Descansa...
Pensó que estaba delirando aunque estaba tan claro todo para mí en ese momento todo lo que había dicho.
— te amo Nivarna— dijo Oliver sentando a mí lado.
Continúe con los ojos cerrados fingiendo estar dormida, no quería ni verle.
— cambiare sus vendas— dijo Taylor entrando.— deberías ir a dormir, desde ayer no te mueves de aquí.
— no quiero...
— Oliver, yo me encargo de ella no te preocupes.
— ¿no deberías estar planeando tu aniversario?
— ahora solo importa Nivarna, deja cambio las vendas y descansa.
— esta bien...— dijo soltando mi mano y apartándome de su cuerpo con cuidado, para no "despertarme".
Ella cerro la puerta cuando él salio y yo abrí los ojos fingiendo acabar de despertar.
— ¿te levante? Perdón—dijo apenada.
— no te preocupes...—dije casi susurrando.
Ella se acerco a mí y me ayudo a sentarme, poco a poco fue quitando la venda.
— ¿como te has sentido?— preguntó.
— mejor, ya no duele.
Ella sonrió.
— ¿arreglaron las cosas?
— si— dije.
— me alegra por ustedes.
Ella quito toda la venda, observe mi herida y estaba mejor.
— aléjate un poco— pedí— quiero levantarme.
— ¿segura?
Asentí, me levante con dificultad y me acerque a la ventana, era de noche.
— siéntate— dijo poniendo una silla delante de mí.
Me senté y ella empezó a vendar nuevamente, vendas nuevas y limpias.
— ¿te gusta la noche?—preguntó.
— si.
— ¿que te gusta de ella?
— toda ella.
— ¿como fue entrenar a los deltas de la manada Luna Nueva?
— estuvo bien...
Ella me miro.
— ¿estas enojada?— la mire, no estaba enojada pero si distraída.
— lamento darte esa idea, no estoy molesta.
Ella termino de vendarme y tomo otra silla sentándose enfrente de mí.
— gracias por salvar a Adrián.
Asentí.
— me gustaría, si no es mucho pedir— dijo ella apenada.
— ¿que?—pregunte.
— Adrián está apenado y Oliver molesto por él al no ser capaz de cuidarte.
— No es obligación de Adrián cuidarme— dije— al contrario, esa es mi tarea.
Ella sonrió.
— cuanto has cambiado...
Tome su mano, Taylor era buena chica.
— hablare con ellos mañana, arreglare las cosas. Ahora... ¿podrías dejarme dormir?
— claro que si, no tienes que decirlo— dijo ella saliendo con una sonrisa para luego cerrar la puerta.
Agudice mis sentidos y sonreí cuando no logre escucharla, la princesita era tan obediente, la luz que entraba por mi ventana fue bloqueada por una figura.
— Nivarna— dijo Said parado en el marco de la ventana.
— el tiempo pasa tan rápido— dije sonriendo con malicia— cuatro días más...
Él no dijo nada, al contrario bajo la cabeza como cada día que venía, apenado y dolido.
— ¿sigues lamentando mi herida?—pregunte— vamos Said, no morí.
— estuviste a punto— dijo.
— Hierba mala nunca muere— dije caminando a mi cama.
— y por eso pensé que morirías. Que equivocado estuve.
⚔
Me levante y me puse mi ropa observando mi rostro en el espejo, hoy lucia mejor que nunca.
Salí de la habitación y camine a la oficina de Adrián, cuando estaba por tocar la puerta la voz de la princesita me llamo
— oh Nivarna— me gire viendo a Oliver y Taylor— pensé que no saldrías.
— quise dormir más — dije— pero no me di cuenta que ya son las cuatro de la tarde y no he realizado nada productivo.
— ¿te sientes mejor?—preguntó Oliver acercándose a mí.
— si, pero necesito hablar con ustedes.
La puerta se abrió.
— Nivarna...— dijo Ardían viéndome sorprendido.
— aún no muero, querido, no se te hizo— él sonrió de lado.
— que mal...— dijo sonriendo.
— ahora... Arreglaremos algo— entre a su oficina mientras Adrián sostenía la puerta, espere por un tiempo para que Taylor y Oliver entraran, pero no lo hicieron.— ¡entra ahora mismo o iré por ti!—grite a Oliver.
Taylor entro y se coloco al lado de Adrián, Oliver entro mirando con molestia a Adrián, este se quito dejando que Oliver cerrada la puerta, mientras yo permanecía delante de los tres.
— ¿por que pelean?—pregunte.
— Oliver tiene razón— dijo Adrián— no pude protegerte.
— ¡casi muere por tu culpa!— culpo Oliver.
— lo hice porque tú me dijiste— dije a Oliver— si hubiera un culpable serías tú— él amplio los ojos de golpe.
No hay arma más letal que la mente misma.
— me dijiste que mi deber era proteger a la princesita— di un paso a él— lo hice, dijiste que debería proteger a mi luna y alfa— di otro paso quedando a centímetros— lo hice, por ti...
— yo...
— si hubiese muerto hubiera sido mi deber ¿o no?. Hubiera muerto como la digna amada del beta, la protectora perfecta para el luna y alfa. Porque ese es nuestro deber Oliver, dar nuestras vidas y felicidad por ellos. ¿ese es nuestro deber verdad?
Tome su mentón levantando su rostro.
— morir para protegerlos... Esa es nuestra única misión en la vida...
— no...— susurro.
Lo lamentaba. Levante mi palma y golpee su mejilla.
— ese es nuestro deber, Oliver. Si pertenecemos a este lugar este es nuestro deber. ¡Ante todo siempre estarán nuestros lideres!
— ¡Nivarna!— me llamo Adrián.
Me gire lentamente y agache el rostro.
— lamento haberte ocasionado tantos problemas, alfa Adrián— dije sumisa— debí protegerle mejor, no solo por ser el alfa— levante el rostro— si no por ser el amigo de mi soulmate... y además, ser como uno mio— él amplio los ojos sorprendido.
— ¿que te hicieron?—preguntó confundido.
— nada— dije sonriendo— comprendí cual es mi deber— di un paso hacia él y tome su mano— tu me diste protección, como tal te daré la mía