Desterrada

19. Luna Nueva

— ¿estarás bien?— me preguntó Taylor.

— si... Sonara estúpido, cuídalo— ella sonrió.

— lo haré.

Subí al auto observando por la ventana a Oliver y a Adrián despedirse, ni siquiera quería verme.

Espere un tiempo y Adrián entro al auto.

— vamos—dijo al conductor. Este le obedeció y empezó a conducir.

Mire por la ventana en todo el transcurso, llegamos al aeropuerto y subimos el avión.

— es aquí—dio Adrián guiándome, me senté al lado de la ventana y él a mi lado.

El avión empezó a elevarse, cerré la ventana.

— andas muy callada desde que salimos ¿pasa algo?—preguntó Adrián.

— nada— respondí. 

— Oliver me contó...

— no pasa nada— repetí.

Ni siquiera pensaba pedir su ayuda o hablar con él de eso.

Él se acomodo.

— ¿por qué me odias Nivarna?—preguntó.— no te he hecho nada, desde hace un mes que intente darte la mejor estadía en mi hogar.

Lo mire.

¿por qué lo odio?

— no te odio — dije sincera— solo quiero matarte.

Él sonrió de lado y cerro sus ojos descansando.

Dos horas fue lo que tardamos en llegar, el avión aterrizo.

— levántate— dije a Adrián.

Él se levanto mirando hacia todos lados, las personas estaban empezando a bajar

— ¿que hacemos aquí?

— ir a la manada Luna Nueva, levántate.

— claro...— dijo levantándose.

Bajamos del avión y luego tomamos muestras maletas, un carro nos esperaba afuera. El camino fue de lo más corto y el auto entro a la manada hasta manejar por lo que yo creía, un pequeño pueblo.

Él auto se estaciono delante de la enorme casa de la luna.

Adrián  y yo bajamos.

— usa esto— dijo Adrián quitándose su chaqueta y poniéndola sobre mis hombros.

— No la quiero— dije a punto de quitármela pero él me detuvo.

— mi esencia esta impregnada en esa prenda, aunque tu esencia de desterrada no es común será mejor que finjas ser una de las más fuertes de mi manada.

Tenía razón...

Asentí y me coloque su chaqueta.

— Bienvenidos— me gire viendo a la mujer delante de nosotros.

Al verme se detuvo.

— ¿nueva Beta?— preguntó a Adrián.

— para nada, es solo una delta más.

— ya veo... Síganme.

— estúpida—susurre.

— ¿perdona?—dijo la mujer dándose la vuelta.

— que estúpida soy— dije— me presento— di un paso hacia ella— Nivarna— le extendí mi mano.

— oh...— ella me analizo con la mirada y tomo mi mano— Celia, luna y alfa de la manada Luna nueva.

Ella me soltó al igual que yo.

— adelante...— continuamos detrás de ella.

Su cabellera negra con risos perfectamente que caían sobre sus hombros, piel blanca y unos ojos grises.

Celia nos guio hasta su oficina e indico que nos sentáramos delante de ella.

— son cincuenta— dijo Celia— quiero que los entrenes esta semana y me gustaría que fuera más tiempo pero sé que tengas que volver para arreglar tu aniversario.

— gracias por su compresión— dijo Adrián.

— gracias a ti por venir, por un momento creí que mandarías a tu beta— dijo horrorizada.

Reí.

— ¿dije algo gracioso?—preguntó ella alzando una ceja.

— para nada— conteste tranquila— pero si hubiera mandado a su beta ¿no hubiese sido de su agrado?

— para nada, es basura, es un simple beta algo similar a una simple delta...— dijo viéndome con superioridad.

— hay libros con portadas tan malas que no llaman la vista del lector, pero le aseguro que cuando le damos una ojeada a su prólogo y leemos el contenido, nos dejan con la boca abierta.

— ¿tú eres uno de esos libros?

— no, mi portada es encantadora— dije con orgullo.

Celia rio.

— me agradas— dijo sonriéndome— pero espero que lo que balbuceas no sea puro palabrerío.

— ¿quiere ver?

Sus ojos color grises se mezclaron con un color azul.

— adelante.

Ella se levanto y salio de la habitación.

— estas loca— dijo Adrián sosteniendo mi brazo.

— nadie se mete con Oliver— gruñí.

Seguí a Celia hasta su patio trasero.

— empieza— dijo viéndome.

— como quiera— dije corriendo en dirección a ella, sabia lo que planeaba, antes de llegar para que ella pudiera tomarme de los hombros me deje caer al suelo por la velocidad y me arrastre hasta que mi pie golpeo su pierna y la hice caer.

Me levante rápido y me coloque a horcajadas sobre ella. Levante mi puño para golpear su rostro pero ella levanto sus piernas y me volteo haciendo que cayera del lado contrario a ella.

Ella se levanto y yo hice lo mismo.

— demasiada buena...— dijo mientras ambas caminábamos en círculo.

— no ha visto lo mejor.

Levante mi pierna y golpee su costilla. Su sorpresa era grande.

De su labio vi un rastro de sangre... Vaya... Un golpe en la costilla no debe ser bueno.

Celia corrió a mí con su puño directo y antes de que me diera me agache y levante mi puño golpeando su estomago.

Ella esculpió sangre y me vio sorprendida.

— suficiente Nivarna...

Si, esta vez tiene razón.

Sus ojos se tornaron azul y cuando volvió a correr a mí deje que su puño me golpeara, me aturdí y ella aprovecho golpeando mi hombro con su codo, deje salir un pequeño grito llamando la atención de Adrián. 

— Suficiente alfa celia— dijo Adrián.

— es fuerte...— dijo Celia sin soltar mi brazo, mi hombro dolía al recibir el golpe.

— Y Oliver igual, no quiero escucharla hablar mal de él...— amenace viéndola a los ojos.

— no estas en posición de pedir algo— dijo soltándome y alejándose de nosotros.

— te rompió el labio— dio Adrián arrodillándose a mi lado.

Y yo le había rompido una costilla, diferencia había mucho.

— ¿por qué te dejaste?—preguntó Adrián.

— ¿que?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.