— ¿que...?—preguntó sorprendido.
— lo que escuchaste, no dejare a Oliver, él vendrá conmigo.
— tú no pued-
— Adrián— la princesa entro apresurada pero se detuvo al verme a mí— Nivarna... No pensé que estarías aquí.
— No te preocupes, ya sé que pensar no es lo tuyo.
Ella frunció el ceño y entro.
— ¿interrumpo algo?—preguntó acercándose a Adrián.
— le agradecía a Nivarna por ayudarte— dijo él acercándose para abrazarla.
— y yo le contestaba que no siempre seria así.
— Nivarna tiene razón— dijo Taylor— no puedo depender siempre de ella, de Oliver o de ti, ahora que no estabas yo no sabia que hacer...
— Es humana y comprendo que el hecho de matar para ella este mal, pero no puede seguir así.
La chica trago fuerte y me vio.
— entrenarme— susurro.
— ¿que?—pregunte sorprendida casi retrocediendo.
— mi amor pero que dices...—dijo Adrián preocupado.
— Que Nivarna me entrene, es como ver a la líder de los cazadores.
— oh no, claro que no— dije negando— no te entrenare y no vuelvas a compararme con ella.
— Nivarna por favor— Taylor dejo a Adrián acercándose a mí con las manos juntas casi suplicándome— necesito aprender a vivir aquí, llevo un año en este lugar y las veces que los desterrados atacaron siempre fue Oliver o Adrián protegiéndome. Necesito hacerlo sola...
Eso seria como si el cazador entrenara a la presa. Aunque, si lo hago... seria una gran rival en el futuro.
Mire a Adrián esperando respuesta.
— ¿en verdad es lo que quieres? — preguntó él.
— si— respondió decidida.
— No será fácil— dije y ella asintió— dolerá— ella volvió a asentir— y si llegas a lastimarte Adrián no podrá hacerme nada, de lo contrario habrá problemas, dile que lo jure y todo bien— me cruce de brazos esperando respuesta de Adrián.
— Adrián júralo.
Él suspiro y me miro.
— si le haces algo, si la lastimas o se daña en el entrenamiento, no te haré nada. Pero si le pasa algo afuera del entrenamiento... te mato— sonreí estando conforme con la respuesta.
— Nivarna...
— Disfrutare su muerte...
— esta bien, empezamos mañana al amanecer, cinco de la mañana despierta— dije saliendo de la oficina de Adrián.
Salí de la mansión siguiendo la esencia que Oliver desprendía, al salir él hablaba con unos guardias.
— ¿hubieron heridos?
— no demasiados, beta, de hecho...— me miro y luego bajo la mirada— señorita Nivarna— dijo con respeto.
Pase mi brazo por debajo del de Oliver.
— ¿sucede algo?—pregunte.
— no comprendo como lograste salir de la mansión— contesto Oliver.
— no fue complicado.
— continúa hablando— dijo Oliver al guardia.
— personas vinieron agradecidas con su mate y atrapamos a tres desterrados, usted dirá que haremos con ellos— dijo a Oliver.
— esta bien, gracias por el informe— contesto Oliver empezando a caminar conmigo a su lado.
— ¿que harás con ellos?—pregunte curiosa.
— ¿que se hace con un desterrado?—preguntó obvio.
— no lo sé— dije poniéndome delante de él— amarla y respetarla hasta que la muerte los separe suena lindo— Oliver sonrió dejando un casto beso en mis labios para después seguir.
— no creo que quieras que haga eso con cada desterrado.
— en eso tienes razón, pero no quiero que los mates— pedí.
Oliver se detuvo observándome confundido.
— ¿por qué? ¿acaso son de tu grupo?
— para nada— negué— no trabajo con dementes abusadores.
— ¿entonces?
— veré por los míos— conteste.
— En ese caso le diré a Adrián que nos acompañe.
Seguí a Oliver hasta llegar a una zona mas alejada de la manada, entramos a lo que parecía un castillo y al entrar observe que no había techo.
— ¿Que es este lugar?— pregunte asemejándolo a un estadio pero de tierra.
— haya, en el lugar más alto es en donde el alfa, beta y sus parejas observando todo lo que pase aquí— dijo señalando el lugar en el que estábamos, personas de la manada también asisten.
— ¿pero que hacen aquí?—pregunte.
— suelen haber competencias, peleas como estilo boxeo.
— eso es lo más asombroso que he escuchado— él rio y asintió.
— Luego del aniversario de Adrián se realizara la competencia, es el quinto año consecutivo en el que se realiza.
— ¿tú participas?— él negó.
— ganaría y seria considerado trampa al ser el beta.
— ¿yo podría participar?.
— eso lo veremos más adelante— dijo observando la entrada.
Guardias traían a desterrados atados hasta dejarlos enfrente de nosotros, si aspiraba fuerte se podía sentir ese aroma a sangre impregnado en las paredes de abajo, ver este tipo de competencia seria como apreciar una masacre.
— Así que son ellos— dijo Adrián entrando.— ¿pero que haces aquí?—preguntó al verme.
— deja que me encargue de ellos— pedí.
— claro que no— respondió.
— por favor no— negaron los desterrados al verme.
Oliver y Adrián se mostraron sorprendidos.
— ¿no que?— preguntó Adrián.
— no nos deje con ella, mátenos si desea, pero con ella no.
— ni siquiera pensaba hacerles daño— dije levanto los brazos y dando un paso atrás.
— ¿que quieres hacer con ellos?— Me preguntó Adrián.
— déjalos libres, pero con una pequeña advertencia.
— no hará falta— contesto uno de los desterrados negando.
— si lo hará, su grupo buscara al mio pidiendo venganza, no deseo eso.
— ¿acaso salvas a los tuyos?—preguntó Oliver sorprendido.
— cállate— demande— solo eso pido y para hacerlos callar y como advertencia de quien hable, quítales la lengua y cóseles la boca, estaría más pedir que hagas que no vuelvan a abusar de ninguna niña— pedí a Adrián. Tome la daga que cargaba y la tire cerca de ellos cerca de sus partes haciéndolos retroceder.