Desterrada

49. La hija de Celia

 

— vamos...— Ariana Venandi ayudo a que me sostuviera de pie.

Presione mi herida sin dejar de ver a Adrián quien me observaba con sorpresa.

— te curare esa herida— dijo Lily adelantándose.

Ariana me saco de esa celda y me sentó afuera tomando mi mentón.

— ¿que hizo ella contigo?—preguntó Ariana.

— abrirme los ojos— reí al contestar su pregunta. 

— estás demente.

Lily me ayudo y limpio mi herida.

— estamos tardando...— dijo Ariana— iré con ella...

La mire irse mientras la loba y Adrián me mantenían vigilada. Este no era mi plan, el quedarme sin un ojo y mostrarme vulnerable ante ellos, de ser por mí hubiera negado quien era, pero alguien lo arruino.

— ¿acaso Aura te obligaba a matar?—preguntó Lily.

Ella coloco una venda en mi ojo, cerré el otro y suspire. 

— ella...— temblé y trague fuerte— en verdad me negué tantas veces a ser parte de los desterrados— Lily me escucho con atención— pero eso solo provoco que me dañara, quise huir y no pude. No sabes lo que daría por cambiar mi vida...

Lily se levanto y me extendió su mano.

— no sabes cuanto lamento no haber podido rescatarte esa noche, en verdad creímos tu muerte. Pero ahora todo cambiara...

Tome su mano, todo cambiaria, ahora sabía quien era Celia, ahora ella sabia quien era yo.

— nada cambiara su muerte, ni aunque sea la hija de Celia— dijo Adrián molesto.

— todo cambiara— respondió Lily— al ser hija de Celia todo debe cambiar, ella no tiene culpa de lo que paso.

— claro que no— dije mirando a Adrián— esto no es mi culpa... 

— ¡mataste a Taylor!

— ¡Lo lamento!—grite de la misma manera— ¡yo también…!

Me detuve, ni siquiera tenia el derecho de decir tales palabras.

— la amaba— dijo Adrián dándose la vuelta y retirándose.

— vamos....— Lily me indico con la cabeza que la siguiera.

Ella caminaba delante de mí para guiarme y al salir de los calabozos observe el sol nuevamente. 

— Alfa Celia mando esto— dijo un guardia interponiéndose en nuestro camino.

Observe lo que llevaba, eran prendas de ropa y una caja de manera.

— ¿en donde están?—pregunte.

El guardia me vio y sonrió.

— bienvenida— sonreí— su madre se encuentra en las ruinas de la manada, me pidió que la atendamos antes de llevarla ante ella.

— ¿Ruinas?—pregunte a Lily.

— es un lugar en la manada, ahí ella les quita la cabeza o asesina a....— se detuvo— tu sabes.

— Said...— pensé en voz alta. 

— es cómplice de tu secuestro.

Asentí, seguí al guardia hasta la mansión de Celia, cada paso quedaba era observado por los guardias y personas.

Pobre Celia, nadie me desearía como hija en estos momentos tan complicados de mi vida.

— permítanos ayudarla— dijo una criada cuando entramos a la mansión de Celia.

Mire a Lily y ella asintió.

Cuando estuve en casa de Celia con anterioridad en lugar en donde me hospede era simple, sin embargo esta vez entre a una habitación más grande.

— alfa Celia quiere que ocupe esta habitación.

Asentí a lo que dijo la criada, Celia me estaba dando tantos privilegios.

Entre al baño y me quite las prendas llenas de sangre y tierra, cuando termine y salí una mujer mayor se encontraba en la habitación.

— ¿y usted quien es?—pregunte.

— solo vengo a curar esa herida...

Observe la habitación y luego exhale fuertemente,no había nadie al rededor.

Camine a la mujer y me senté en la cama, ella sonrió y se acerco a mí.

Empezó inyectándome un liquido cerca del ojo que tenia lastimado.

— esto calmara el dolor— dijo alejándose.

— ¿podrá con esto?—pregunte señalando mi ojo herido.

— no es la primera vez que lo hago— dijo empezando a tomar alcohol y gasas.

— ¿cuantas veces lo ha hecho?—pregunte cerrando el otro ojo.

— esta es la segunda, ahora que veo, me recuerdas a ella.

— ¿quien era?—pregunte.

— Aura...

— ¿quien es usted?—pregunte abriendo el ojo y observándola directamente.

— su nana, de Celia y Aura.

Cerré el ojo y sentí unos pequeños toques en mi ojo derecho.

— ¿conoce la historia?—pregunte— ¿de como Aura perdió su ojo?

— su hermano siempre fue caprichosa— contesto— pero no es mala.

Reí.

— claro, llame buena a la persona que tiene un lugar especifico para degollar y torturar desterrados, pobre, resulta que su hija es una.

— lamento tu pasado, pero ahora estarás bien, con los tuyos...

Tan fácil, tan simple para ellos.

— ¿y Aura? ¿que pasara con ella?

La mujer se callo y luego de un rato me indico que abriera los ojos, cuando lo hice me levante y camine al tocador observando mi ojo, ahora se encontraba cubierto y ya no dolía demasiado.

— toma— me gire a la mujer quien me enseño un parche.

Me acerque a ella y lo tome.

— no respondió a mi pregunta.

— ¿en verdad quieres saberla?—preguntó sonriendo de lado.

Sonreí de la misma manera y baje la mirada, cuando lo hice mordí mi labio inferior omitiendo cualquier arranque de ira.

— la mataran...— respondí.

— si, será mejor que te vistas y vayas con tu madre.

Asentí dándole lugar para que se fuera de la habitación. Me acerque a la cama y tome el vestido ridículo de Celia.

Era patético ver como ella deseaba a la chica perfecta, a la futura alfa, a una princesita de cuento. Era patético ver lo equivocaba que estaba, porque aunque luciera como la princesita perfecta, solo era un empaque, una farsa.

Observe mi reflejo en el espejo, el vestido quedaba perfecto al igual que mis zapatos y cabello, me acerque más y observe el parche.

Adrián lo pagaría, y yo calmaría su dolor. Pronto volverá a ver a Taylor, yo me encargare de eso.

La puerta de la habitación fue tocada dos veces.




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