qué no?— preguntó molesta.

— Saldremos del bosque, iremos a la cuidad.

— en ese caso...— Dhalia saco unos lentes de sol de su bolsillo y se los puso dejando su cabello suelto.

— no quiero que vean mis ojos.

— ¿que haremos con los humanos?—preguntó Mila caminando a mi lado.

— capturaremos diez y los usaremos para que entren a la cueva de las sombras por nosotros.

— Si la Reina se entera de que hicimos eso nos matara— la Reina era la mujer más poderosa de todo lo sobrenatural, además su esposo era el rey de los antropológicos, su hija era una Hibrida poderosa y ni hablar de sus aliados. Teníamos una gran suerte de que ellos vivieran del otro lado del mundo. 

— No se enterada, por eso lo haremos, además no le temo.

— Pero que dices Nivarna, si ellos son fuertes.

— y nosotras también... 

Al estar cerca de la zona civilizada por los humanos nos detuvimos, en una parte del bosque había fuego.

— Son seis hombres... Dos recién nacidos y siete mujeres, entre ellas dos adolescentes— los sentidos de Mila eran demasiado buenos.

— Al parecer una familia decidió acampar— rodé los ojos antes las palabras de Dhalia.

— Humanos estúpidos, esta zona esta restringida después de los tantos asesinatos por animales salvajes— Claro que los animales salvajes eramos los desterrados, quedaron advertidos pero aun así siguen viniendo.

— A eso le llamo ingenuidad, deberían leer el periódico— apoyo Dhali.

Empezamos a caminar en dirección a ellos hasta estar en donde ellos estaban.

— ¡y le dije primero muerto que traerla suegra!— dijo un hombre riendo al rededor de una fogata.

Me reí llamando la atención de todos, cuando me detuve todos me miraban.

— Bueno al parecer parece que si morirás— mi risa se detuvo pero mi sonrisa no desapareció.— Maten a las niñas y los bebes.

Mila y Dhalia asintieron, estaban por llegar a ellas pero al contar a los hombres solo había cinco.

—¿en donde esta el sex- — un estruendo hizo que toda criatura del bosque corriera despavorida. 

Mire mi estomago, mierda...

Me gire observando al hombre con el arma.

— ¡no dejare que un trió de psicópatas mate a mi familia! 

¿me llamo psicópata?

La sangre se detuvo...

En estos momentos era cuando agradecía a Zack por hacerme mejorar mi velocidad, en un parpadeo ya estaba detrás de él.

— Soy mejor que una Psicópata—  lo tome del cuello con mi mano izquierda mientras que la derecha empezaba a deformarse hasta convertirse en una garra, cuando la tuve perfore su espalda justo en donde estaba su corazón, una sensación tan asquerosa.




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