Desterrada

15. El hermano Menor

— ¿y como te llamas?—preguntó la princesa al niño quien comía con nosotros.

Él niño me vio e hizo que los demás igual. 

— se llama Vladimir, así lo bautice— dije, él asintió y siguió comiendo.

— ¿de que manada eres?—preguntó nuevamente Taylor.

Y ahí fue en donde el niño miro con enojo a Adrián.

— omite esa pregunta, princesita.

— oh, okey. ¿como es tener de hermana a Nivarna?

Vaya pregunta. Vladimir me observo y todos nuevamente volvieron a verme.

— no contestare siempre por ti, responde—dije y él asintió.

— es genial, es fuerte y todos le temen.

Adrián rio.

— incluso el que ustedes dicen llamar alfa.— completo el niño

Adrián observo molesto al niño y la princesita le sonrió mientras Oliver reía. 

— no es tan mal alfa, ¿te gusta la comida?

Él niño asintió.

— la cama ya fue preparada— dijo Refugio.

— gracias— agradeció la princesa.

— termine, muchas gracias— agradeció Vladimir.

— vamos, te llevare a la cama—dije extendiéndole mi mano.

— no pienses que por ser tu familia le daré un hogar aquí—dijo Adrián— no puedo permitir que otro más se quede.

— Adrián, no digas eso— regaño la princesita.

— Taylor tiene razón, es su hermano y debe quedarse— defendió Oliver.

Cuando el niño llego a mí sonreí.

— no te preocupes, entiendo tu posición, Adrián— dije subiendo las escaleras, al llegar a la habitación del niño cerré la puerta.

— báñate y cámbiate, dejaron ropa para ti, toma una mochila— ordene y él hizo lo que le dije.

Tome una hoja de papel y un lapicero.

Cole, Mila o Dhalia lo leerían, esto seria solo el inicio, nuestros planes no quedarían estancados y yo no permanecería siempre aquí.

La venganza apenas iniciaba, ni Oliver podría detenerme.

Termine de escribir la carta y tome la mochila que estaba en la cama, coloque un poco de ropa y luego vi al chico salir del baño.

— quiero que cuides esto y se lo entregues al primero que veas, Mila, Dhalia o Cole ¿entendido?—pregunte.

— si, yo lo entregare.

Alguien toco la puerta y yo metí la carta y escoda la mochila, abrí la puerta y Oliver era quien tocaba.

— ¿pasa algo?—pregunte.

— ¿no dormirás conmigo hoy?—preguntó viendo al niño detrás de mí.

— no puedo dejarlo.

— Hermana, tengo hambre—dijo Vladimir casi bostezando.

— baja, pide que te den un vaso de leche—dije sonriéndole.

Él me hizo caso y me dejo sola con Oliver, cerré la puerta de la habitación con nosotros afuera.

— es mi hermano, tiene muchas pesadillas y por hoy quiero cuidarlo— dije esperando a que me creyera.

Oliver sonrió y toco mi mejilla con delicadeza.

— ahora me doy cuenta lo buena y frágil que sueles ser cuando alguien te importa.

— tú también me importas— me acerque a él con la intención de besarle.

— y eso me hace muy feliz, tu hermano podrá quedarse, lo que Adrián dijo-

— lo que él dijo me tiene sin cuidado, yo veré como me las arreglo con mi hermano.

— Taylor también te apoya.

— solo necesito tu apoyo, el de los demás no me importa

— siempre lo ten-

— ¡ahh!— me separe de Oliver al escuchar un grito de Vladimir, empece a correr en dirección a él y al verlo estaba en el suelo quejándose y sosteniendo su pie.

— ¡Vladimir!—grite bajando las escaleras y haciendo a Adrián a un lado.

— Nivarna— se quejo intentando no llorar.

— ¿que sucedió?—susurre viendo su pie.

Él levanto la mirada y al seguirlo vi a Adrián.

Me levante y lo mire con enojo.

— ¿lo has empujado?—pregunte sin rodeos.

— ¿que? No— dijo negando— el niño intento volver a atacarme, yo sol-

— ¡es un niño!—grite— por dios Adrián, esto es injusto

— ¿Están bien?—preguntó Said entrando.

— ayúdame a llevarlo a su habitación— pedí.

Él asintió y Oliver empezó a regañar a Adrián, subí las escaleras junto con Said quien cargaba al niño.

— encárgate de acostarlo— pedí quedándome con Adrián.

— Oliver, déjame con Adrián por favor— pedí.

— no seri-

— déjala, no me importa— contesto Adrián, Oliver hizo caso omiso y nos dejo.

— él no tiene la culpa de ser desterrado— dije.

— todos la tienen, por algo lo son.

Sonreí de lado.

— somos tan iguales—él negó.

— no me compares, yo no vivo alimentándome del sufrimiento y la sangre de los demás.

— sin duda, los peores villanos son los que se ocultan tras el rostro de una buena persona. Pero sabes, entre villanos sabemos reconocernos. 

Lo esquive y lo escuche reír.

Al entrar a la hitación observe a Said intentado aliviar el dolor del pequeño.

— dime que sucedió— pregunte al niño.

— él no es bueno—dijo con rabia— nos odia.

— son desterrados, es lo normal, pero eso no lo hace el villano— defendió Said.

— largo, no te quiero aquí— ordene— si eres igual que ellos.

— Nivarna... Te prometí cuidarte, eso haré.

— ¡lo haces para que no huya!—grite.

— Para ellos, así tiene que ser.

— ¿Aún me iré?—preguntó Vladimir.

— cállate— conteste.

— ¿como que irse?—preguntó Said.

— Él tiene que volver con los desterrados, como acabas de ver aquí corre peligro.

—  me duele como para caminar— dijo Vladimir.

— yo los llevare— dijo Said— cargare al niño. 

— ¿nos ayudaras?—pregunte cruzándome de brazos.

— lo haré.

— tres de la mañana—dije abriendo la puerta de la habitación.

Él asintió y salio mientras yo me acercaba a la cama.

— duerme— pedí acercándome a él.

Vladimir se recostó y yo lo cubrió con las sabanas, me senté en la silla al lado y poco a poco fui cerrando los ojos por el sueño.

***

— ¡mamá!— me levante de golpe observando al niño despierto, su respiración era rápido y su corazón golpeaba su pecho con fuerza, mire el reloj y eran las once de la noche.




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