Cabello de zanahoria, sonreí inconscientemente.
— ¿en donde esta ella?—preguntó.
Me cruce de brazos viéndolo con diversión.
— ¿quien?—pregunte.
— La desterrada
Así que ni siquiera era consiente de quien tenia enfrente.
Me pare bien y tome la daga que estaba detrás de mí, mientras lo hacía el color amarillo de sus ojos seguía en mis hermosos ojos celestes.
— Se fue— dije señalando las rocas, él empezó a caminar y cuando llego a mi lado levante la daga, él fue más rápido y la golpeo tomando mi muñeca.
— Vendrás conmigo— dijo con calma mientras sus ojos seguían amarillos.
— Muere- — Intente zafarme de él pero golpeo mi estomago con su puño de manera fuerte.
Todo se empezó a ver borroso y negro, no caí al suelo pero ese golpe... Me las pagaría.
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— Sabes... Ella odiara a Ariel— escuche una voz femenina a lo lejos, el dolor en mi estomago continuaba y mi cabeza dolía.
Ella quería salir...
— lo amara, Ariel la ama, ella hará lo mismo— esa voz gruesa había desaparecido y ahora podía escuchar a un chico normal.
— Nivarna....
— No escucho a su loba— esa voz si la conocía, alguien se acerco a mí y cuando estuvo cerca tome su cuello.
— ¡Hey no!—grito la chica jalando al alfa Adrián.
Cuando la chica lo alejo intente levantarme pero mi mano y pierda derecha estaban atados a la cama.
— ¿Pero que...— mire al chico cabello de zanahoria, ahora sus ojos eran color miel y no se miraba molesto.
— Te encontré— dijo con una sonrisa.
— ¿por qué me ataste?—pregunte molesta.
— No fue él— volví mi vista al alfa—Fui yo, el idiota no es capaz de ver quien eres.
— ¿mucho miedo?—dije burlona.
Adrián gruño y se zafo de la chica caminando a mí, tomo mi cuello y me empujo a la cama apretando mi cuerpo.
— ¡Adrián!— El cabello de zanahoria lo tomo por atrás y los jalo alejándolo de mí.
— ¡saca a Adrián de aquí! — dijo fuertemente cabello de Zanahoria.
— Perdón— la chica se disculpo y saco arrastra al alfa.
— ¡ni se te ocurra soltarla! — dijo por último para luego irse.
— Nivarna...— cerré los ojos soportando el dolor que me causaba.
— ¿estas bien?—preguntó cabello de zanahoria sentándose a mi lado.
— Se supone que cuando encuentras a tu alma gemela la abrazas y vez por ella, no la atas— señale las cadenas.
— No puedo contradecir eso, pero tienes que tener en cuenta que cuando encuentras a tu alma gemela tiene que corresponder al abrazo y no intentar matarle — levanto mi daga enseñándomela.
— Empezamos mal— sonreí haciéndolo sonreír, era chico demasiado tierno.
— Y dime ¿cuál es tu nombre?— preguntó.
— Sabes quien soy...—susurre acercando mi rostro al suyo.
— Nivarna... La líder de los desterrados— cuando escuche decir lo último me aleje y empece a reír.
Él se miro confundido por mi actitud y cuando calme la risa dije:
— Los desterrados no tenemos líder, yo solo los guio.
— ¿matando humanos y entrando a la manada de un alfa? Nivarna... Asesinaste a los guardias.
— ¿decepcionado de lo que tu diosa te asigno?—trague fuerte.
— Es también tu diosa.
— yo no tengo diosa y no tengo porque estar aquí, suéltame— ordene.
— No puedo, Nivarna— dijo levantándose.
— No podrás retenerme por muchos, los míos vendrán— El chico volvió a bajar la mirada.
— La artemisa igual— se dio la vuelta dispuesto a irse.
— ¡me matara!—grite fundiendo dolor— ¿dejaras que lo haga?
Él volvió a verme.
— Ni siquiera me darás una oportunidad....—dije agachando la cabeza, si reía solo me vería como una manipuladora.
— No... No, no dejare que te lastime— se acerco a mí y zafo la cadena de mi pie para luego ir a la de mi mano.
Cuando me soltó lo envolví en un abrazo y él me sostuvo fuerte.
— Gracias... — tome su cabeza entre mis manos y acaricie su mejilla— lo lamento— mi puño impacto en su cara y mientras él se reincorporaba salí corriendo.
Baje las escaleras mientras escuchaba su voz.
— ¡vuelve! ¡Nivarna no te alejes!
La soulmate del alfa salio por la cocina y me vio correr.
— ¡Adrián!—grito mientras yo tomaba la espada de una armadura que usaban de decoración, salí por la puerta principal y vi muchos guardias.
— ¡apártense o juro que los matare!—grite.
— Beta...— los guardias retrocedieron, pero no por mí, voltee e inconscientemente empece a caminar hacia atrás chochando con los guardias.
— ¡te dije que no la desataras!—grito Adrián.
— ¡cállate!—devolvió el grito cabello de zanahoria asustando a todos, Adrián estaba por golpearlo pero la chica lo detuvo.
— Déjame ir— levante la espada.
— Nivarna, no te dejare ir y no permitiré que la Artemisa te haga daño.
— No prometas nada Oliver— dijo Adrián.
Oliver...
— ¿lo juras?—pregunte bajando la espada.
— Daré mi vida por la tuya, no dejare que ella te haga daño.
— Oliver, escucha a Adrián— la chica tomo el brazo de Oliver y lo jalo haciendo que la viera — sabemos quien es...
— Es mi alma gemela.
— la desterrada más buscada... La chica que mato a demasiados de los nuestros, ella esta del lado de los malos.
— y ahora soy, la villana— dije graciosa.
— ¿no lo eres?—preguntó la chica alzando una ceja.
— ¿y tú? ¿la princesa? — Ella soltó a Oliver y camino hasta quedar enfrente de mí.
— No me das miedo, Nivarna.
— No sabes ni con quien hablas, aquí yo soy el dragón y tú la débil princesa— su rostro se empezó a tornar rojo por el enojo— No me hables como si fueras importante, porque de un movimiento puedo cortar tu cabeza— di un paso atrás y clave la espada en el suelo.
— ¿y por que no lo haces? —reto dando un paso hacia mí.